Traducción
del Catalán al Español publicado en audio en el bloc, “Teosofía
Rama Armonia”.
Reunión
grupal en la Sociedad Teosófica Rama Armonía de Barcelona,
Catalunya.(España)2000
Hace muchos años que psicólogos y psiquiatras de renombre empezaron a indagar sobre la vida de sueños y a darse cuenta de que los seres humanos tenemos una vida subjetiva real. Sin embargo, hoy en día todavía se interpreta desde una perspectiva muy personal sin tener en cuenta que cada ser humano es un alma en evolución y mientras no posean la suficiente visión y sensibilidad interna capaz de reconocer cual es el estado de consciencia adquirido de sus pacientes seguirán fallando en su interpretación. Para analizar correctamente los sueños de una persona corriente, la interpretación más acertada debería hacerse teniendo en cuenta su personalidad, especialmente sus tendencias emocionales. Si se trata de un ser humano cuya mente da muestras de estar activa y poseer unos valores humanos superiores, es posible que haya entrado en el Sendero del discipulado, entonces la interpretación tendría que realizarse en sentido esotérico o sea, hiendo a las causas más profundas y no a los efectos como se hace con la personalidad. A un Iniciado ya no le es necesario que nadie le interprete lo que para él generalmente son vivencias de orden superior, ya que cuando al dormirse sale del cuerpo físico lo hace con plena consciencia y además, jamás confía sus vivencias y visiones a nadie que no sea otro ser humano de su misma condición espiritual o superior, si lo hace será en ocasiones puntuales cuando lo que el ha experimentado pueda ser de utilidad en el servicio que presta. Vemos pues que esotéricamente existen tres formas de interpretación,..Ortodoxa, para la personalidad. Esotérica, para los discípulos que han alcanzado los niveles del Alma y Jerárquica, para los Iniciados. Esta última acostumbra a hacerla el Maestro a Sus discípulos mediante la superposición de la Carta Astral en sus tres estados de consciencia; exotérica, esotérica y jerárquica. A medida que vayan surgiendo astrólogos y psicólogos esotéricos que conozcan como influyen las energías en la consciencia, descubrirán que cada ser humano es único en sus sueños, por lo cual, la interpretación deberá ser enfocada desde distintos ángulos según la necesidad. Entonces, al haber desarrollado tal sensibilidad, al llevar a cabo la interpretación no verán tan solo a la personalidad, sino a almas en evolución y nada más hablar con quien los consulta sabrán si su consciencia es de índole astral, mental o si es un alma que ya ha despertado.
Es
preciso centrarse en las
causas y
no tanto en los efectos.
La revelación de la
continuidad de consciencia (dormidos
o despiertos)
en otros planos de existencia, hará desaparecer el miedo a la muerte,
entonces se reconocerá que la vida y la entidad humana como tal no
muere,
continua viviendo
en
otras dimensiones más allá del plano físico. Tal como hemos
comentado en otras ocasiones el proceso de dormirse y de morir son
casi idénticos, la diferencia está
en
que al dormirnos
tan
solo se separa el hilo de la consciencia, mientras que al morir son
cortados los dos hilos, el de la vida y el de la consciencia. Al
proceso de morir también
debemos
añadirle
la
recapitulación que debe hacerse
de lo
vivido en
aquella encarnación.
Sin
embargo, el hecho de salir
del cuerpo y desplazarse
al
plano
astral,
es
casi
idéntico
al que realizamos cada noche al dormirnos.
La
finalidad
de la
evolución
humana consiste en llegar a ser plenamente conscientes en cada uno de
los sub planos de cada plano. Cada vez que damos un paso hacia
adelante y hacia arriba desarrollamos un nuevo sentido y esto se
trasluce en los sueños, ya que estos nos revelan una nueva y más
elevada dimensión. Así
que cada uno de los sentidos físicos tienen sus octavas superiores
en cada uno de los planos a medida que se asciende.
Deberíamos
recordar que el doble o cuerpo etérico es el intermediario entre lo
superior y lo inferior, entre el Espíritu y la
materia.
