viernes, 3 de octubre de 2025

El Centro de equilibrio !


Reunión grupal en la Asociación de Amigos de la India de Barcelona, Catalunya (España) 1985.

Durante los estudios esotéricos que estamos realizando sobre Teosofía desde hace más de dos años nos hemos ido introduciendo en zonas inexploradas y aunque al principio quizás nos ha parecido difícil de entender, sin embargo al profundizar en la meditación y al reflexionar grupalmente, ha ido surgiendo en nuestra consciencia una mayor comprensión del significado interno, haciéndose más comprensible y cercano lo que en un principio parecía inalcanzable.
A medida que avancemos en el estudio introduciremos el conocimiento sobre las Energías, lo cual es indispensable en el camino superior que hemos emprendido. Aprenderemos la forma como utilizarlas y dirigirlas, además añadiremos el estudio sobre el reino Angélico, pues es preciso tener siempre presente que las energías son esencialmente dévicas aunque también se puede hablar de las energías sin hacer mención a los devas. 

El conocimiento sobre los misterios que oculta la Sabiduría Eterna es energía, que en su sentido esotérico, es Fuego. Esto significa que un exceso de conocimiento es perjudicial para el grupo o para el discípulo individual si la comprensión extraída de dichas enseñanzas es retenida y si no es compartida, puesto que no podemos detener su fluir y cuando lo pretendemos creamos una gran fricción que literalmente, nos quema.
Entonces, al empezar a analizar el tema propuesto lo primero que nos viene a la imaginación es el signo de la balanza, es la imagen más idónea y que puede servirnos de ejemplo o de analogía. Sabemos que el equilibrio es necesario y esencial para todo en el diario vivir y de forma muy especial cuando estamos siendo sometidos a pruebas kármicas en que nos debatimos entre la luz y la oscuridad, dándonos la oportunidad de situarnos conscientemente por encima de los pares de opuestos. Si las pruebas son superadas nos permitirá introducirnos en el centro de nosotros mismos y nos facilita el poder observar en perspectiva quienes somos realmente, saber cual es el estado evolutivo alcanzado y hacia donde nos dirigimos.

Cuando hay lucha en nuestro interior siempre va implícita la indecisión y el miedo, oscilamos de un platillo de la balanza al otro y esto ocurre porque nos sentimos atraídos, ahora por los valores materiales, ahora por los espirituales, o sea que tenemos consciencia del bien y del mal. Sin embargo, nos da un miedo terrible tomar la decisión definitiva que implique un cambio permanente, puesto que lo conocido nos da seguridades, no ocurre lo mismo en el camino ascendente que es de una gran inseguridad, por esta razón nos da miedo adentrarnos en él.
Si lo que pretendemos es hallar el equilibrio, la solución no consiste en tomar partido, en desplazarnos totalmente hacia un platillo u otro, sino en situarnos por encima y en el mismo centro, en el fiel de la balanza, justo en el punto medio, y esto no es nada fácil.
Al unirse los opuestos surge algo nuevo y desconocido, tal como ocurrió cuando el Primero y el Tercer Logos se unieron para dar Vida al Segundo Universo, el nuestro. Fue de la fusión del Primero y el Tercer Aspecto (Espíritu y Materia) que surgió a la manifestación, el Hijo, el Aspecto Consciencia. Tres Aspectos superiores que son la manifestación de los tres Fuegos: Fohat o Espíritu. Solar o Alma, y Kundalini o Fuego de la Materia. De igual forma en el microcosmos ocurre con el ser humano, cuando un hombre y una mujer se unen para traer un hijo al mundo.
Cuando el principio masculino y el femenino se fusionan, la dualidad se equilibra y en esta unión se produce la síntesis justo en el centro, donde todos los opuestos se reconcilian y desaparece el conflicto.

La meta del ser humano consiste en ser libre, sin embargo, hasta que no nos situemos por encima de los opuestos seguirá existiendo dualidad y por lo tanto el desequilibrio. Más adelante seguiremos ascendiendo por la escala evolutiva buscando una libertad cada vez más trascendente hasta alcanzar la total Liberación.
Mientras no hayamos ascendido al 5º reino de las Almas Liberadas estaremos estrechamente unidos al aspecto Conflicto del 4º Rayo, pero cuando en nuestra consciencia florezca el Equilibrio, hallaremos la Armonía en nuestro interior y descubriremos que esta Realidad existe en toda la Creación.
Daros cuenta que con el desarrollo de la mente surge una mayor necesidad de libertad. Una libertad que tiene diferentes matices y grados de expresión según el estado evolutivo alcanzado. No es lo mismo libertad que Liberación. La total liberación únicamente la podremos alcanzar cuando el yo personal se haya desapegado del aspecto material de la existencia, los apegos son la mayor prisión que nos hemos construido nosotros mismos.
El cultivo de unos ideales superiores nos conduce a la Liberación. Ya no es un deseo de libertad personal lo que buscamos, sino que este anhelo proviene de una demanda interna, del Yo superior que se aproxima al centro de los opuestos con el fin de liberarse. La mayoría de seres humanos saben lo que significa la libertad, en teoría, pero no como una auténtica vivencia y esto no es suficiente.

