Traducción
del Catalán al Español.
Reunión
grupal
en la Asociación de Amigos de la India de Barcelona,
Catalunya,
(España) 1988
Nos
estamos introduciendo en uno de los grandes misterios que todo ser
humano que se adentra en el ocultismo intenta
descubrir.
Se
trata de conocer cuál
es en
profundidad la
verdadera
naturaleza
humana
y
cuál el propósito de la evolución. Seguramente
que la mayoría de vosotros os habréis preguntado alguna vez;.
¿Porqué
nos hemos visto obligados a encarnar en este mundo?.¿Cuál
es
nuestra
procedencia y
cuál
nuestro
destino?.
En los tratados ocultos se afirma que el reino humano
formamos parte de un gran
experimento
logoico cuya
finalidad
es
de
Redención,
algo
que el discípulo
va
comprendiendo en su extensión y profundidad
a
medida que avanza una etapa tras otra y va
siendo
iniciado en los pequeños
y grandes
misterios.
Ante
todo aprende a redimir a
su
personalidad
y con el tiempo, paralelamente a
la redención de sí
mismo trata de redimir a sus semejantes. Posteriormente y
en etapas más avanzadas comparte
el esfuerzo jerárquico al
formar parte activa de
un Ashrama Redentor.
Habiendo
llegado más
allá de la Quinta
Iniciación
de la Revelación, en
que se ha
convertido
en un Maestro de Compasión y Sabiduría,
percibe con una nueva claridad alguna de las deudas kármicas que
indujeron al Logos planetario a crear este planeta de sufrimiento, de
angustia,
dolor
y lucha constantes;
entonces comprende que este pequeño planeta se
rige esencialmente
por
un
propósito y unas
técnicas evolutivas
excepcionales y que sobre y dentro de él se está llevando a cabo un
gran experimento redentor.
En
esta cuarta ronda el reino humano es de primordial importancia
por
el hecho de contribuir
activamente
a
la evolución
planetaria.
El
cuarto
reino
fue
creado para hacer de intermediario y
tender
el Puente de Unión,
entre Espíritu
y materia,
activando de esta forma la
evolución de
los reinos elementales
precedentes,
convertirlos
en “hombres conscientes” y señalarles la meta superior
que
conduce a la Liberación de la materia.
Habiendo
llegado
actualmente a
un estado
de consciencia en
que muchos seres humanos están preparados para asumir mayores
responsabilidades para
con la evolución planetaria, se nos ofrece la oportunidad de
demostrarlo,
cada
cual en el sector donde el destino o el propósito de su alma lo haya
ubicado y
según su capacidad,
preparación
interna y tendencias personales. Toda
alma que se ha iniciado en el Sendero de Retorno (y
todo
aspirante espiritual que
ha
entrado en él lo
es)
encarna con un propósito definido
de
redención de sí mismo y de servicio.
Al
asumir
tal responsabilidad deberemos
aventurarnos por caminos no
trillados,
dejarnos
guiar sin
temor
por
la
voz de la consciencia y una
mente superior e
intuitiva.
Si
respondemos a tal insinuación nos
adentraremos
en zonas secretas dentro de nuestro
propio ser,
donde hallaremos
respuestas
a preguntas que nos
hicimos
en el pasado, entonces
descubriremos
lo que oculta
la oscuridad
y
los misterios
dejarán
de serlo,
naciendo
cuando
el tiempo sea llegado,
una nueva y más real comprensión del
propósito
que indujo al Logos a crear
este
mundo
donde
impera
la Ley del karma
y
a la cual estamos
sometidos todos los seres que vivimos y evolucionamos en él.
Por
otra parte, sabemos que
la evolución se desenvuelve en un septenario de Energías y que el
Centro de equilibrio o eje central situado entre los opuestos lo
constituye el número 4.
Daros
cuenta de su
importancia
en estos tiempos que nos ha tocado vivir. Si
aplicáis correctamente la Analogía con
todo cuanto forme parte de la evolución, desde
lo más grande hasta la partícula más pequeña, veréis la
estrecha relación que
existe entre el
Todo
y el reino
humano,
entonces
comprenderéis de una forma totalmente
impersonal y
desapegada que
la
Consciencia
no
es individual, sino que es
Universal.
Ved
algunas
correspondencias vinculadas
al
número 4 y
al reino humano dentro
de cualquier septenario:
El cuarto plano
Búdico o Intuitivo, la
Razón pura.
El
cuarto chacra, el Cardíaco.
La
cuarta Iniciación de
la Renunciación.
El
cuarto rayo de
Armonía a través del Conflicto.
El
planeta Mercurio, !El Mensajero de los dioses! portador del 4º Rayo.
La
cuarta Jerarquía Creadora de Mónadas Humanas.
Dentro
de la escala musical,
es
la
nota,. (
do - re - mi- FA
-
sol
– la – si )
Estas
correspondencias y otras muchas nos muestran la naturaleza y los
puntos de contacto relacionados con el reino humano y entre ellos.
Cuando
despierta el centro Cardíaco se produce la
conexión
con el cuarto
plano
Búdico, a
partir de aquí aflora
la Intuición superior
y la Paz
que da el Amor.
Al
recibir la
Cuarta
Iniciación se
destruye el Cuerpo Causal, el vehículo
utilizado por el Alma en encarnación, este
es
el último
y
menos denso
de
los cuerpos que le han sido necesarios a
la Mónada
para poder acceder
y ser
plenamente consciente en los mundos de la materia.
Habiendo
alcanzado el estado de Arhad
ha
dejado de pertenecer al cuarto
reino
y
el que había sido humano, entra en el Quinto
Reino
como
un Alma Liberada.
Cuando
nos
adentramos por primera vez en el servicio,
nos
planteamos muchas
preguntas
trascendentes
sobre
la
evolución de la conciencia y
aunque
estemos
interesados
en
servir a
la humanidad, en un principio lo hacemos pensando en
nosotros mismos, porque
queremos
encontrar
respuestas que nos orienten y
señalen
el
camino a seguir, sin
acordarnos que el que,.. el camino se hace al andar.
El
destino de los
seres humanos que
siguen
el Sendero del Servicio,
consiste
en liberarnos
para convertirnos
en liberadores.
El
reino Humano es
el Arquetipo superior del reino animal, ejerciendo un potente
magnetismo que atrae a las especies más avanzadas hacia sí mismo
hasta conducirlos
a las puertas de la individualización.
Es
a
través
del reino humano desarrollado espiritualmente que
es
posible la comunicación y
el encuentro
entre los reinos de la naturaleza elementales
y los divinos, de
ahí
que al ser
humano entregado al servicio de la humanidad
se
lo considere
! un
mensajero
de los dioses!.
Vivimos
largo tiempo debatiéndonos en
la dualidad dentro
y fuera de nosotros mismos queriendo
hallar el
centro
de
equilibrio donde
se
harmonizan los opuestos,
hasta
alcanzar
aquel
estado de consciencia
donde confluyen todas las polaridades y entonces
surge
el Hombre Nuevo con plena Conciencia
de Unidad.
Marta
Parramon Elies
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