De esta forma la
consciencia del
sueño o el
recuerdo
proveniente
de los planos superiores al físico, es
retenida
y comunicada
por
medio del cerebro etérico y
grabada al
físico
denso y entonces
lo
podemos
recordar
al despertar.
Aunque
nosotros interpretemos lo
soñado
desde el ángulo personal, el
verdadero ser consciente es el Alma y
cada
paso que damos
de
un
plano a otro, de una
dimensión
a otra, es indicio de haber recibido una Iniciación.
Para la humanidad
común el proceso de llegar a Ser auto
conscientes
en
su sentido más profundo es
muy lento, debido a la inercia de tantos millones de años inmersos
en la ignorancia de
nuestra
divinidad. Pero
llegados
a la
cuarta y última parte del Sendero, cuando
se entra en el discipulado consciente,
la
evolución se acelera grandemente, porque
los ojos internos del
discípulo Iniciado
se están
abriendo
a
la Realidad. Entonces
deja
de soñar
y empieza
a Vivir estando despierto
y
dormido.
Aunque en las enseñanzas esotéricas se enseña que el plano astral es un espejismo creado por la humanidad, dándonos a entender que no es real, sin embargo el plano más irreal de todos es el físico denso, esta es la razón de que no se lo considere un principio, significa que nada se inicia en dicho plano, pues tan solo es un receptor, el “vestido” con el cual el Alma se recubre para experimentar y adquirir consciencia en el mundo de la materia. Cuanto más ligera y sutil es la substancia de que está constituido un plano, tanto más real es lo que podemos experimentar.
Cuando
reflexionamos sobre los distintos cuerpos o vehículos que
poseemos y
hablamos
de
desplazamos de un plano a otro los imaginamos lejos de nosotros, sin
embargo, están tan cerca,
que
si los viéramos nos
sorprendería. En
realidad no son lugares, son estados de consciencia.
Y
no únicamente se trata de los vehículos del ser humano, porque el
éter
lo compenetran todo, ya sea en nuestro planeta, en el sistema solar o en
el
universo.
Cada
uno de los cuerpos
que poseemos está compuesto por distintas graduaciones de éter, así
como su
vibración de rayo y color pueden diferir
visiblemente el uno del otro, sin embargo, todos nos
envuelven y compenetran. Algunos
de ellos tan solo son cúmulos de energía sin forma suspendidos
por encima de la cabeza, hasta
que
la consciencia humana los
va
creando
con
sus estados de consciencia y
los devas elementales
los van construyendo. El
clarividente
que
conoce el significado y efecto que producen las energías cuando
fluyen a través de las formas, ve
superpuestas
en
el
aura las
distintas capas
de
energía
y color pertenecientes
a cada cuerpo que esté activo,
revelándole
la
evolución alcanzada de
quienes observa además de las energías de Rayo que rigen
a cada uno de ellos. Siempre
y cuando la persona esté equilibrada, los colores serán
puros y
el aura expandida. No
es lo mismo cuando existen desequilibrios en
alguno de los cuerpos, entonces el
aura se contrae y los
colores se ven
turbios
y
oscuros.
Cada vez que nos desplazamos a niveles superiores al físico denso nuestros vehículos adoptan la dimensión del plano al que hemos accedido, así que cuando nos adentramos en el plano astral, poseemos cuatro dimensiones, al igual que todo cuanto existe en su interior. Igualmente ocurre al ascender a dimensiones más elevadas. A medida que ascendemos, todo cuanto nos rodea incluidos nosotros mismos, nos sutilizamos hasta transformarnos en Energía, lo que somos en realidad. De este modo el reconocimiento y la sensibilidad aumentan en cada plano que ascendemos y las limitaciones de los planos inferiores van quedando relegadas al pasado a medida que la continuidad de consciencia rompe las separaciones impuestas entre los planos de la materia. Todo lo superior incluye siempre a lo inferior, o sea que la consciencia alcanzada actualmente es la suma total de la consciencia adquirida en cada uno de los planos y subplanos por los que hemos transitado en este mundo.