¿Cómo podemos liberarnos y qué significa la Liberación?
Cuando hemos experimentado al máximo con los apegos personales y nos seguimos sintiendo vacíos, llega una vida concreta en que nos damos cuenta de que hemos estado buscando la libertad por un camino equivocado. Nos hemos aprisionado nosotros mismos aislándonos de los demás, levantando barreras a nuestro alrededor para defender lo que creíamos que era la libertad. Entonces es cuando nos planteamos un cambio de rumbo porque en nuestro interior sigue habiendo una especie de añoranza de "algo" que en principio no reconocemos, pero que nos impulsa a buscar en la dirección opuesta a la que nos habíamos orientado hasta el momento. Esta añoranza es el recuerdo inconsciente de nuestros orígenes divinos hacia los cuales nos dirigimos una vez hemos entrado en el Camino de Retorno.
Los valores materiales son temporales e ilusorios y jamás podrán llenar este vacío que sentimos en nuestro interior. En la atención puesta en el centro cardíaco hallaremos la clave de la liberación, porque únicamente en el corazón existe el perfecto equilibrio y es aquí donde se produce la síntesis de todos los opuestos.
Cuando el iniciado recibe la cuarta iniciación la individualidad desaparece y se convierte en un Arhad, un Adepto dentro de la Jerarquía espiritual, entonces es liberado al Ángel solar de su enorme sacrificio habiendo cumplido su misión de conducir al hombre hasta el Centro de Paz donde no existe la dualidad ni el conflicto, este “Lugar” es el plano Búdico.
Esta es la verdadera Liberación que los seres humanos vamos conquistando a través de infinidad de encarnaciones, incorporando paulatinamente en nuestras vidas esta paz que surge de lo más hondo del corazón y que algún dia sentiremos en nuestro ser como algo inmenso que lo compenetra Todo sintiéndonos parte de Ello.

Marta Parramon Elies


Comentarios

El centro de equilibrio que tanto nos cuesta encontrar en un mundo revuelto en que, quizás lo que menos exista es precisamente eso, equilibrio.
Partimos de la conciencia de masas a la individual y de esta volvemos a la grupal. En un principio necesitamos que nos guíen y tomen responsabilidades los otros. Con el tiempo vamos experimentando que es absurdo ser lo que otros quieren que seas y necesitas ser tu mismo. Empiezas a sentirte diferente y eres criticado e ignorado por la masa. La soledad empieza a hacer mella en ti, pero no estás dispuesto a dejar de ser tú, ya que has experimentado tu individualidad y la consideras primordial en tu vida. Dependiendo de la fortaleza de carácter, quizás sufras, pero te niegas a ser como los otros, puesto que empiezas a creer que no eres como los otros. La soledad te abruma, cada vez pesa más y atraviesas crisis personales. Te consideras de otro planeta y no entiendes que no pueda existir gente como tú, que no se deje llevar por la conciencia de masas y la manipulación por parte de algunos. Reflexionas y ves que siendo como los otros no eres feliz, pero al mismo tiempo siendo tu mismo tampoco acabas de encontrar esa felicidad tan anhelada. Sí, es cierto que te encuentras más cómodo siendo tu mismo, pero te desesperas viendo como no puedes compartir tu forma de ser con los demás. Llega un día en el que dejas de pensar tanto en ti mismo y enfocas tu atención en los demás. Ves que la gente tiene sus problemas aunque los oculte y haga ver que es feliz. Intentas ayudar a alguien cercano a ti y, sin darte cuenta, vuelves poco a poco a relacionarte con otros. Con el tiempo te relacionas cada vez con más gente y no te encuentras tan diferente a ellos. Un día reflexionando sobre ti llegas a la conclusión de que esa felicidad que tanto busca la gente y que tú creías que encontrarías buscándola en solitario no existe. Vuelves a intentar ayudar a los demás y en un momento de lucidez descubres que es en la felicidad ajena donde encuentras la tuya propia. Descubres que cuanto más piensas en ti mismo, más te alejas de lo que deseas, y es cuando piensas en los demás cuando empiezas a encontrar una profunda satisfacción que te complace y llena. Después de un largo periodo entiendes que vuelves a pertenecer al grupo pero de forma diferente. Ya no te molesta asumir responsabilidades y actúas igualmente de acuerdo a tu individualidad y diferenciación como ser, pero buscando el resultado en el beneficio del grupo, no en el propio.
Conciencia de rebaño (de masas) — conciencia individual — conciencia grupal.
Gracias Marta por este interesante artículo.
Un fuerte abrazo
Neus

