miércoles, 3 de septiembre de 2025

La hora de la Verdad y el desapego !

 

 


Seguramente que en algún momento crítico como el que estamos viviendo, mundial e individualmente, os habréis preguntado el porqué los seres humanos siempre hemos vivido en conflicto.
Si ha llegado la hora de la verdad, ¿significa que todo lo que se nos ha inculcado a través de siglos, es ilusorio?. ¿Acaso las enseñanzas filosóficas, religiosas, científicas y educativas esconden una verdad que nos ha sido negada hasta el momento?. Lo que si sabemos es que lo que hemos creído o nos han hecho creer que era infalible se está desmoronando.
Sin embargo, la evolución avanza de forma más rápida que en siglos anteriores, una gran mayoría de seres humanos hemos evolucionado hasta llegar a ciertos estados de consciencia capaces de traspasar las barreras que nos han sido impuestas por las fuerzas oscuras que dirigen la evolución planetaria, las cuales basan su poder en fomentar el miedo y mantener en la ignorancia a los seres humanos que todavía no se han preguntado cuál es el verdadero sentido de la vida.
Lo más probable es que dentro de la era de Piscis que estamos dejando atrás hayamos reencarnado más de una vez y en cada encarnación hayamos dado un paso más hacia valores no cultivados anteriormente. En parte, Piscis ha contribuido a orientar la consciencia de muchos seres humanos hacia valores espirituales, la mayoría de ellos con tendencias místicas y profundamente devocionales, hasta al extremo de sacrificar sus vidas por amor a Dios. Pero las religiones que surgieron impregnadas de esta energía pisciana, también han sumergido en las brumas de un mundo falso, dogmático e ilusorio a las personas astralmente polarizadas, (que han sido la gran mayoría) y que desdichadamente se han dejado conducir a ciegas.
Todas las eras que cíclicamente han  ido apareciendo, han contribuido a la evolución del conjunto del sistema y han constituido puntos clave para hacer avanzar a la humanidad. Sin embargo, todo lo creado tiene sus ciclos de nacimiento, juventud, madurez, vejez y muerte y a la era de Piscis le ha llegado su final.
La Era de Acuario está dándonos pruebas visibles de su presencia, trayendo con ella una gran fuerza vital por medio de los éteres de Séptimo Rayo, impulsando a los Devas a construir las formas que han de ir surgiendo a medida que avance la nueva civilización. Es evidente que estas energías acuarianas están trastocando los valores que hemos cultivado hasta el momento, produciendo el desorden mundial que existe por doquier.
Lo oculto y equívoco se está haciendo visible para que nos demos cuenta de que existe una realidad de la cual no éramos conscientes. No me refiero únicamente a las causas que lo originaron, sino a los efectos tangibles y reprobables: a la codicia, la corrupción, la inmoralidad, la usura y las crueles injusticias que están causando tanto sufrimiento al mundo.
Existe una frase que se dice que dijo Cristo refiriéndose a la era de Piscis..."Al final de los tiempos la verdad será proclamada desde los tejados" Naturalmente que no se refería al fin del mundo sino al final de la era. ¿Acaso no es esto lo que se está produciendo en todos los sectores del vivir humano? Está saliendo a luz lo mejor y lo peor de la raza humana. Surge ahora porque inauguramos la nueva era y estamos capacitados para darnos cuenta de cuál fue la causa y cuáles son los efectos cuando se transgreden las Leyes divinas.
Las nuevas tecnologías han proporcionado un campo extensísimo en la comunicación y esto es un síntoma evidente de las influencias de la nueva era de Acuario, la era de las comunicaciones, las cuales nos ponen en estrecha relación con el resto del mundo, pero también con otras dimensiones dentro del sistema y otras humanidades que las habitan y nos ha sido negada su existencia.
Inevitablemente, un cambio de era producen grandes cambios en la consciencia humana, aunque a costa de duro esfuerzo y el sufrimiento de muchos. Pero es que no podemos entrar libremente en la nueva era sin hacer cambio alguno y si no aprendemos por propia experiencia lo que implica el desapego.
"No se puede poner vino nuevo en odres viejos"... Esta frase lo dice todo.
Los cambios se aceleran debido al fuerte impulso que trae el nacimiento de Acuario, unos cambios drásticos que no podemos eludir y que tarde o temprano producirán el nuevo orden mundial del cual no tenemos ni la más remota idea de como se va a desarrollar la nueva civilización, ni como se establecerán las relaciones humanas en el futuro.
Se nos ha dado mucha información esotérica sobre lo que debe llegar a ser la nueva era y los cambios que deberían producirse en los valores humanos, sin embargo, todavía lo interpretamos desde una perspectiva pisciana, aferrados como estamos al pasado. En realidad, somos el fruto del pasado, el resumen de muchas causas y efectos. La adaptación a los nuevos tiempos y la nueva forma de entender la vida y las relaciones, con todo cuanto nos rodea y forma parte de la creación de este mundo, no es un proceso fácil, especialmente para quienes se niegan a aceptar que, llegados al final de cada ciclo de vida, al cual lo denominamos,..muerte, son inevitables, ya sea el final de la manifestación física de una galaxia, de un sistema solar, de una civilización, de un ser humano o de una célula.
Piscis nos sumergió en un mundo de emociones y deseos hasta que el ser humano avanzado empezó a desarrollar la mente y a sentir la llamada de su Yo superior desde el corazón, sin embargo, la mente tan solo la desarrolló un limitado número de seres humanos. Acuario acelerará el desarrollo de la mente, contribuyendo a transmutar las emociones y elevarlas a niveles superiores de consciencia, (aunque en principio dominará la consciencia astral en gran parte de la humanidad). Cuando la era haya avanzado hasta el segundo decanato de Acuario regido por el planeta Mercurio, muchísimos seres humanos habrán fusionado la mente y el corazón, Entonces habremos aprendido otros sistemas de comunicación, no precisamente tecnológicos. Las personas más avanzadas habrán desarrollado los sentidos a niveles superiores en los distintos planos y ya no precisarán la tecnología científica para comunicarse. Sin embargo, todo cuanto descubra en su interior el ser humano de Acuario deberá ser concretado en hechos y formas tangibles, no olvidemos que el Señor del 7º Rayo es el más grande de los Constructores de formas del sistema, Su misión consiste en, ! Hacer descender el Cielo a la Tierra! o sea, en materializar el Espíritu. Esta es la misión de Acuario y la de los discípulos que actualmente están sirviendo a la Jerarquía espiritual del planeta.
Lo que sentimos ahora la humanidad es un gran desconcierto e inseguridad, sufriendo las consecuencias de una lucha tremenda entre dos energías opuestas, dos estados de consciencia que se evidencian en dos grupos de seres humanos cuyos valores difieren ampliamente. Uno de ellos está aferrado al pasado, negándose a desapegarse de lo que cree que le pertenece, no únicamente de lo material, sino de las creencias, las costumbres y tradiciones, y en general de su modo de entender la vida y las relaciones humanas.

