Los
Ángeles fueron los primitivos Maestros que enseñaron el lenguaje
hablado al reino humano cuando este empezó a desarrollar la mente.
Entonces se inició un nuevo medio de comunicación que permitió a
la raza establecer una relación social mucho más amplia que la
conocida hasta el momento.
Sin embargo, el lenguaje no fue
enseñado únicamente al ser humano, sino que los ángeles
especializados en tal cometido también lo enseñaron al reino
animal, empezándose por medio del sonido una nueva etapa evolutiva
Logoica, al conceder a estos dos reinos la herramienta necesaria para
crear y al mismo tiempo dar la oportunidad de evolucionar a otros dos
reinos elementales que habían estado pasivos esperando que les
llegara su oportunidad. De esta forma el sonido dio un impulso
evolutivo al planeta, avanzando de forma considerable, porque al
emitir las notas auditivas y de acuerdo a su vibración acudieron por
primera vez los devas elementales constructores de cada reino y
especie, siendo los más evolucionados dentro del reino
elemental.“los Silfos del Aire”, los cuales también responden a
7 grados vibratorios distintos, desde los sonidos más agudos,
refinados y armoniosos, hasta los más toscos y
discordantes.
Sabemos que los animales hablan entre ellos
para comunicarse, dando continuidad a un proceso creador planetario
por medio del sonido que emiten sus voces. Ellos expresan alegría,
alarma cuando hay peligro, el llamado primaveral a la pareja, a sus
hijos y en el contacto entre los de su especie... Aunque no sepamos
exactamente como traducir en palabras humanas su lenguaje, los
sonidos que emiten reflejan estados de consciencia similares a los
nuestros al penetrar en los éteres del espacio. Todo sonido produce
una vibración y esta es transportada por un grupo de Silfos del aire
hasta su destino, siendo interpretados por el/los destinatarios de su
misma especie o por otras especies animales que conviven cerca de
ellos y han aprendido a reconocerlos.
En el caso de la
comunicación entre el hombre y los animales domésticos, cuando
están estrechamente unidos y les unen lazos de afecto, se establece
una comunicación que tiene que ver más con el tono y la vibración
que emite nuestra voz que con las palabras. En general el reino
animal (unos más que otros) poseen una sensibilidad muy
desarrollada, además de otros sentidos que no poseemos los humanos,
podríamos decir que poseen una especie de telepatía transmitida en
forma de sentimientos. Lo que permite que nos entiendan son nuestros
estados de ánimo y el tono que adoptamos al hablarles. En el reino
humano igualmente, las palabras que pronunciamos producen un sonido
cuya vibración conocemos como lenguaje.
Si os interesa
investigar sobre este tema, es muy sugestivo.
Una palabra surge
de un pensamiento que lo revestimos con nuestro estado de consciencia
y cuando es expresado en palabras, su vibración se expande hasta
donde tenemos impuesto nuestro radio de acción, o sea, nuestro –
círculo no-sé-pasa, ya sea físico, astral, mental o espiritual.
La
palabra escrita es concreta; sin embargo, está compuesta por letras,
las cuales son símbolos y un símbolo siempre es abstracto. O sea,
que las palabras escritas o habladas no nos revelan la causa sino los
efectos.
Las lenguas primitivas escritas y enseñadas por los
Ángeles se guardan en los Archivos de la Jerarquía espiritual del
planeta, las cuales tienen un poder extraordinario cuando su
vibración es emitida por la voz de los Grandes Seres, pues al ser
pronunciadas son atraídos del espacio los Ángeles que las crearon.
Estos Ángeles son los grandes artífices de la creación, siendo su
misión ennoblecer la vida de los seres que vivimos y evolucionamos
en la Tierra.
Sabemos que en ciertas latitudes del planeta
todavía existen restos arqueológicos de antiguas culturas y
civilizaciones que nos transmiten una sensación de misterio oculto
tras los símbolos de sus escrituras cuneiformes y jeroglíficas,
unos símbolos que esperan ser interpretados y pronunciados
correctamente por la humanidad avanzada de esta nueva era, la era del
Orden, la Magia y el Ceremonial.
La correcta pronunciación de
una lengua, el acento que se da a las palabras, la vibración de la
voz que las emite y su entonación (que es la línea melódica con la
que acompañamos el lenguaje oral) forman parte de los sonidos que
emite la Naturaleza y constituye una nota importante dentro del
Sonido del Universo. Un sonido que posiblemente y hasta cierto punto,
todavía sea muy discordante; sin embargo, también existen sonidos
maravillosos salidos de la voz humana, de las aves y de algunos
instrumentos musicales que el hombre ha creado. Los sonidos del reino
animal, especialmente el canto de los pájaros y el sonido que emiten
los elementos de los que está formada la Naturaleza, son una muestra
audible de la evolución positiva del Sonido.
