sábado, 27 de noviembre de 2021

Aprender a vivir para construir un nuevo mundo



Este es el reto que actualmente nos planteamos frente al desorden y caos mundial sin precedentes que estamos viviendo.
Nos ha tocado vivir en una época en que la evolución humana ha llegado a los extremos del materialismo y la ambición. Las crisis que se están produciendo en todos los sectores del vivir humano son producto de una concreción generalizada de los valores materiales en detrimento de los auténticos valores humanos, donde los sentimientos y la compasión son ahogados y substituidos por la frialdad y la insensibilidad de una mente intelectual, fría y separativa y por la tendencia desmesurada a satisfacer los deseos de todo orden.

La crisis económica, mundial e individual, se debe a la mala utilización de las energías. El oro (el dinero) es energía cristalizada y nosotros sabemos que la riqueza de un país se mide por la cantidad de oro almacenado en sus arcas.
Sabiendo que todo cuanto existe es energía, veamos su analogía con el ser humano y a la vez con la evolución de la humanidad en conjunto.
En el cuerpo etérico humano cuando la energía es retenida o mal canalizada produce congestión, al intentar seguir su curso y hallar resistencia a su paso, hasta que por fin destruye lo que obstaculiza, ya sea por medio de una enfermedad o porque se ha producido un cambio radical en la consciencia.
Nuestro sistema solar está entrando bajo la influencia de la constelación de Acuario cuyas energías están empezando a dar vida a una nueva civilización.
Si conocemos algo de Astrología esotérica sabemos de la gran diferencia que existe entre las energías de la era anterior de Piscis, la cual condujo a la civilización a centrarse en el fanatismo religioso y los dogmas que inmovilizaron su consciencia. Sin embargo, en su aspecto positivo se han cultivado los valores superiores, . Ha conducido a la humanidad al misticismo, a la devoción espirituales y ha dado entrada al desarrollo de la mente, abriendo de esta forma el Sendero de retorno que nos ha de librar de la oscuridad que gobierna el mundo.
Nos hallamos sumergidos en lo más denso del Kali Yuga, la Edad de Hierro. La etapa en que la consciencia humana ha sido obligada por razones kármicas Logoicas a sumergirse en la mayor oscuridad e ignorancia de su divinidad.
Estamos viviendo una época de transición de las consciencias prisioneras en el fondo de un pozo oscuro. Nos hallamos frente a las pruebas iniciáticas en que se nos presentan dos opciones; seguir prisioneros de esta oscuridad y autodestruirnos o dar el paso definitivo en sentido ascendente donde se halla la Luz y la Libertad.