El otro grupo se siente con fuerza para afrontar el reto de hacer frente a lo desconocido y a la vez se hace responsable frente a la oportunidad que se le da de contribuir a crear un nuevo mundo. Lucha por la libertad porque sabe que esta conduce a la liberación de la esclavitud del pensamiento y el progreso general que ha de traer nueva vida y mayor consciencia de lo que significa ser verdaderamente Humanos.
Si dividimos por tres los 30 grados que ocupa cada constelación en el zodiaco, veremos que cada sector está formado de 10 grados, o sea, de 3 decanatos, los cuales son muy reveladores por la fuerza de Rayo que imprimen sobre el desarrollo de la nueva cultura y civilización que está naciendo.
Una era astronómica tiene una duración aproximada de 2200 años, si la dividimos en tres partes o ciclos nos dan aproximadamente unos 733 años por decanato. El primer ciclo de Acuario está regido por Saturno.
El segundo, lo regirá Mercurio, el que conducirá a niveles de comunicación inexistentes en la actualidad, además de la relación que se establecerá con otras humanidades que desenvuelven su evolución desde tiempos inmemoriales en el interior del planeta y en dimensiones más allá de la estrictamente física. Dicha comunicación se desarrollará en distintos niveles, interna y externamente.
El tercer decanato está regido por Venus, el cual traerá la apertura de la mente científica en todos sus grados y el equilibrio entre los opuestos, y entonces el Ser Andrógino ya no será una excepción.