Se dice muy
poéticamente en las antiguas Escrituras que Dios es *El Gran Cantor
que está interpretando Su melodía y emitiendo notas cada vez más
armónicas y agudas con el propósito de sintetizar Su creación en
la nota Primordial. Cuando llegue el día en que la melodía sea
interpretada a la perfección, en todo el Sistema resonará la Gran
Sinfonía del Universo*
Al paso de los milenios y de los
siglos, los seres humanos hemos desarrollado la consciencia y las
lenguas también han evolucionado. Todas las lenguas escritas están
formadas por símbolos, sabemos que su escritura y pronunciación son
muy distintas según el país donde hayamos nacido, su latitud, su
longitud, el clima y la característica cultural que allí se han
desarrollado. Incluso habiendo nacido en un mismo país habrá
diferencias en el tono, la pronunciación y el acento de una misma
lengua, según la zona Norte, Sur, etc., y según el tipo de Rayo que
rija aquella zona.
El simbolismo de una lengua es abstracto; sin
embargo, la palabra hablada es concreta.
Quizás alguna vez nos
hayamos preguntado él, ¿por qué de la diferencia de las Lenguas y
cuál es su causa oculta?.
Al igual que un cuerpo humano, los
países también están gobernados por las Energías de Rayo propias.
Cada país responde al Rayo de su personalidad que determina el
carácter, la cultura y especialmente el tipo de lengua o idioma que
le caracteriza. Sin embargo, cuando el conjunto de los habitantes de
un país está evolucionado espiritualmente, además del Rayo
personal, empezará a regirlo el Rayo del Alma. Quien sea observador
podrá reconocerlo en su forma de hacer política, en su amor y
respeto hacia todos los reinos, en su cultura, en el acento de su
lengua y en su exclusividad con el resto del mundo.
Los países
de tendencias más emocionales, al igual que las personas
individualmente, responden a las energías pares, los rayos. 2-4-6.
Los países donde predomine más la mente, las influencia de rayo
serán impares, 1-3-5-7.
Cada Energía es la manifestación de
una Gran entidad Dévica que rige el Alma de uno o varios países.
El
Deva protector de un país, con su energía, imprime unas tendencias
particulares, una lengua propia, una geografía especial, el
desarrollo de unas especies animales, vegetales y minerales que
pueden variar mucho según la zona del planeta. Algo muy importante y
que no se tiene en cuenta es que este Ángel representa la suma total
de las consciencias de todos los reinos que evolucionan en dicho país
en cuestión.
Cuando observamos a las diferentes culturas y la
infinidad de lenguas tan diversas que se hablan en el mundo, en
cierta forma nos vemos distintos, separados y entramos en discusiones
porque vemos la vida desde perspectivas a menudo muy distintas.
Los
motivos del acercamiento o rechazo pueden ser debidos a la diferencia
del Rayo que rigen a cada país, pero también al desarrollo
evolutivo alcanzado por el conjunto de la población.
La lengua
que habla una región determinada de un país y el carácter que
desarrolla su población, viene determinado por la energía del Deva
que impregna con su radiación aquella parte de la Tierra.
Cada
sonido que sale de nuestra boca produce una vibración y con el
tiempo y la evolución de los seres que viven en aquel país el
lenguaje se enriquece y transforma. Una palabra pronunciada por
personas poco evolucionadas mentalmente, producirá una vibración
muy distinta de las que estén más avanzadas. A medida que aquellos
seres humanos avanzan en el Sendero, desarrollan la consciencia y por
la capacidad que tengan de responder a las energías que lo rigen, ya
sea por medio de la palabra o al interpretar una melodía, expresará
su evolución y un carácter específico.
Aún hablando un mismo
idioma cuya origen tenga una misma raíz, pero viviendo en diferentes
países del mundo (como es el caso del idioma Español cuya raíz es
Latina), sus habitantes tendrán unas características propias y
diferentes a los demás, pues no olvidemos que el planeta es el
cuerpo de nuestro Logos planetario y que a cada parte del cuerpo le
corresponden unos chacras distintos, los cuales, tienen una función
y vibración particular dentro de este organismo y vibran en distinta
sintonía.
Esta es tan sola una reflexión que nos puede hacer
comprender la importancia de saber hablar y de hacerlo únicamente
cuando tengamos que decir algo con sentido. Desdichadamente a menudo
hablamos por hablar porque nuestra mente bulle constantemente de
pensamientos inconexos, pero además porque nos da miedo estar en
silencio.
Si en nuestra mente hemos logrado establecer un orden,
la palabra lo reflejará. Deberíamos conocer el significado
etimológico de cada palabra que pronunciamos. De esta forma seríamos
más precisos al hablar. Pronunciaríamos menos palabras, pero al
menos estas serían creadoras y con sentido y no caóticas, como
ocurre normalmente.
Nos
puede ayudar a entender que siempre existe una causa que va más allá
de las apariencias y hacernos comprender el porqué de la atracción
o repulsión entre naciones, comunidades o entre los seres humanos
individualmente.
Marta
Parramon Elies
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