lunes, 13 de octubre de 2025

Romper los límites para despertar !

 

 

Traducción del Catalán al Español publicado en el bloc “Teosofía Rama Armonía”. Reunión grupal en la Asociación de Amigos de la India de Barcelona, Catalunya (España) 1990

Empezaremos haciéndonos una pregunta de suma importancia para el aspirante que ha dado los primeros pasos en el Camino de Retorno,.. ¿Qué entendemos por "Despertar"?
Cuando a través del tiempo avanzamos hasta el punto en que la mente está activa ya no tenemos suficiente con los conocimientos que hemos adquirido, entonces empezamos a buscar algo distinto que nos motive y oriente hacia nuevos horizontes. Esta es una época de grandes cambios en nuestra forma de ser y de vivir y aunque todavía desconocemos lo que nos depara el futuro ni lo que realmente queremos, sin embargo, sentimos en nuestro interior una fuerza extraordinaria que nos impulsa hacia algo que hasta el momento no nos había llamado la atención. En general en esta etapa empezamos a ser conducidos desde el alma. Si traemos tendencias devocionales y místicas provenientes del pasado, posiblemente nos orientaremos hacia la religión y la espiritualidad en sus diferentes facetas, aunque depende del Rayo que nos predomine en la actual encarnación y el destino que nos aguarde, la orientación puede ser hacia la ciencia, la economía, las artes, la política, la educación u otra tendencia...Sea cual sea la meta que nos hemos propuesto alcanzar será algo con lo cual nos sentiremos identificados y si no desfallecemos en el intento, una vez alcanzada dará un nuevo sentido a nuestra vida, siendo impulsados hacia adelante en el sendero evolutivo y en sentido ascendente a fin de que rompamos los límites que nos hemos impuesto como personalidades y empecemos a cumplir el Propósito que como almas nos propusimos antes de encarnar.
Sabéis que como estudiantes de esoterismo llegados a cierto estado de consciencia avanzada es preciso que hagamos un recuento de nuestros valores y empecemos a “separar el grano de la paja" a fin de quedarnos con lo esencial.
Daros cuenta de que la forma y todo cuanto existe en la vida de la naturaleza que posea un cuerpo físico, tan solo es la apariencia, el “vestido” que vela la realidad interna. El cuerpo físico tan solo es el efecto de una causa espiritual que yace en el interior de cada forma humana y nos limita la verdadera expresión como almas, pues tan solo es el vehículo de contacto que nos permite relacionarnos y por medio de los sentidos nos conecta con los cuerpos sutiles astral, mental y... espiritual, si lo hemos formado. Aprender a reconocer lo que oculta la forma es necesario si queremos descubrir quienes realmente somos y el porqué tenemos que ponernos este “vestido” que en su apariencia nos hace ser distintos de lo que somos en realidad. Cuando hayamos aprendido a reconocer en nosotros mismos las causas que yacen ocultas tras la forma, descubriremos la Causa que se halla oculta en todo ser viviente, o sea, que nos habremos conectado con el Alma del Mundo.

Al paso del tiempo, toda experiencia proveniente del pasado y de la cual hemos aprendido muchas lecciones, debería ser trascendida. A partir de entonces es cuando frente a nuestra percepción interna aparece una nueva realidad presentida, porque en esta larga búsqueda aún sin darnos cuenta la hemos estado invocando. Este nuevo estado de consciencia nos revelará, Quienes somos en nuestra verdadera esencia, de donde procedemos y cuál es nuestro destino como seres humanos.
Al igual que si hiciéramos un examen de consciencia, deberíamos ser capaces de reconocer interiormente aquello que tiene un mayor significado, lo que consideramos como esencial y más valioso de lo que hemos conquistado y ha despertado en nosotros la inquietud de ir siempre más allá de nosotros mismos hacia un objetivo superior.
Tan solo cuando vaciamos la consciencia de lo que no tiene valor puede haber lugar para lo nuevo que ha de venir.
Una vez hecho el recuento de nuestros valores podremos mirar de frente nuestra propia consciencia y escoger las semillas de más calidad que hemos alimentado y han crecido en nuestro interior y a partir de aquí empezar a Sembrar.
No deberíamos detenernos aunque la vida nos ponga dificultades, (que siempre las hay) la realidad que hemos conquistado a costa de duro esfuerzo nos da la fortaleza necesaria para no decaer. Ahora somos conscientes y habiéndonos convertido en “Sembradores”, tenemos el deber de sembrar en tierra fértil, allí donde las almas anhelantes están esperando acoger las semillas con el corazón abierto.