Centrándonos ya en el primer decanato regido por Saturno que es el que nos interesa en esta etapa evolutiva, veremos: Saturno es un planeta sagrado, cuyo Logos es el Mayor de los Señores del karma, el que nos da la oportunidad de rectificar los errores cometidos en el pasado y nos impulsa a evolucionar, para que un día podamos alcanzar la liberación de la esclavitud que mantiene al alma humana prisionera del planeta. Saturno nos obliga a afrontarnos a nosotros mismos y a nuestra propia consciencia a fin de que nos reconozcamos, nos veamos y aceptemos tal como somos. Sin embargo, cuando hacemos referencia al karma, lo vemos como algo temible, sin ser conscientes de que el mundo es un reflejo de lo que somos la humanidad y si estamos dispuestos a enfrentar la realidad y poner la solución al conflicto actual, mirémonos al espejo del mundo y seamos capaces de admitir que la responsabilidad no es de unos pocos, sino de cada uno de los individuos que formamos parte de este planeta y que gran parte del karma lo hemos creado entre todos a lo largo del tiempo y de muchas encarnaciones.
Daros cuenta de que las energías de Acuario actualmente ya se están manifestando en los diversos niveles de consciencia, siendo claramente notable su fuerza transmutadora en nuestras vidas. La propia experiencia nos evidencia y confirma que los valores cultivados hasta el momento no son compatibles con los que requieren las energías de Acuario. Debemos reorientar la consciencia más allá de nosotros mismos. Casi todo cuanto hemos construido está basado en valores materiales, en el egoísmo y el deseo de poseer, habiendo dejado arrinconados los valores superiores sin importarnos las consecuencias que ahora nos vemos forzados a enfrentar.
Análogamente a como ocurre con una era, podemos dividir la vida de un ser humano en tres etapas, siendo la primera de ellas de recapitulación de la vida anterior, que puede tener una duración entre 25 y 35 años aproximadamente, almacenada en los átomos permanentes que contienen la memoria de la anterior encarnación. Generalmente la gran mayoría de seres humanos no recuerda las experiencias vividas de su vida anterior, pues la memoria de lo que fuimos en el pasado desaparece al deshacernos temporalmente de la individualidad a medida que descartamos cada uno de los vehículos hasta penetrar en el Devachan. Toda esta memoria queda almacenada en los átomos permanentes de cada uno de los cuerpos hasta que volvemos a encarnar y la recuperamos.
Al reencarnar, acostumbra a ocurrir que nos vemos obligados durante los primeros quince, veinte o más años a vivir una vida de experiencias kármicas, una preparación necesaria para que se cumpla el propósito del alma en aquella encarnación. Para recuperar plenamente la consciencia tendremos que esperar a que los devas constructores del los cuerpos hayan construido los chacras y les hayan imprimido la misma frecuencia vibratoria que poseían en la vida anterior. Los años que transcurran dentro de esta primera etapa dependerá del estado de consciencia evolutivo que se haya alcanzado, entonces, es posible recuperar la plena consciencia desde la infancia si es que se ha llegado a un estado evolutivo muy avanzado o quizás por razones kármicas quizás tengamos que esperar a que pasen los años para manifestar las tendencias adquiridas anteriormente, recogiendo de nuevo el hilo de la consciencia que nos une al pasado y de esta forma poder seguir evolucionando en la presente encarnación.
Si aplicamos la analogía entre el ser humano y la influencia que recibimos de las energías de Acuario, además del efecto producido por Saturno en este primer decanato, comprenderemos el porqué de la crisis mundial actual. 
La Tierra, como bien sabéis, es el vehículo físico denso a nuestro Logos planetario. Antes de encarnar en la Tierra, el Logos evolucionó en otro planeta, hasta que, habiendo cumplido Su propósito, le llegó la hora de desprenderse de él y entrar en reposo a la espera de una nueva encarnación. Al volver a encarnar se revistió con un Cuerpo distinto al anterior adecuado a Su estado evolutivo, (al igual que ocurre con un ser humano), este nuevo Cuerpo es la Tierra, que análogamente también puede dividirse su ciclo evolutivo en tres etapas. La primera, siempre consiste en rememorar (recapitular) el pasado para enfrentarse al karma generado anteriormente y así poder trascenderlo.