Es
importante conocer bien la función del cuerpo etérico en lo
referente a la salud. Estar bien informados de
como
actúa cuando entra y sale del cuerpo físico, nos puede orientar en
las causas que generan ciertos síntomas referentes a alguna
indisposición o enfermedad. Por ejemplo; en el caso de sufrir un
desmayo, es señal de que el aferramiento del cuerpo físico con el
etérico es muy débil y falto de energía. Siendo así es muy fácil
su desprendimiento instantáneo o
permanente,
pudiendo separarse también el hilo de la vida si el caso es
extremo.
Seguramente que la mayoría de nosotros más de una vez nos habrá pasado que en el momento de despertar nos
habremos levantado de
la
cama de repente
aún
medio
dormidos. Lo más seguro es que los
primeros segundos
demos tumbos o nos ruede la cabeza y esto es señal de que no hemos
dado tiempo suficiente al cuerpo etérico de amoldarse al físico
denso.
También
suele ocurrir que cuando nos vamos a
la cama por la noche, al
cabo de poco rato nos
despertemos de repente con un sobresalto. Esto puede
ser debido
a haberse
producido un
ruido físico
en
la casa o porque al
haber penetrando
en
el astral
hemos
visto algo
que nos
ha asustado.
También
puede ser debido ha haber acumulado
gran
tensión
nerviosa durante el día.
Entonces
el
vehículo
etérico vuelve
al
cuerpo instantáneamente,
porque
para él lo
ocurrido es
una
señal
de alarma y
existe
el peligro de romperse su atadura con el físico denso.
Si entra por la cabeza, en
este estado de medio dormidos incluso
puede verse
como
una potente
descarga eléctrica que
penetra por el centro coronario, al
igual que si
fuera un
relámpago, tal
impacto y
sobresalto puede afectar
al
corazón al
producir momentáneamente
una taquicardia o descampas cardíaco.
Pensad
que el cerebro no duerme y que por la noche las neuronas siguen
estando tanto o más activas que durante el día, las cuales se
comunican entre ellas por impulsos eléctricos. En realidad el doble
etérico es el cuerpo de energías y los
Nadis con los cuales está formado el cuerpo etérico son la
contraparte del sistema nervioso. Son pura electricidad. Daros
cuenta de que el estudio del cuerpo etérico y de las energías es
de suma importancia en todas sus funciones.
Hemos
dicho anteriormente
que
el cuerpo físico no es un principio, os pondré unos
ejemplos
para que lo veáis más claro:
¿Sabéis porqué cuando en una intervención quirúrgica nos anestesian no sentimos el dolor? Pues,.. no lo sentimos porque la anestesia separa el cuerpo etérico del físico denso, lo cual significa que los Nadis, el verdadero sistema nervioso que se halla en el doble etérico, ha sido desconectado momentáneamente del físico denso. Esto significa que el verdadero cuerpo físico es el etérico y que los sentidos físicos se hallan en éste.
¿Porqué cuando a un ser humano se le amputa un brazo o una pierna, durante un tiempo después aún se queja de que le sigue doliendo? Aquel órgano físico ya no lo tiene, sin embargo el etérico del órgano amputado sigue estando unido al resto del cuerpo y probablemente estará adherido hasta que el órgano amputado sea incinerado o se haya descompuesto.
Seguramente sabéis que hay animales que pierden la cola u otro órgano y se les regenera, o sea, que les vuelve a crecer. Si tenemos en cuenta que el etérico es el molde del cuerpo físico de cualquier forma de vida, entonces es evidente que los devas constructores se afanan a reconstruir dicho órgano mientras tienen el molde a su disposición. Hay para reflexionar sobre este hecho. Cuando la ciencia médica esté capacitada para entrar en contacto con el reino dévico, descubrirá lo que por ahora todavía es un misterio.
El ser atentos observadores de la vida y de todo cuanto percibimos interna y externamente nos hace ser conscientes y capaces de descubrir los pequeños y grandes misterios.
Marta Parramon Elies
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