miércoles, 16 de febrero de 2022

La Tríada espiritual y la relación humano-dévica!

 


*Ángeles y Hombres avanzamos unidos en el espacio produciendo Creación y al final de los tiempos cuando hayamos ascendido al nivel superior en la escala evolutiva nos fusionaremos en una sola Unidad, naciendo de esta unión el Divino Hermafrodita*

Uno de los deseos más fervientes que suelen manifestar los aspirantes espirituales además de encontrarse cara a cara con el Maestro es adquirir poderes espirituales que les permitan establecer contacto con el reino angélico.


No es lo mismo haber desarrollado la visión de los elementales menores y de los espíritus de la naturaleza que establecer un contacto con Devas de superior evolución.
Para contactar con el reino angélico será preciso haber cultivado en nuestro interior un profundo amor sin distinción alguna y de un silencio interior permanente, entonces estaremos preparados para llamar su atención.
Hablar del Silencio parece ser un contrasentido, pero si aprendiéramos a escuchar la Voz del Silencio, que es la Voz del Alma, descubriríamos que esta Voz también emite una nota, una nota o vibración que nos conecta con nuestro Ángel solar, siendo Este el Constructor del Cuerpo Causal, cuya ubicación se halla en el aspecto inferior de la Tríada Espiritual, en Manas.
El contacto con los Devas superiores siempre se produce por el desarrollo del centro cardíaco y el florecimiento del Amor desinteresado que nos conectará con el cuarto plano Budhico.

La Tríada Espiritual nos permite entender la función que ejerce su elevada naturaleza en la evolución del ser humano por medio del Ángel solar. Es la manifestación más densa a que puede descender la Mónada Espiritual.


Todo ser creado en esta etapa evolutiva logoica precisa de tres cuerpos para poder manifestarse, son la manifestación de los tres Fuegos que les sirven para poder llevar a cabo la evolución, siendo la Tríada Espiritual la manifestación de los tres cuerpos monádicos.,
Atma, análogamente al ser humano, es Su cuerpo mental; Budhi, Su cuerpo astral y Manas, Su cuerpo físico. Así como también podemos compararlo con los tres aspectos de la Deidad que son., Voluntad, Amor e Inteligencia.

Budhi es la meta a alcanzar del cuarto reino, es ahí donde hallamos la liberación como humanos, pero antes es preciso haber establecido este silencio que únicamente se produce cuando nos liberamos de la influencia mental concreta, para dar paso a la intuición y esto es posible porque hemos establecido un contacto superior, que no es egoico aunque el Alma haya hecho de intermediaria, sino que la intuición superior, revela un contacto monádico.