La división entre dos grupos bien diferenciados en la humanidad será cada vez más evidente. El bien y el mal enfrentado. Los que se resisten a perder el control sobre sus posesiones sin importarles la necesidad y el sufrimiento humano y las Fuerzas de la Luz que han de liberar a la humanidad de la esclavitud y el miedo a romper con todo lo establecido.
Todo ser humano que de respuesta a la demanda superior de su consciencia estará capacitada para adaptarse a los nuevos tiempos.
Un cambio de civilización es algo trascendente y al mismo tiempo produce grandes crisis y fricción por la resistencia que ofrecemos a dejar atrás los valores caducos y cristalizados que hemos cultivado hasta el momento. No hemos sido conscientes de estar siguiendo los pasos que nos ha marcado la sociedad ni de ser esclavos de quienes han mantenido el poder, aquellos que han levantado un muro entre nosotros y la realidad para que nuestras mentes no se sintieran tentadas a pensar por sí mismas. Hemos encarnado infinidad de veces sin preguntarnos si había otra forma de vivir y de relacionarnos. Sin embargo, una gran mayoría de seres humanos actualmente está despertando y rompiendo las cadenas que los mantenía presos.
Lo que aprendimos del pasado nos ha servido para hacer de nosotros lo que somos, sin embargo, ha llegado la hora de iniciar una vida totalmente nueva y de actuar creativamente, . Ahora somos nosotros quienes tenemos que asumir las responsabilidades propias y las que demanda nuestra alma frente a las necesidades del mundo. No podemos quedarnos anclados en el pasado, porque la evolución es movimiento y transformación constantes y detenerse significa quedarnos petrificados, lo cual nos conduce a la autodestrucción.
El grupo precursor de seres humanos más preparados cuya consciencia vibra con las energías de Acuario está produciendo el desarrollo acelerado de la mente científica, cuya misión consiste en extraer de los mundos ocultos los arquetipos que habrán de dar forma a la nueva civilización.
Observemos en perspectiva la situación actual del mundo, cultivemos unos valores más humanos, fraternales y faltos de egoísmos y no nos resistamos a adaptarnos a los nuevos tiempos, porque si estamos atentos y actuamos de acuerdo a lo que internamente representa Acuario, estaremos contribuyendo a crear un nuevo mundo.
Debe producirse una nueva orientación y un cambio radical en la forma de entender la vida.
La influencia de las energías de Acuario sobre las consciencias empieza a verse externamente en la respuesta que dan a la necesidad del mundo numerosos grupos de personas altruistas en muchos sectores de la sociedad.
Cuando hemos dicho anteriormente que el oro es energía cristalizada y sabiendo que es el metal precioso que corresponde al signo de Leo, regido además por el Sol y la energía del Rayo de Amor, podemos decir con certeza que el oro es Amor cristalizado. Entendido esotéricamente es por esta razón que el deseo que predomina en el mundo actualmente se basa en el amor al dinero.
Hemos llegado a la crisis económica mundial por la falta de verdadero amor y compasión hacia los demás. Estamos reteniendo una energía que debería circular libremente por todo el cuerpo planetario, del la mismo modo como lo hace la corriente sanguínea en un cuerpo humano y que cuando se produce una obstrucción, provoca serios problemas de salud, incluso la muerte de un cuerpo o de una civilización.
Si nos resistimos de manera continuada a seguir el curso de las energías entrantes que provocan grandes transformaciones en las consciencias y como consecuencia en la vida externa, el karma que generaremos en nosotros mismos, en nuestro entorno y en el resto de la humanidad se precipitará, yo aseguraría que (se está precipitando) con toda su fuerza, obligándonos a rectificar, hasta que comprendamos que la Vida y la Energía son inseparables, que están en constante movimiento y nosotros pretendemos detenerlas e ir contra corriente.
Si detenemos las Energías estamos deteniendo la Vida.

Llegados a cierto nivel de consciencia nos vamos desapegando de nuestras posesiones materiales, de las personas que más amamos y de todo aquello que nos había dado una seguridad personal hasta el momento. Esta actitud cambia porque en nuestro interior algo ha cambiado.
Desapegarnos no significa desentendernos, abandonar nada ni a nadie, se trata de dejar atrás este sentimiento posesivo que ahoga a los demás y nos esclaviza a nosotros mismos. Si nos negamos a deshacernos del pasado se producirá un vacío que nada de lo personal podrá llenar de forma permanente ni hacernos sentir felices. Cuando surge esta insatisfacción es porque algo especial está ocurriendo en nuestro interior, algo que intenta hacernos ver que nuestra orientación en la vida y los valores que estamos cultivando deben cambiar.
Deberíamos escuchar la voz de la consciencia y dejarnos guiar por ella. Cuando nos negamos a cambiar ya sea por una o mil razones, la crisis de consciencia se eterniza y se acentúa a medida que pasa el tiempo, sufriendo las consecuencias de una u otra forma. Y para poder cambiar es preciso conocerse muy bien a sí mismo.

Estamos examinando la situación humana, pero no se trata únicamente de una sociedad determinada ni de seres humanos aislados, la crisis de valores actual es mundial.
Frente a las influencias negativas que nos envuelven ¿seremos capaces de no dejarnos arrastrar y permanecer siendo nosotros mismos?
¿Seremos lo suficientemente valientes como para ir contra la corriente de todo cuanto nuestra sociedad considera "normal" y, sin embargo, para nosotros ha dejado de tener valor, sabiendo además que no seremos aceptados por la gran mayoría de personas?
¿Nos hemos dado cuenta de que durante largas épocas la humanidad hemos ido a ciegas y que todavía en el mundo existen muchos seres humanos que necesitan ser despertados de su letargo?

Mientras no comprendamos el sentido íntimo de lo que significa la Vida no sabremos Quiénes somos, ni en el mundo dejará de haber guerras, desigualdad, hambre y tristeza, porque en vez de construir estaremos destruyendo e interfiriendo en el avance de la evolución planetaria.
Procuremos estar atentos a los acontecimientos que se están precipitando en el ámbito político, económico y social, porque dentro de las consciencias de cada uno de nosotros se están produciendo cambios significativos y si estamos dispuestos a contribuir con nuestro esfuerzo podemos transformar al mundo.

Marta Parramon Elies

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La Teosofía en la Nueva Era !