Respuesta

Es muy difícil poder mantener el equilibrio al principio de haber emprendido el camino espiritual. A veces nos sentimos como si estuviéramos en la cuerda floja, sin embargo, a pesar de la incomprensión que podamos padecer en este mundo que nos rodea, cuando actuamos de acuerdo a los valores superiores, el Maestro nos tiende la mano dándonos la fortaleza y seguridad que necesitamos.
El Maestro Tibetano nos da una invocación para meditarla en profundidad. Las tres últimas frases son esenciales: (el olvido de uno mismo, la inofensividad y la correcta palabra.)
Un problema que surge en el camino del discípulo y que a veces lo desanima y retarda su avance es que quisiéramos que los resultados de nuestro esfuerzo fueran inmediatos. Quizás pensamos que actuando correctamente durante una corta temporada será suficiente para purificar nuestros vehículos y convertirlos en instrumentos puros para el Yo superior, pero para que las células y átomos de nuestros cuerpos físico, astral y mental hayan podido regenerarse totalmente, antes tenemos que haber trascendido el karma que nos limita. Este karma son las tendencias provenientes del pasado y que nos impiden avanzar en el camino. Tienen que pasar como mínimo siete años antes, no haya cambiado la vibración de nuestros cuerpos. Suponiendo que hayamos sido constantes en el esfuerzo.
Es cierto que en el camino del discípulo se siente una creciente soledad a medida que avanzamos. Sin embargo, esta soledad es compensada cuando el olvido de uno mismo empieza a ser una realidad en nuestras vidas, entonces la consciencia se enfoca en lo interno y allí descubre que como Alma superior jamás está sola, porque el Alma es Una, que expande Su Luz hacia todos los seres humanos aunque su consciencia se cree individual al principio de su evolución.
La soledad es dura de soportar cuando lo que deseamos es el contacto personal con quienes nos rodean. El Sendero superior no es fácil de recorrer, pues para poder dar los pasos hacia la Liberación tendremos que renunciar a muchas tendencias personales. Ello debe ser así si lo que deseamos es ascender al reino superior del Alma Liberada. Cada reino de la naturaleza avanza dejando atrás lo vivido, incorporando en sí mismo paulatinamente la consciencia del reino superior.
Cuando hacemos referencia al olvido de uno mismo, no significa que nos tengamos que abandonar como personas, sino, desapegarnos de lo que nos condiciona y entorpece el camino para que sea el Yo superior quien dirija nuestras vidas y no los elementales de nuestros cuerpos.
El primer paso consiste en desapegarnos de los valores materiales, la voluntad de mantenernos firmes en nuestros principios superiores y el olvido de nosotros mismos. Una vez conseguido y demostrado como algo permanente, nos viene la recompensa en forma de expansión de consciencia y la oportunidad de servir al Maestro.
Gracias por tu valioso comentario

Un fuerte abrazo

Comentario

Me encontré en la entrega. Cuando empecé verdaderamente a dar, a compartir todo lo que venía a mi vida vía mis blogs para no molestar a nadie en directo, todo cambio. Mi vida se equilibró, se dirigió hacia donde en el fondo siempre quise ir... ayudar a los demás. Fue una época donde me abandonaron muchas cosas y personas, pero hoy ha vuelto tanto a mi vida, que en oración, solo sé decir: Gracias.
Gracias a ti también Marta por tus magníficos artículos, me gusto tu comentario.
Un fuerte abrazo

Respuesta

Tu experiencia es la que vivimos todos los seres humanos que hemos decidido ir contra corriente en una sociedad que en general es superficial, competitiva e insensible hacia los valores superiores.
Cuando decidimos dar el paso definitivo hacia una meta superior nuestra vida cambia de rumbo, entonces atraemos energías de superior vibración espiritual que hasta el momento nos eran desconocidas.
Al ascender en la escala evolutiva nuestra radiación aumenta en intensidad, produciendo alteraciones de todo orden con quienes estamos relacionados, porque las energías que expande un ser avanzado a través de su aura son transformadoras. Cuanto más avanzado es un ser humano más dificultades tiene para poder congeniar con la mayoría de la humanidad. Su radiación superior no puede ser asimilada por quienes no están preparados para resistir una mayor potencia espiritual y porque las cuestiones personales para él dejan de ser el pan de cada día. Entonces se produce un rechazo de su entorno o a la inversa, se produce atracción y poder de comunicación superior que supera la relación establecida hasta entonces. La consecuencia de este cambio produce rupturas y separaciones porque se cambia la forma de pensar y de entender la vida, adquirimos nuevas amistadas y nos relacionamos con nuevos ambientes que vibran en una misma sintonía y están más de acorde con lo que somos.
Cuando se produce un cambio en la consciencia, también cambia nuestro entorno, ya sea por atracción o por repulsión.
Este es un tema para reflexionar cuando nuestra vida se ha vuelto estática. Cuando la rutina es la norma de la vida y nada cambia de manera substancial, es señal de que estamos deteniendo nuestra evolución y a la vez, interferimos en la de nuestro entorno y en el avance de la humanidad en conjunto. La vida del discípulo está llena de limitaciones y frecuente soledad, sin embargo, en su interior cada vez se siente más cerca de sus semejantes.

Un fuerte abrazo


La Teosofía en la Nueva Era !