martes, 25 de febrero de 2025

Vida y Energía términos sinónimos e intercambiables !


Todo cuanto vive y evoluciona es energía, desde la más diminuta partícula atómica hasta un universo, con su contenido de galaxias, estrellas y sistemas solares.
¿Alguna vez nos hemos preguntado que significa la Vida?
¿Acaso la podemos identificar con el Ser al que le damos el nombre de Dios? ¿Cómo podemos conocer y comprender esta Vida sabiendo que es Energía?
La Ciencia materialista todavía se resiste a aceptar la trascendencia interesada únicamente en aquello que puede demostrar, negando sistemáticamente la existencia del alma y que exista vida más allá de la muerte. Sin embargo, desde hace algún tiempo están experimentando con fuerzas invisibles al ojo humano, lo cual indica que se están adentrando en dimensiones ocultas, allí donde el ojo físico no puede ver ni aun con sus sofisticados instrumentos de laboratorio.
Siendo almas encarnadas dedicadas a la Ciencia, su misión consiste en extraer de los mundos ocultos las verdades que esperan ser reveladas, hacerlas visibles y concretas y así demostrar al mundo esta Realidad que se halla más allá del plano físico y que, aún para los espiritualistas, ha sido tan solo una teoría.
Los científicos desde su perspectiva y lenguaje científico han de espiritualizar la Ciencia y a la vez, quienes siguen encerrados en sus creencias espirituales, deberán abrir sus mentes a los nuevos descubrimientos científicos, e interpretar sus creencias desde una nueva perspectiva de acorde a los nuevos tiempos.
Desde que se produjo la liberación de la energía atómica, la ciencia está penetrado en zonas donde hasta el momento no le era permitido acceder, descubriendo los secretos de la materia y empezando a desvelar sus misterios. La gran mayoría todavía no reconoce la realidad de la Vida que subyace en todo cuanto existe, desde el macro hasta el microcosmos y niega sistemáticamente que exista algo más de lo que pueda ser demostrado. En este rechazo erigen un muro de separación entre la Vida y la forma, siendo evidente su enfoque materialista, manifestándose en una especie de ignorancia que no les permite ver la realidad en toda su plenitud, ni encontrar respuestas a muchas preguntas que les quedan incompletas y que de otra forma hallarían.
Sin embargo, a medida que transcurre el tiempo y debido a sus progresivos descubrimientos, va aumentando en el planeta el número de científicos que empiezan a plantearse preguntas desde el ángulo filosófico y sobre la posibilidad de que exista una Fuerza superior Creadora que sea la causa de la Vida, el movimiento y la evolución universal. (no en sentido místico, sino científico).
Aunque exista oposición de parte de las fuerzas oscuras en dar a conocer a la humanidad las grandes verdades que hasta el momento son desconocidas por la gran mayoría, llegará el momento en que la ciencia de mente abierta, dará a conocer al mundo la continuidad de consciencia en otras dimensiones del espacio después de la muerte física. Que la muerte no existe tal como la entendemos, pues el verdadero ser humano que somos en esencia, no muere, únicamente se despoja de unos vestidos de carne y hueso que ya no están de acorde a su medida. Entonces, cuando estas verdades sean reconocidas, los seres humanos perderán el miedo a la muerte y se abrirá ante ellos un grandioso campo de investigación y conocimiento, puesto que ya no estará oculto ni prohibido por quienes gobiernan en la oscuridad y porque será un hecho mundial el reconocimiento de la existencia del Alma.
Al hacernos preguntas sobre el origen de la Vida, quizás sea muy osado el querer saber y aún más, conocer Su procedencia, puesto que para el ser humano es prácticamente imposible, sin embargo, existe un sistema de acercamiento que nos puede dar una ligera comprensión si somos atentos observadores y si sabemos aplicar correctamente las analogías entre el macro y el microcosmos, entonces, la comprensión irá emergiendo a la superficie de nuestra consciencia.
