sábado, 7 de agosto de 2021

El Sendero de Rayo y la Curación esotérica!



 Cuando nos iniciamos en el estudio sobre Curación esotérica generalmente pensamos que una vez los hayamos adquirido y conozcamos ciertas técnicas podremos empezar a curar, pero el conocimiento por si solo ya sabemos que no es suficiente.

Todo estudiante de esoterismo que desea penetrar a fondo en su verdadero significado ha de saber que cuando tratamos sobre curación esotérica nos estamos preparando para penetrar en la consciencia de los seres humanos que algún día tendremos que curar, lo cual significa que la curación debería realizarse desde el alma, no desde la personalidad.
Un verdadero curador esotérico no debería centrarse en los efectos de la enfermedad sino en las causas profundas que la han producido. El cuerpo físico tan solo revela los síntomas, los efectos de una causa interna producida en algún nivel de consciencia del paciente.
Las causas pueden haberse generado en aquella encarnación presente, aunque generalmente provienen del pasado, en realidad son el fruto de nuestras acciones equivocadas que se presentan de nuevo en esta vida para darnos la oportunidad de rectificar y ser trascendidas.

Sabemos que el karma es el fruto de nuestros estados de consciencia, físicos, astrales, mentales o espirituales. Pues no olvidemos que el karma no se presenta únicamente a nosotros como consecuencia de los errores cometidos, sino también de las buenas acciones, tan solo es la consecuencia de nuestros actos, es la Ley de Causa y Efecto o de Retribución, que retorna siempre como un boomerang, es algo que hemos generado nosotros mismos y que mientras no nos hayamos liberado del reino humano y hayamos redimido la materia de nuestros cuerpos, volverá a nosotros una vida tras otra. Esta es la razón de que a medida que purificamos nuestras vidas y aprendemos a amar incondicionalmente la vibración de nuestros cuerpos es cada vez más positiva, atrayendo más cantidad de devas solares que sustituyen a los devas de las sombras. Lo cual significa que al desalojar materia densa, nuestros vehículos serán más saludables.

Cuando hablamos sobre curación esotérica debemos tener muy claro que no es suficiente con tener grandes ansias de servir y ayudar a los demás a librarse del sufrimiento, ni conocer las técnicas que precisamos para llevarlo a cabo. No podemos curar por el simple hecho de sentir compasión.
Hoy en día debemos saber como prepararnos para atraer a los Devas de Curación, de que forma deben ser invocados y cuál ha de ser nuestra actitud interna para que acudan a nuestra llamada.
En primer lugar, no todos los seres humanos pueden curar, los motivos pueden ser diversos, ya sea por razones kármicas, porque no hemos alcanzado el nivel de consciencia que nos permite hacerlo o porque el propósito del alma va en otra dirección.
Actualmente si estamos capacitados para curar no podemos hacerlo como los curanderos del pasado, los cuales es innegable que la mayoría ponían el corazón en ello. Sin embargo en nuestra época debemos aprender a utilizar la mente además del corazón y saber que estamos tratando con energías angélicas de una evolución muy superior a la del ser humano. Tendremos que mantener nuestra mente y corazón enfocados en la persona enferma mientras dure la curación, sabiendo a cada instante que los devas están realizando su trabajo y nosotros no debemos interferir con ningún pensamiento ajeno al momento presente y especialmente desarrollar la sensibilidad espiritual que nos permita ser conscientes del cual es la respuesta de los Devas cada vez que los invocamos.

Nuestra mente debe ser positiva desde el mismo instante en que se nos pide ayuda y sabiendo que, *La energía sigue al pensamiento*, jamás deberíamos visualizar un órgano enfermo si no todo lo contrario, de esta forma estaremos colaborando y no interfiriendo en la curación que van a realizar los devas. Es necesario conocer como funciona el organismo humano aunque la curación la realicen los devas y no sea física, sino que se originó en el cuerpo astral o el mental, de esta forma la visualización de los órganos y su función será siempre la correcta.

Durante los días, semanas o el tiempo que sea necesario para restablecer la salud del ser humano, deberemos mantenernos en constante contacto con los devas. Si dejáramos de invocarlos, ellos se retirarían.
Por otro lado, si queremos curar tenemos que estar muy precavidos, sabiendo que cada enfermedad es una entidad y que si conseguimos liberarla del cuerpo del enfermo, (cosa poco probable a no ser que tengamos una preparación muy superior) corremos el riesgo que penetre nuestro cuerpo, si es que antes no conocemos la técnica de protegernos y la forma de destruirla. Pues no sería nada inteligente ni compasivo liberar a una de estas entidades y dejarla flotando en los ambientes circundantes, pues al cabo de un momento habría ocupado el cuerpo de otra persona o una vez expulsada del cuerpo que poseía, seguiría atenta esperando el momento oportuno para volver a introducirse en él.
La mayor protección que podemos poseer es la pureza de los tres vehículos y la compasión que nos une al grupo interno y al Maestro.
El conocimiento del Rayo del Alma y también de nuestra personalidad, (la cual será utilizada por el Alma cuando esté integrada y dedicada al servicio) es imprescindible para conocernos a nosotros mismos y saber cuál es la técnica de curación que deberemos emplear si es que este es nuestro propósito. Conocernos a nosotros mismos significa conocer cuál es nuestro Sendero y nuestro cometido en esta encarnación.
Cuando hemos desarrollado la compasión debido al desarrollo del centro cardíaco, nos llega la oportunidad de curar sin haberlo buscado, significa que el magnetismo que irradia nuestra aura es lo suficientemente puro como para iniciarse en el proceso de curación.

Siempre que investiguemos sobre la propia consciencia deberíamos estar muy atentos por dentro y por fuera de nosotros mismos, sabiendo que lo que nos ocurre o lo que somos externamente son los efectos de unas causas. Seamos atentos observadores de nuestra propia consciencia., estudiemos las características de cada Rayo y cuanto más profundicemos más nos identificaremos con el propio. Tened presente que el Alma únicamente posee consciencia grupal y no le interesan las cosas mundanas. El Alma es Una.
Sabéis que existen los grupos egoicos de los cuales formamos parte. Somos Almas que vinimos a oleadas a la manifestación para cumplir el propósito de nuestra Mónada espiritual.
Cada grupo egoico procede de uno de los planetas sagrados, el cual personifica una energía de Rayo, aunque no todos los Rayos están en manifestación, sino que se alternan cíclicamente.
Daros cuenta de que como almas no somos terrestres, nuestro verdadero Hogar no es la Tierra.
Cuando conozcamos a que rayo egoico pertenecemos sabremos de qué planeta o Señor de Rayo formamos parte, cuál es nuestro Sendero y que misión nos corresponde realizar en la Tierra, pues cada planeta sagrado distribuye al resto del sistema uno de los 7 Rayos.
¿Sabemos de donde venimos y a donde regresaremos algún día como Hijos Pródigos a la Casa del Padre, de donde surgimos como una Unidad para manifestarnos en infinidad de chispas divinas esparcidas por el mundo? ¿Provenimos a caso de Júpiter como egos de 2º Rayo?... ¿o de Saturno, Señor del 3.er Rayo?… Actualmente está viniendo una oleada de egos de 7º Rayo debido a la influencia de Urano, el Señor del 7º Rayo regente de Acuario.


Una frase que se dice en La Sabiduría Eterna es esta
*Hombre, conócete a ti mismo como al Uno imperecedero*

Marta Parramon Elies



En el libro del Maestro Tibetano sobre Curación Esotérica podéis encontrar la técnica de curación utilizada para cada tipo de Rayo si es que estáis interesados

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