martes, 22 de octubre de 2019

El Devachan, las energías y el proceso de renacer!



 


Traducción del Catalán al Español publicado en audio en este bloc el 26/05/14
Reunión grupal en la Sociedad Teosófica Rama Armonía de Barcelona, Catalunya (España) 1999

Seguramente que muchas personas se habrán preguntado alguna vez si existe un más allá después de la muerte, especialmente cuando se acercan al final de sus vidas, en caso de guerra o cuando padecen una grave enfermedad y aunque muchas de ellas no crean en la continuidad de la vida después de la muerte física y piensen que al morir serán aniquiladas totalmente., quizás alguna vez habrán oído hablar de espiritismo o experiencias vividas por personas que han permanecido clínicamente muertas y han regresado con plena consciencia de haber experimentado algo muy similar, viéndose a sí mismas fuera del cuerpo, a los médicos y enfermeras que los están tratando de reanimar, habiendo oído perfectamente sus comentarios. I también cuando en el momento en que diagnostican su fallecimiento se sienten irresistiblemente atraídas hacia una radiante luz blanca que las absorbe, experimentado una sensación de paz y bienestar tan enorme que no quieren regresar. En estos momentos críticos es posible que quienes no creían, recuerden haberlo oído y surja en ellos la duda de si será verdad. Esta duda posiblemente la traerán en la próxima encarnación en forma de inquietud que los incitará a investigar sobre la existencia del alma.
Adentrándonos en el tema que hemos iniciado sobre el Devachan
empezaremos por decir que todo cuanto podamos vivir o experimentar fuera del cuerpo físico no son lugares, sino que son estados de consciencia, pues más allá de la densidad física aunque todavía existan formas en el plano astral, la materia y los sentidos físicos han desaparecido y todo cuanto vivamos “allí” lo experimentamos tan solo como emociones y deseos más o menos elevados, pero sin las limitaciones de un cuerpo físico denso, todo depende del estado evolutivo alcanzado nos situaremos en el subplano astral que nos corresponda por vibración similar.
El Devachan es construido por el ángel Solar con los estados de consciencia superiores de aquella alma humana donde después de haber descartado los cuerpos físico-etérico, el astral y el mental concreto, si es que lo tiene formado y habiendo sido registrada su consciencia en los átomos permanentes de cada cuerpo, ha ido dejando por el camino todas aquellas vibraciones materiales impregnadas de karma que aún le restan de sus encarnaciones anteriores.
O sea que una vez ha llegado al Devachan y habiendo realizado sus deseos, su individualidad habrá quedado separada del alma.
Sin embargo, debemos utilizar la mente superior para adentrarnos en una realidad más profunda de las enseñanzas que hemos recibido e interpretado de forma devocional hasta el momento. Se trata de hallar un nuevo significado a las viejas enseñanzas espirituales recibidas a fin de ampliar la perspectiva y la comprensión de la realidad.
El Devachan tan solo es una ilusión! Producto de la consciencia humana.
Aun así, la realización de los sueños y esperanzas que se experimentará en el Devachan pueden ser vividas como más reales que en el plano físico. Las razones de los deseos pueden ser muy diversas, como son; la soledad, la falta de amor materno, al rechazo de quienes quería o la frustración debido a la no realización de sus sueños como científico, artista, médico, por no haber podido formar una familia u otros muchos motivos. En fin, que cada persona tiene su propio Devachan.
Una vez se ha despojado totalmente de su personalidad en que el karma no lo limita porque no posee cuerpos de materia, el Ángel Solar le facilita la entrada en el Devachan donde realizará sus sueños y aunque tan solamente sean una ilusión, mientras lo viva para el alma de aquel ser serán una realidad.
Este estado es vivido con la sensación de poseer todos los sentidos en sus niveles más puros, pudiendo establecer relaciones con las personas queridas y experimentar todo cuanto le había sido negado. Esto parece algo incomprensible porque aquella alma ya no posee ninguno de sus vehículos materiales; sin embargo, tal como ya hemos dicho anteriormente, el Devachan no es un lugar sino, un estado de consciencia y su estancia tendrá la duración que tarde el alma en agotar aquellos deseos. Entonces el alma humana, libre de esta carga del pasado, será preparada por el Ángel solar para volver a encarnar.
En el Devachan no existe karma, pues este ha quedado almacenado como memoria en los átomos permanentes, a fin de que el Yo superior o Ángel Solar los tenga a su disposición para incorporarlos en la mente de aquel ser humano en forma de consciencia, cuando llegue el momento de volver a reencarnar. En el Devachan el sufrimiento no existe, tan solo es vivida la sensación de dicha y felicidad.