El silencio, al igual que el amor u otros estados de consciencia de gran importancia para la evolución espiritual tiene diferentes fases, desde lo más externo hasta lo más sublime.
A través de la meditación es posible que en alguna ocasión en que hemos alineado nuestros vehículos con el Alma, habremos estado tan sumamente atentos y expectantes que algo anormal y desconocido habrá sucedido. Si es así es porque se habrá producido un vacío creador, porque nos habremos situado por encima y más allá de la personalidad produciéndose una quietud total de nuestros sentidos. La sensación viene a ser como dejar de existir y habernos convertido en pura energía fundida con el Todo. Sin individualidad que nos atraiga, sin recuerdos ni atracción alguna por un mundo que en aquellos instantes ha dejado de existir.
Es en este estado cuando se produce la revelación cuando la mente no piensa y al mismo tiempo el ser interno se halla en profunda atención y el silencio es absoluto. Entonces nuestra mónada podrá situarse por encima del Alma y se abrirá ante la visión interna un mundo nuevo totalmente desconocido y más real de quienes somos en realidad, el porqué hemos descendido a la Tierra, cuál es la naturaleza del Plan que la Jerarquía está llevando a cabo por medio de los discípulos y cuál su finalidad. Además, al estar conectados con Budhi empezaremos a intuir el Propósito que existe detrás de la evolución en la Tierra.
La intuición es el estado natural del cuarto plano Búdico, punto central del septenario de energías donde realizamos la evolución por medio de las experiencias en cada uno de los planos y subplanos y donde se revela la relación que existe con todo ser creado. Es el plano de la Unidad, el Centro mayor de equilibrio donde los opuestos se reconcilian.
Todo cuanto podamos relacionar con el número 4 pertenece a la misma energía, aunque a distintas frecuencias vibratorias según el estado evolutivo y la función de lo que observemos, lo cual en su estado superior estará íntimamente relacionado con el Silencio, el contacto Dévico y la consciencia de Unidad.
Cuando accedemos al plano de la intuición se nos permite descubrir la conexión que existe entre el macro y el microcosmos al aplicar la ley hermética de Analogía.
En este estado de consciencia es cuando un científico, un músico, un estudiante de la Sabiduría Eterna o un ser humano que medite y se dedique a la investigación, pueden ser inspirados por los Devas y descubrir algo totalmente nuevo y desconocido para la humanidad.
La creatividad surge siempre del plano Búdico, del Corazón de la Mónada Espiritual y esto únicamente puede emerger a la consciencia cuando debido a la profunda atención se ha producido un vacío interior, un silencio, ya que mientras se esté condicionado por la memoria del pasado no se le revelará nada nuevo.
Quizás este estado de silencio pueda describirse como de éxtasis, algo parecido a lo que experimentaron los grandes místicos del pasado, al igual que un cáliz vacío que espera ser llenado.
Cuando la revelación surge de este punto medio en donde únicamente existe el silencio y los opuestos se equilibran algo nuevo nace en nuestro interior, algo que no tiene forma y que sin embargo, nuestro cerebro deberá saber traducirlo en palabras y en hechos concretos a fin poder aplicarlo a la vida práctica. Entonces el Alma y la personalidad se habrán entregado al servicio del Espíritu.
A partir de entonces Shamballa ya no será una Tierra desconocida sino *el Hogar del Padre* donde se habrá recuperado la consciencia monádica.

Podemos relacionar la libertad con el plano búdico, con la liberación de las fuerzas elementales de los tres mundos que han condicionado toda nuestra existencia y con la capacidad creativa que surge de lo más hondo de nuestro ser cuando el olvido de nosotros mismos, la inofensividad y la correcta palabra nos han convertido en seres originales y libres de los condicionamientos personales.


En este estado el amor no tiene nada de personal pues el significado que entonces le atribuimos va mucho más allá de la consciencia Egoica.
Es en este Silencio que nace del corazón cuando los Ángeles se revelan al ser humano, entonces la relación establecida con el reino angélico ya no es la misma que teníamos con los elementales de nuestros cuerpos a los cuales habíamos tenido que someter a nuestra voluntad para redimirlos, conducirlos hacia su liberación y así poder expresarnos como Almas a través de ellos una vez sumisos y libres de resistencias. Ahora una vez alcanzado el equilibrio ya no existe el conflicto entre los pares de opuestos sino una estrecha colaboración y contactos angélicos.
Dentro de los Ashramas de la Jerarquía existen almas humanas y dévicas, Ángeles que son discípulos e iniciados y otros que son Maestros de Sabiduría, algunos de los cuales forman grupos, entrenando a discípulos en el conocimiento de su reino y sirviendo todos ellos al Propósito del Señor del Mundo.
Aparte de la propia Naturaleza, todo cuanto existe es obra del ser humano. Esto nos tendría que hacer reflexionar en profundidad sabiendo que podemos crear un mundo mejor.
Si nuestros pensamientos, actos y nuestras palabras son más puros emitirán una vibración superior, porque habremos desalojado parte de la oscuridad que nos envuelve, entonces los devas constructores que respondan surgirán de los niveles etéreos más sutiles del espacio dispuestos a construir formas de más elevada vibración espiritual, estas formas serán habitadas por almas más avanzadas que han de ser la flor de la nueva era.
No olvidemos que a medida que liberamos a los devas elementales de nuestros cuerpos estamos liberando al mundo de la materia densa y de un pesado karma.

Marta Parramon Elies


La Teosofía en la Nueva Era !