Un ejemplo que a menudo he puesto es el del excursionista que quiere ascender a una alta montaña (símbolo de elevación espiritual) cargado con su mochila (sus apegos personales) llena de objetos innecesarios.
Pero a medida que asciende cuesta arriba la dificultad es más grande, la fatiga lo detiene, no puede respirar bien y le es imposible seguir adelante. Si quiere llegar a la cumbre no tendrá otro remedio que irse aligerando de su carga, hasta quedarse únicamente con lo esencial e imprescindible y si aún así es mucha la dificultad, (que lo será), tendrá que abandonar la mochila y todas sus pertinencias. Entonces se habrá aligerado totalmente de su carga, se sentirá libre y la ascensión culminará felizmente.
Existen discípulos en probación que desdichadamente, no tienen la fortaleza ni la voluntad superior suficiente para sortear todos los obstáculos que vaya encontrando en el camino ascendente. Habrá quien desista de seguir escalando porque le faltarán las fuerzas o quizás para no tener que desprenderse de sus apegos; físicos, emocionales o mentales, o tal vez, porque le falta la confianza en sí mismo y preferirá dar marcha atrás pensando que lo volverá a intentar en otra ocasión cuando se sienta más fuerte y no tenga tantas limitaciones kármicas. Pero lo que no recuerda es que la montaña está ahí para ser ascendida, que el karma se acumula de una encarnación a otra y tarde o temprano tendrá que trascenderlo y llegar a la cumbre si quiere liberarse y lo más probable es que la oportunidad que se le está dando actualmente no vuelva a presentarse en esta encarnación.
Vivimos inmersos dentro de un escudo que nosotros mismos hemos construido para protegernos de todo cuanto pueda alterar nuestra vida y que hemos ido construyendo con gran esfuerzo. Pero cuando nos dejamos atrapar por lo que hemos conquistado en el mundo material, cuando nos apegamos de tal forma a ello, sin darnos cuenta nos convertimos en las víctimas de nuestras propias seguridades.
Romper los límites no significa que en una encarnación determinada podamos hacerlo sin más aunque experimentemos una expansión de consciencia, sino que se trata de ir dejando atrás a cada instante lo que pertenece al pasado, de lo cual algo hemos aprendido, pero que sin embargo nos limita la libertad.
Toda encarnación requiere renuncias, desde las más personales hasta las más superiores que podamos imaginar; la renuncia a los conocimientos espirituales y al Maestro producen una tremenda crisis de conciencia, son las pruebas más duras y difíciles de pasar, así como la renuncia a la propia individualidad al recibir recibe la 4ª Iniciación y el Arhad se libera totalmente de su consciencia humana para entrar en el reino. Imaginad lo que significa para este Ser tener que desprenderse totalmente de la conciencia adquirida en el largo ciclo de encarnaciones dentro del reino humano. Sin embargo, ahora Sabe por propia experiencia que los planos de la materia tan solo son una ilusión, un sueño del cual ha despertado.
Visto desde la perspectiva actual en que formamos parte del reino humano nos da miedo tan solo con pensar que algún día tendremos que destruir el cuerpo causal y con él nuestra individualidad.

Pero desde la perspectiva superior alcanzada la forma como es vivida dicha renuncia cambia sensiblemente. La Mónada desciende a los mundos de la materia empezando la evolución aquí en la Tierra como mónada mineral, teniendo que renunciar progresivamente a cada reino inferior trascendido para seguir ascendiendo en la escala evolutiva de un reino a otro, convirtiéndose una vez alcanzada la perfección en dicho reino, en una Mónada vegetal, luego animal, humana y súper humana, hasta haber cumplido el propósito por el cual encarnó regresando como Hijo Pródigo al Hogar del Padre, de donde surgió en el principio para adquirir plena consciencia en todos los planos y sub planos donde se desarrolla en este segundo universo la “Consciencia” del Creador.
En cada paso que damos hacia adelante ampliamos la consciencia, expandiendo los límites de nuestro círculo infranqueable ampliando la visión y adquiriendo la oportunidad de ir más allá, siendo la próxima meta un objetivo más amplio, sutil y más lleno de significado. Sabemos que lo que somos hoy es el fruto del pasado, habiéndose sucedido causas y efectos de una encarnación a otra de forma interminable, hasta que a partir de cierta etapa evolutiva empezamos a sintetizar al desprendernos de lo no esencial y a adquirir nuevos y más elevados valores. Además de haber incorporado nuevas experiencias que nos han abierto la auténtica comprensión de lo que significa en su conjunto la evolución planetaria,..el Plan de Logos) Una comprensión que no es despertada únicamente por las enseñanzas que nos brindan los libros sagrados, sino una nueva y más elevada interpretación de su contenido.
Es preciso romper los límites que nos confinan en la inercia del pasado y entrar en la corriente de la nueva era como almas libres del peso que tanto nos condiciona, abiertos a las Leyes divinas que iremos descubriendo y que ya están empezando a regir mundialmente. Cuando nos adaptemos a ellas la Fraternidad mundial se habrá hecho realidad.

