domingo, 15 de agosto de 2021

La Creación, una gran Forma Mental



La Creación es la manifestación concreta de una gran forma mental expandida por los éteres del espacio por Aquel Ser Cósmico inmensamente poderoso del Cual jamás se ha pronunciado Su nombre.

Toda entidad existente macro o micro cósmica reproduce en su propio nivel lo que hace el Creador ya sea consciente o inconscientemente. Según el estado evolutivo alcanzado así será la cualidad y la apariencia de las formas mentales creadas a su imagen y semejanza.
Todo ser pensante es un creador. Un discípulo que ha recibido un cierto entrenamiento en el arte de crear sabe que cada forma mental que construya deberá ser triple:
Lo primero que deberá hacer es responder conscientemente a cada contacto que le llegue y a la vibración de la idea original a la cual deberá proporcionarle las formas adecuadas con su pensamiento, tanto si le viene desde el ashrama interno como si lo recibe directamente del Maestro. Después deberá revestir la forma mental de sensibilidad y deseo a fin de proporcionarle un cuerpo astral. En tercer lugar el creador de la forma deberá llevar a cabo todo el proceso con un propósito específico.
Vemos entonces que la causa inicial que mantendrá en vida a la forma creada es la Idea. Luego la mente visualiza la forma e inmediatamente le surge el deseo de materializarla. O sea que el proceso de crear formas empieza desde el plano mental, desciende al astral, luego al etérico y finalmente al físico denso. Toda esta creación de los cuerpos el discípulo la realiza desde el plano mental.
La analogía con la encarnación humana es idéntica.
Para convertirnos en creadores debe haber un control del Alma sobre el cuerpo mental, de ahí la necesidad de disciplinar la mente, conocer el significado del silencio y mantener la constante atención enfocada. Todo estudiante de esoterismo debe saber que si quiere servir y convertirse en un creador de formas mentales será necesaria la simplificación mental. Una mente repleta de conocimientos crea tal volumen de formas mentales a su alrededor que le impiden la atención profunda en una sola idea y si decide crear, al dispersarse en otras ideas al mismo tiempo la idea original abortará.
La construcción de formas mentales no consiste tan sólo en pensar sino en saber visualizar a la perfección aquello que debe ser creado, dirigirlo en la dirección correcta y mantener la atención constante sin desviarla. Si por un momento el Creador retirara su atención de la forma mental que ha creado, ésta se desintegraría por la falta de vitalidad que le confiere.
La forma mental es una entidad psíquica macro o microcósmica y se mantiene en vida mientras mantenemos nuestra atención enfocada en la idea.
Al principio partimos de la Idea y el Propósito de Dios de Crear, de manifestarse en todos los planos y subplanos de nuestro universo físico cósmico. De la Idea surge el Propósito y de éste surge un Plan que consistirá en la materialización de dicha idea.
Si aplicamos la analogía con el ser humano veremos que el proceso de construir formas mentales es muy similar.
¿A qué nos lleva esta reflexión? precisamente al hecho de que la Creación ha surgido de una idea de Dios. Que todas las galaxias, los sistemas solares, los planetas sagrados o no, (y el nuestro no lo es) somos el fruto de una Gran Forma mental. En realidad somos entidades que ocupamos formas mentales (nuestros cuerpos) creados por nosotros mismos a través del tiempo con nuestra actitud y estados de consciencia.
I no se trata únicamente de la creación de nuestros cuerpos. Todo cuanto existe a parte de la propia Naturaleza es una creación humana. Pero no olvidemos que si no fuera por la colaboración de los Devas constructores de formas de pensamiento, éstas se disolverían en el espacio.
Aquí surge una pregunta donde podemos aplicar la analogía: Sabemos que estamos evolucionando en el plano físico cósmico y por otro lado se nos dice que el cuerpo físico no es un principio... ¿podemos pensar que lo que nosotros creemos que es una realidad es tan sólo una ilusión, una idea de Dios?... parece ser que así es.!. entonces...¿qué es real y qué es irreal? nos lo hemos preguntado?
La evolución viene a ser una gran representación teatral que podemos comparar a la perfección con la evolución humana. Para iniciar una obra de teatro que es lo mismo que la entrada de las almas en la encarnación., en primer lugar sabemos que no puede existir una obra sin su creador, al que se le ha ocurrido la idea del argumento y el deseo de realizarla. Para ello precisará de una gran cantidad de colaboradores. En primer lugar el director, los protagonistas, los que tengan papeles secundarios, los extras, quienes montan el decorado para crear el ambiente adecuado. Y que no falte el público…. Todo esto y mucho más interviene en la gran obra de una vida humana.
Entender Quien es el Autor...el Director...los protagonistas y todos los demás participantes de la obra, comparado con nuestros orígenes y el papel que nos toca realizar en cada encarnación dentro de esta Gran Obra universal o humana, es nuestro deber y nuestra necesidad.
A cada actor se le asigna un papel determinado según su capacidad interpretativa y experiencia.
Los actores cambian a menudo de vestuario y de papel.
Un buen actor mientras está representando debe ir coordinado con los demás actores y entrar en escena cuando le corresponde. Además para que la obra se ajuste a la idea del autor y tenga éxito, el actor debería identificarse plenamente con el personaje que interpreta.
Nosotros sabemos que el personaje no es el actor verdad?
Sin embargo fuera del escenario muy a menudo olvidamos quienes somos y nos seguimos identificando con el personaje.
En cada encarnación nos ha tocado un papel determinado en esta gran Obra, pero generalmente el guión que nos han dado no es de nuestro gusto y preferimos interpretar el que le han dado a otro. Estamos creando constantemente formas mentales falsas que no se corresponden al estado de consciencia alcanzado y con esta falsedad vamos por el mundo engañándonos a nosotros mismos e interfiriendo en la realización correcta de la obra.
El hecho de que un ser humano pueda atraer un hijo al mundo, un Alma, demuestra la capacidad que tenemos de pro-crear, de reproducirnos en nuestras creaciones.
¿Acaso los grandes pensadores y artistas del pasado como Mozart, Leonardo da Vinci, Shakespeare no fueron extraordinarios creadores de belleza y sensibilidad?.

El Ser interno se refleja en sus obras y al mismo tiempo son un ejemplo de hasta donde puede llegar la capacidad creadora humana.

Marta Parramon Elies




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