Traducción del Catalán al Español publicado en audio en este bloc 11/5/17
Reunión grupal en La Asociación de Amigos de la India de Barcelona, Catalunya (España) 1996
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Al adentrarnos en temas esotéricos grupal o individualmente es aconsejable aprender a aplicar la analogía, siendo este el método esotérico que nos facilitará la comprensión al hallar el hilo de conexión que une lo superior con lo inferior. De esta forma veremos que lo sutil y lo denso forman parte de un mismo principio, aunque en el proceso de manifestación se separen para llevar a cabo la evolución en todos los planos existentes, desde los más sutiles y espirituales hasta los más densos y materiales.
La fusión de ambos aspectos es lo que conduce al equilibrio.
De ahí que al aplicar la analogía se nos da la oportunidad de unificarlos y al hacerlo, descubrir los misterios que yacen ocultos todavía para la gran mayoría de la humanidad, demostrando de esta forma que todo cuanto existe se rige por unas mismas Leyes divinas y que "Igual es arriba que abajo e igual es abajo que arriba" tal como dice la máxima esotérica que nos legó Hermes Trismegisto.
No sirve de nada práctico conocer intelectualmente las leyes ocultas si no podemos aplicarlas a la vida y contribuir con ello a la evolución planetaria. No se trata tan solo de "hacer descender el cielo a la tierra" ni de vanas teorías, hay que incorporarlo en nuestra consciencia, darles forma y aplicarlo a la vida práctica de cada día, compartirlo con el grupo y darlo a conocer al mundo por medio del servicio. Algo esencial para el discípulo de hoy en día es el desarrollo de la mente científica a la par del corazón.
El tema que propusimos la semana anterior fue sobre el "equilibrio" de manera que todo cuanto podamos descubrir nos conduzca a la comprensión, los métodos y formas de llegar a él. No me refiero únicamente a lo personal, sino a todo cuanto pueda significar para la evolución interna, que inevitablemente dará resultados externos y concretos.
Así que cuando nos introducimos en el tema es importante abrirnos y no quedarnos únicamente en nuestra propia persona. Al observar al mundo, a la sociedad, a las familias, a nosotros mismos y a todo cuanto nos rodea, veréis que la armonía no es precisamente lo que predomina, verdad?
Descartemos de nosotros todo lo que produce desarmonía e intentemos comprender el porqué de este desorden mundial, dejemos al margen los efectos para introducirnos en las causas profundas, entonces veremos con claridad lo que el mundo necesita y que es lo que hay que cambiar. Empecemos por aplicarlo en nuestras vidas para dar el ejemplo de lo que a su debido tiempo ha de dar sus frutos. La aplicación de la analogía da la clave que nos permite acceder a lo oculto y desconocido, es la Llave Maestra, que nos abrirá la puerta a la Intuición y de allí a la Iniciación.
En todos los principios es necesario un proceso de aprendizaje y en esto estamos, para aprender y llegar a convertirnos en servidores realmente útiles. La finalidad de las enseñanzas que os propongo es para que un día cada uno de vosotros estéis preparados para formar vuestro propio grupo.
Es necesario que os vayáis concienciando que tenemos por delante un servicio mundial urgente y este servicio debemos realizarlo grupalmente tal como está previsto en esta nueva era, con plena responsabilidad, consciencia egoica e integración grupal.
Existen muchas clases de grupos cuyo servicio difiere ampliamente de otros según su tipo de Rayo y la evolución de sus miembros; sin embargo, su meta consiste en alcanzar un objetivo común, dar un impulso a la evolución planetaria, cada grupo guiado por su propio Instructor, sea un aspirante avanzado, un discípulo consagrado o un iniciado, sean o no conscientes de ello.
Entrando ya en las analogías empezaremos por visualizar la oscilación que producen los dos platillos de una balanza, esta nos da la imagen simbólica perfecta de los pares de opuestos en que se desarrolla la consciencia humana, pero no olvidemos que el punto de equilibrio se halla en el centro, en el fiel de la balanza. Partiendo de esta idea tenemos la clave que nos permitirá descubrir el punto de equilibrio en todas las cosas y lo que es más importante, el centro de nuestra propia consciencia.
Sabemos que el mayor desequilibrio yace latente en la consciencia astral, especialmente cuando la mente trata de imponerse sobre la vida de deseos y esta se resiste, entonces es cuando se produce el conflicto.
Es una auténtica crisis de consciencia lo que vive el ser humano que aspira al discipulado, sin embargo, tiene la herramienta necesaria y adecuada para hallar el equilibrio que traerá paz y armonía a su vida y a su entorno. Esta herramienta la ha trabajado durante larguísimo tiempo y durante muchas encarnaciones y ahora si se lo propone puede utilizarla para convertirse en un perfecto servidor. Esta herramienta es la mente en sus distintos niveles.