Marta Parramon Elles

Comentario
Hola Marta y companys,
Si así es, un camino donde lo importante no es la meta sino el camino mismo. En este sentido, como bien dices Marta, el desapego para llegar a la cima es la clave, desapego que no es resignación sino aquella actitud que no niega la realidad, sino que "sin cerrar los ojos" es consciente de las dificultades, pero las afronta con un corazón abierto que nos da la espontaneidad de la vida.
Siempre me ha gustado la frase "solo hay que reconocer el siguiente paso a dar" porque muy a menudo el exceso de información/ posibilidades/

deseos/aspiraciones/apegos/mente …, nos confunden, y no nos permiten ver algo tan sencillo como el presente más inmediato, aunque solo sea el salir a la calle a comprar algo que necesitamos y por el camino saludar a un vecino, ver una flor o sentir la brisa de un atardecer.
Un abraçada


Respuesta
La simplificación de la propia vida es la clave.
Sabemos que los conocimientos pueden llegar a saturarnos volviendo cada vez más compleja nuestra mente. Con esto no quiero decir que el conocimiento no sea necesario, pero todo tiene sus límites que sin duda deberíamos saber reconocer.
Cuando a menudo hemos hablado de la renuncia o el desapego, no se trata de esperar a ser grandes discípulos para ponerlo a la práctica, se trata de ser capaces de no apegarnos a partir de ahora mismo, de utilizar lo adquirido en el momento oportuno y quedarnos tan solo con lo esencial.
Desde que venimos al mundo y empezamos a ser conscientes, física, astral y mentalmente tenemos que renunciar constantemente a algo, porque la dualidad forma parte de la vida y en este camino siempre hallamos bifurcaciones que nos fuerzan a decidir seguir por un camino u otro, renunciando naturalmente a uno de ellos.
¿Porque sufrimos tanto? Generalmente por la indecisión, porque nos resistimos a escoger uno de los dos caminos, no queremos renunciar a lo que conocemos y nos da seguridades o porque los dos caminos son atrayentes y entonces es cuando nos damos cuenta que tarde o temprano tendremos que escoger un camino u otro. El de la derecha ascendente, pero lleno de inseguridades o el de la izquierda conocido que nos inmoviliza y detiene la evolución o nos hace retroceder. Llegados a cierto estado de consciencia no existe el término medio, únicamente existe el Bien y el Mal.

Frente a este dilema nos damos cuenta que el camino de la derecha conduce a una alta montaña que se debe escalar hasta llegar a la cumbre. Aunque queramos ascender no podremos cargar con todo el peso adquirido por nuestro pasado, porque nada más empezar ya nos habremos rendido. Sin embargo, si no queremos quedarnos rezagados deberíamos perder el miedo y aventurarnos por caminos no trillados todavía
Como he dicho anteriormente, es precisa la simplificación, ser sencillos e inteligentes (como tu mismo comentas) pero libres por completo del peso de los recuerdos, las costumbres, tradiciones y también de la mayoría de conocimientos intelectuales que tan solo reservamos en la memoria como algo concreto y superficial. Hay que desechar lo inservible, aquello que en su momento nos fue útil, pero que ahora ya pertenece al pasado.
Tan solo hay que reconocer el siguiente paso a dar, como bien dices tu... pero para dar este paso tendremos que ser intrépidos a fin de poder afrontar lo desconocido, acostumbrados como estamos a las seguridades, pues el camino espiritual está lleno de misterios que tan solo lo desvelaremos cuando hayamos dado el paso.

Una forta abraçada


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