De nuevo nos preguntamos: ¿Cómo podemos, al menos, intuir la presencia de esta Vida? Los artistas y místicos de todas las épocas siempre han reconocido a Dios en Sus creaciones y especialmente en la atenta y amorosa observación de la naturaleza donde pueden sernos reveladas grandes verdades.
Cuando la Ciencia y la Religión se reconcilien o complementen, surgirá en las mentes y los corazones de la humanidad una nueva concepción de la Realidad. La ciencia ha dado al mundo muchísima información sobre el macro y el microcosmos, aunque en muchas ocasiones, incompleta y esta información para quienes son intuitivos y saben aplicar la ley hermética de la analogía, puede darles muchas respuestas a preguntas que, para la ciencia, quedaron en el aire. Su aplicación posiblemente no sea exacta, pues hay que tener en cuenta la magnitud y la distancia evolutiva que existe entre lo mayor y lo menor. Sin embargo nosotros sabemos que el entero universo se rige por unas mismas leyes divinas. Lo dijo Hermes Trismegisto,.."Igual es arriba que abajo, e igual es abajo que arriba”. Cuando hayamos desarrollado la capacidad intuitiva encontraremos el hilo de conexión que existe entre lo divino y lo humano.
Somos una pequeña parte de esta Vida mayor que lo compenetra todo y en la observación del mundo que nos rodea podemos llegar a identificarnos con el resto de la creación. Lo de afuera está dentro y lo de dentro está fuera. Es así como podemos llegar a la comprensión de que las separaciones tan solo existen en las mentes del ser humano, en lo externo. La Vida es Una y nosotros formamos parte de ella.
En la observación de una galaxia, de un sistema solar, de un ser humano, o de un átomo... en todo cuanto vive y evoluciona existe un núcleo central de energía, una ígnea radiación atómica que es la causa del movimiento que permite la vida y su desarrollo y se expande, abarcando todo hasta sus límites vivificando a las entidades que constituyen sus cuerpos.
En general únicamente vemos lo externo, lo más material de la entidad de la cual somos una pequeña célula, como es el caso de nuestro sistema en que el Logos solar infunde Vida, Calor y Movimiento a todo Su cuerpo manifestado desde Su mismo Centro. Si por un momento la atención de la Entidad que anima las formas se retirara, el cuerpo se disgregaría en su totalidad. La materia volvería al depósito universal de energía y la Vida se mantendría intacta y eternamente presente. Vida y Materia son indestructibles. La Vida permanece, la Materia se trans-forma. Los ciclos de actividad y reposo, de extroversión e introversión se van sucediendo rítmicamente. Al retirarse la Vida ya no existe radiación vivificadora ni la fuerza de atracción o magnetismo que mantenía los átomos del cuerpo vibrando a lo unísono formando un solo organismo. El Espíritu y la Materia son dos extremos de un mismo Ser, manifestándose por una parte, en lo más denso y por el otro extremo en lo más sutil. Siempre estrechamente unidos, aunque aparentemente separados mientras están en manifestación, cada cual cumpliendo la función que le corresponde y en direcciones opuestas mientras no se ha desarrollado plenamente la consciencia.
Nada de lo existente muere, todo está en proceso de constante transformación.
La radiación central que vivifica a todo átomo, humano o cósmico, indica la presencia de la Vida. Lo podemos interpretar dándole otros nombres y cada cual lo verá desde su propia perspectiva. Algunos verán en esa Luz que van percibiendo en su interior la presencia de Dios, otros la llamaran Energía, Espíritu, Presencia, o Vida, el nombre no importa, porque en esencia es lo mismo.
Cualquier ser viviente lleva dentro de sí esta Luz y si estamos muy atentos la podemos percibir en toda la creación, no porque hayamos despertado la clarividencia superior, sino porque al descubrir la propia luz en nuestro interior la reconoceremos en lo/los demás. Nada superior externo a nosotros puede ser percibido si no es porque ya forma parte de nuestro ser.

Cuando la dualidad se haya disuelto, se nos revelará la Unidad esencial de la Cual formamos parte, entonces comprenderemos el verdadero significado de la Vida, que es Espíritu.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La Teosofía en la Nueva Era !