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Conferencia en la Asociación de Amigos de la India de Barcelona, Catalunya (España) 1997
Hoy trataremos el tema desde el ángulo de un discípulo que intenta penetrar en un Ashrama de la Jerarquía. Empezaremos hablando sobre las condiciones ambientales en que nos hallamos actualmente.
Vivimos en una época de cambio, de grandes transformaciones de todo orden y hay que entender el porque ocurren las cosas, para ello es necesario darnos cuenta que todo cambio cíclico que se va produciendo en la evolución planetaria y en nuestro propio ser, siempre existe una causa interna.
Sabemos que muchos cambios vienen provocados por la propia voluntad del hombre, de forma consciente o inconsciente, por la forma de ver las cosas, de pensar, de vivir e interpretar la vida. Todo produce unas consecuencias, es lo que llamamos, el karma o la Ley de Retribución, sin embargo, detrás de estas pequeñas voluntades de los hombres siempre existe un propósito divino.
Este Propósito divino es la Voluntad de Dios en Acción.
Lo que los seres humanos creemos que es real no es aquello que vemos en la superficie, sino la causa profundamente interna que mueve la evolución. Es ahí donde se halla el Propósito del Logos.
Entonces, cuando el discípulo se consagra al servicio, el Maestro le pide que busque las causas, el propósito que se esconde detrás de los acontecimientos mundiales que se están produciendo en el seno de la humanidad.
Para que el discípulo pueda penetrar en un Ashrama de la Jerarquía, debe orientarse hasta niveles muy superiores a los que había estado hasta el momento, porque cuando se le permita la entrada y el Maestro lo acepte, debe estar preparado para prestar un servicio de mayor responsabilidad.
Al principio el discípulo actúa guiado por su propia alma como lo había hecho hasta el momento, sin embargo, aunque internamente esté preparado para ir más allá, todavía no es consciente de lo que significa ser un iniciado. Esta percepción se va abriendo a medida que las energías del grupo interno y del propio Maestro despiertan en él la realidad superior que está más allá del Alma.
Pero, cuando llegamos a esta época de grandes cambios y transformaciones mundiales, debido en parte al cambio de eras, nos preguntamos si han sido útiles los yogas que se han dado a cada raza a fin de impulsar la evolución y producir el despertar de las conciencias.
En realidad sí que han sido necesarios y útiles para impulsar la evolución, aunque ésta es muy lenta. Cada uno de los yogas es una etapa del sendero, habiéndonos mostrado al final de cada uno de ellos un arquetipo, hacia el cual nos hemos dirigido buscando la perfección, aunque generalmente de forma inconsciente.
A cada raza se le ha ofrecido un yoga adaptado a su etapa evolutiva y habiendo llegado a la raza Aria en que se impone el desarrollo de la mente, se dió a conocer el Raja Yoga.. Este es el yoga que practican los aspirantes y los discípulos en probación, facilitando que su mente concreta adquiriera conocimientos intelectuales y aprendiera a discernir, a pensar por sí mismo y a saber diferenciar entre el bien y el mal. Pero lo más importante de esta práctica es que en las etapas finales se ha construido el Antakarana, el puente de unión que une la mente concreta con la abstracta.
Actualmente, desde hace menos de un siglo, se dio a conocer a la humanidad un nuevo yoga, a fin de preparar a la humanidad de la futura civilización que habrá de ver nacer a una nueva raza, la cual vendrá a la encarnación con una forma totalmente diferente de entender la vida y las relaciones.
Éste es, ..Agni Yoga, el yoga que actualmente se da a los discípulos, y a medida que empiezan a practicarlo porque comprenden su trascendencia y simplicidad, Agni Yoga los transforma interna y externamente, abriendo su consciencia a niveles sumamente prácticos y al mismo tiempo espirituales.
La personalidad del yo ha quedando relegada a un segundo término, porque ha abierto su corazón y el amor incondicional hacia la humanidad.
“Agni significa, . Fuego - y - Yoga, Sendero” El Sendero que conduce a la liberación.
El discípulo consagrado labora con Agni Yoga en los tres planos superiores del plano mental conectados con el plano Búdico, el plano de la Intuición y de la Razón Pura, ahí donde la mente concreta no tiene cabida.
En cambio, los tres planos inferiores están conectados con el plano astral superior. Fijaos, … Físico, Astral, Mental, *Búdico* -Admico, Monádico y Adico.
El superior de los tres inferiores, el mental, es el que a construido el aspirante al discipulado en el Sendero del Raja Yoga con su mente concreta. Cuando llega al discipulado en probación y empieza a servir, indica que está practicando el olvido de sí mismo y las energías que utilizaba para su propio bien, las utiliza para el bien de la humanidad, entonces penetra en los tres niveles superiores de la mente abstracta.
Pero existe un 4º plano (o estado de consciencia) el que se sitúa en el centro de este septenario de energías. Como os habréis dado cuenta, estamos haciendo mención al plano Búdico. Es el plano que unifica los tres superiores con los tres inferiores, y hace de puente de unión entre el Espíritu y la materia.
Ya hablamos en una conferencia anterior de la importancia del número 4 en la creación. El reino humano, como 4º reino de la naturaleza, también hace de puente de unión entre los reinos superiores y los tres subhumanos.
El chacra Cardíaco, el 4º, dentro del cuerpo humano, es el asignado a Agni Yoga, el 4º yoga, donde se unifican los opuestos, de ahí que también se lo denomine, el plano de la Unidad.
Cuando el discípulo sirve, cuando deja de pedir a Dios o al Maestro y en vez de pedir se le ofrece en Alma y vida, o, en cuerpo y alma, porque utiliza el cuerpo para llevar a cabo el servicio si está encarnado, entonces al cambiar su orientación, cambia totalmente su vida y el Ángel Solar fusiona la mente abstracta del discípulo con el estado intuitivo que ha desarrollado y entonces, lo aloja en su corazón, indicando que se ha iniciado en el Sendero de Agni Yoga.
Marta Parramon Elies
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