Ahora explicaremos por encima lo que le ocurre al alma humana en el proceso de la muerte, .
En primer lugar, empieza por desprenderse el cuerpo etérico del físico, los cuales se descomponen a la vez. Una vez producida la total descomposición, el alma entra en el plano astral. Es por esta razón que conveniente realizar la incineración a fin de acelerar el proceso y el alma pueda entrar casi inmediatamente en el plano astral. Mientras los cuerpos no se descomponen, el alma humana no puede acceder a niveles superiores.
Imaginad cuál debería ser el propósito de ciertas culturas antiguas o religiones que utilizaron la momificación de los cuerpos para retenerlos, aunque fuera únicamente de un órgano.. Personalmente creo que se haría un gran bien si se incinerara a todas aquellas momias o restos incorruptos esparcidos por el mundo.
Luego, cuando el alma ha vivido el “tiempo” que le corresponde en el plano astral, se produce una segunda muerte y el cuerpo astral se desprende para entrar en el superior, el mental. Cuanto más ha prevalecido la vida de deseos y emociones en un ser humano, más tiempo deberá pasar en dicho plano.
Con el cuerpo mental ocurre algo similar, aunque generalmente este cuerpo en la mayoría de la humanidad todavía no está lo suficientemente formado, entonces el “tiempo” que se pase allí puede ser muy corto o simplemente no llegarán a él.

El doble etérico, el molde exacto del físico denso, es receptor, acumulador y distribuidor de las energías. Es por su intermedio que nos llega la Vida y la Consciencia, lo cual nos permite el desarrollo de los sentidos y el intercambio de los estados de consciencia a través de los chacras principales y al resto del cuerpo por medio de los 21 centros menores distribuidos por diversas partes del cuerpo, impregnando a todo el organismo de nuestros estados de consciencia.
El cuerpo físico denso es tan solo un autómata, no es un principio, únicamente es el instrumento que nos sirve para relacionarnos y establecer contactos externos, recibe de otros planos superiores, pero él por sí mismo no genera nada, únicamente es receptor y según el uso o abuso que haga de dichas energías así será su salud. En el momento en que el Alma decide retirar la vida de aquella forma, el cuerpo etérico recibe la orden y empieza el proceso de la muerte.
El doble etérico es un entramado de energías eléctricas que forman el sistema nervioso (los Nadis) el cual es un doble exacto de cada uno de los átomos y células de nuestros órganos.
Para que la muerte del cuerpo físico se produzca, el etérico debe desprenderse, o sea que el sistema nervioso ha de dejar de funcionar y por consiguiente, el cerebro, la corriente sanguínea y el latir del corazón. El corazón es el primer órgano que inicia su funcionamiento en el cuerpo físico y el último en dejar de funcionar.
El cuerpo etérico empieza retirándose de las extremidades produciendo en el cuerpo físico una sensación de hormigueo. Según lo aferrados que estén los dos cuerpos, ya sea porque se es joven o se tiene mucha vitalidad, al etérico le costará más o menos desprenderse, produciéndose estremecimientos debido a las descargas eléctricas que se producen por todo el cuerpo en el momento de la separación.
Una vez desprendido del todo la persona queda totalmente inconsciente, su cerebro deja de funcionar, el corazón deja de latir y los médicos diagnostican la muerte. Sin embargo, el Ángel Solar todavía no ha cortado el hilo de la vida, ya que antes que ocurra, el alma humana que ocupaba aquel cuerpo tiene que hacer una recapitulación de unos segundos para que pueda ser almacenada en el átomo permanente la memoria de sus estados de consciencia física. En estos momentos es cuando la vida pasa por delante del alma como un relámpago.
Después de la muerte física, el alma humana entra en un estado de somnolencia y al igual que ocurre al despertar cada mañana, despierta en el plano astral, siendo para ella algo conocido y tan natural que una persona corriente y sin noción de lo que ocurre después de la muerte, no sabe distinguir si está en el físico denso o lo que está viviendo es un sueño.
Hasta que a costa de intentar hablar con sus familiares o de seguir intentando llevar una vida normal como cuando tenía cuerpo físico y ver que no les es posible, acepta su realidad, piensa que está soñando o se desespera. Sin embargo, estas almas jamás están solas pues existen los auxiliares invisibles y devas que las orientan y acompañan.

Algo que hay que entender es que cuando hablemos del tiempo transcurrido fuera del plano físico, lo hacemos para tener una idea aproximada de lo que pretendemos comunicar, pero hay que tener en cuenta que fuera de este plano tal como lo entendemos aquí, el tiempo no existe.
Cuanto más sutil es el plano donde nos situemos (visto desde nuestra perspectiva física) todo cuanto experimentemos transcurrirá mucho más rápido. Lo que para nosotros pueden representar 40 años, en el plano astral podrían ser unos pocos meses. Si pudiéramos recordarlo una vez encarnados no tendríamos miedo porque sabríamos que la muerte no existe como tal, únicamente cambia el cuerpo, la forma., sin embargo, la vibración es la misma porque seguimos siendo el mismo ser y con la misma consciencia.

Marta Parramon Elies

 

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