Todo en la creación se reproduce de la misma forma en distintos niveles y estados de consciencia evolutivos, tanto en el macro como en el microcosmos, sabiendo que el karma es una Ley Universal que impulsa a la perfección.
En este segundo universo el Propósito del Logos Solar consiste en desarrollar la plena Consciencia y hacer posible el segundo Aspecto de Amor y Sabiduría. Sin embargo, para hacerlo posible debe haber despertado un nuevo chacra dentro de Su cuerpo etérico logoico, lo cual significa que cuando se haya cumplido, habrá sublimado las energías de un chacra inferior a otro superior, cuya vibración alterará notablemente Su estados de Consciencia. Tengamos en cuenta que los Chacras principales del Logos Solar son los planetas sagrados.
Sabemos que en todo proceso iniciático están implicadas las energías que fluyen a través de los chacras. El proceso siempre es triple y los Tres Fuegos están implicados. Cuando el discípulo ha elevado definitivamente las energías de un chacra inferior a su octava superior, ya es un iniciado, pero es necesario que la Jerarquía lo reconozca y lo prepare para la Iniciación, a fin de darle un poderoso impulso con la aplicación del Cetro de Poder al estimular un chacra superior que a partir de aquel instante activará grandemente su movimiento y frecuencia vibratoria. Toda iniciación superior es recibida en un momento solemne en que el iniciado despierta a un estado del ser indescriptible y a una elevada comprensión de la realidad oculta y de algunos de los Misterios mayores que para él han dejado de serlo, produciendo en su interior una gran expansión de consciencia que cambia radicalmente todo su ser, naciendo en él una comprensión interna repleta de significado.
Si comparamos el proceso iniciático del Logos con el de un ser humano y reflexionamos sobre los estados de consciencia que alberga cada chacra dentro del cuerpo etérico y además lo relacionamos con los planetas de nuestro sistema, quizás podréis intuir cuáles son los planetas que forman este triángulo que conduce a la Iniciación solar. En primer lugar, debemos tener en cuenta el chacra  que ha elevado las energías a su octava superior; luego, el inferior que ha quedado pasivo, (en obscuración) y en segundo lugar, cuál de ellos está siendo estimulado por el Cetro de Poder enla cremonia iniciática. Igualmente, podemos aplicar la analogía a nuestro Logos planetario, siendo Sus chacras los reinos de la Naturaleza. 
Finalmente, nos preguntamos si todo cuanto se ha vivido en el pasado ha servido para prepararnos para este gran acontecimiento.
Es difícil un cambio de era, especialmente cuando se trata de dejar al margen los apegos de todo orden; físicos, astrales y mentales con todo cuanto incluyen. Estas son pruebas iniciáticas para toda la humanidad en distintos estados de consciencia, pero especialmente para quienes están en proceso de " revertir la rueda" y convertirse en servidores del mundo.
Centrándonos en la Tierra y en este primer decanato de Acuario regido por Saturno, vemos que el karma positivo y negativo generado por la humanidad durante la era anterior se está precipitando sobre el planeta. Estamos recapitulando lo generado anteriormente. No son momentos para reflexionar únicamente, sino que debemos actuar y ser plenamente conscientes de quienes somos en nuestra verdadera esencia, reconocer lo que la humanidad hemos hecho de bueno y de malo durante estos 2200 años que ha estado Piscis en manifestación. Nada puede ser resuelto favorablemente si no reconocemos la realidad, viéndonos tal como fuimos/somos y sabiendo que toda causa produce unos efectos podremos comprender el porqué de las crisis actuales y que es lo que tenemos que cambiar o potenciar. Una nueva era requiere Cratividad, Libertad y Responsabilidad, y no olvidemos que;...
!El ser humano crea su destino con sus propias obras!  

El mundo es el reflejo de la consciencia humana y sabiendo que somos creadores, podemos cambiar potencialmente los valores caducos y separativos y empezar a construir el edificio que ha de albergar a la nueva civilización, asentándolo sobre unas bases firmes donde quepa todo ser creado sin distinción alguna.
Tengamos siempre presente que todo cuanto hagamos o no hagamos por los demás nos lo estamos haciendo a nosotros mismos, pues lo realmente verdadero es que la Vida es Una.


Marta Parramon Elies

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