Más adelante surgirá una nueva crisis de consciencia cuando el Alma someta a su voluntad a la personalidad integrada. Sin embargo, si la orientación espiritual es la correcta y estamos comprometidos en el servicio, seremos plenamente conscientes de la causa que nos impulsa al desprendimiento del yo inferior y entonces sabremos quienes somos verdaderamente, no la personalidad que ha de ser sometida sino el mismo Ser que la está sometiendo.
Finalmente, dentro del reino humano, el Alma que está usando el vehículo de la personalidad para Servir será sometida por la Mónada espiritual, (el verdadero Hombre) y habiendo desechado toda la materia densa habrá realizado Su misión. Entonces el Propósito Monádico de manifestarse por medio de las formas, el desarrollo de la consciencia y la redención de la materia se habrán cumplido y el Ser divino, que ocupó infinidad de formas hasta adquirir plena consciencia en la materia, recuperará su condición monádica.
Vemos pues, que el proceso de reconocimiento de uno mismo siempre viene precedido por un período de desequilibrio que suele producirse en distintos niveles de consciencia a medida que avanzamos, y esto se produce porque hasta cierto punto el poder que poseen los elementales sobre nuestros cuerpos es extremo.
La materia está compuesta de substancia elemental, la cual es inherente a la evolución dévica en sus principios evolutivos y en diversos niveles vibratorios, debido a la energía de Rayo que los rige y al elemento al que pertenecen, siendo su misión o destino, aprender a construir formas cada vez más puras y perfectas, partiendo de un arquetipo superior que tienen como modelo de perfección en cada reino de la naturaleza, hasta llegar el día en que han de ser sometidos por el Alma humana. Es entonces cuando empieza para ellos el proceso final de Redención.
Esta es la causa del conflicto entre el Espíritu y la materia, entre los seres humanos que todavía viven inconscientes de ser almas en encarnación cuya identificación es totalmente elemental y quienes son conscientes de la divinidad de su propio Ser. Se dice en los tratados ocultos que existe un abismo de miles de encarnaciones entre unos y otros.
Son dos extremos, los dos platillos de la balanza que todavía oscilan, creando una lucha interna desmesurada en el plano astral, el plano de los deseos y finalmente en los niveles mentales concretos, repercutiendo negativamente en el plano físico. Tenemos que equilibrar los opuestos si queremos que surja algo nuevo y superior, tal como comentábamos el otro día al referirnos a los dos filamentos de una bombilla, (el polo positivo y el negativo) que al entrar en contacto se forma una esfera, un círculo infranqueable,(un vacío) dentro del cual dan vida y luz a su creación.
Esta es la promesa de los grandes Seres que guían a la humanidad, aunque depende de nosotros acelerar el proceso o retardarlo.
Tenemos pues una gran responsabilidad y mucho trabajo por hacer. La cuestión está en no oponer resistencia a la vida, ser constantes en el esfuerzo, dar respuesta a las necesidades de cada momento y no olvidar que toda acción o palabra llevada a cabo por un discípulo debe ser precedida por un profundo Silencio.
Marta Parramon Elies
Comentarios
Al hablar del centro donde se produce el equilibrio, como aquel "lugar" de paz y silencio, podríamos pensar que toda expansión de conciencia es fruto de la realización de"lugares" de equilibrio, de síntesis, dentro de la propia conciencia. ¿Es correcto considerarlo de esta forma?
De la superación de la dualidad surge algo nuevo, único e irrepetible, en una vuelta superior de la espiral que representa el proceso evolutivo.
Muchas gracias Marta.
Respuesta
Así es, la atracción entre los opuestos y su fusión siempre produce un tercer factor; la luz, el hijo y el equilibrio.
No es fácil para una mente concreta comprender que del equilibrio de los platillos de la balanza, esta dualidad a la que podemos denominar como el bien y el mal surja el equilibrio. Desde la perspectiva de la lógica, equilibrar el bien con el mal sería como mezclar el blanco con el negro, entonces nos daría el gris...Pero visto muy esotéricamente lo que produce tal equilibrio es una transmutación, al igual que al mezclar el color azul eléctrico y el amarillo nos da el color verde. Fijaos que estamos hablando del equilibrio y si lo relacionamos con los rayos que corresponden a cada color veremos que, por ejemplo: el azul eléctrico pertenece al 6º rayo (fanatismo astral e idealismo) para poner los dos extremos. Al amarillo le corresponde el 4º rayo (el conflicto y la armonía) la suma de ambos rayos nos da; 6+4=(10) el número que se otorga a la perfección humana.
De la mezcla de ambos colores surge el verde que corresponde al 3r rayo. No es ni azul ni amarillo, es algo nuevo y con una vibración distinta, siendo posible que forme parte de una dualidad superior que nosotros tendremos que descubrir, porque como bien sabéis, nuestro universo se desenvuelve en la dualidad.
Ahora, agudizando la intuición, sigamos averiguando si existe una octava superior a este equilibrio alcanzado...
Si observamos el aura del color verde puro, veremos a su complementario, el rojo, 1r rayo, el Uno. Y de aquí en adelante seguir indagando, mezclando las energías y sus colores buscando siempre el punto neutro o medio y fusionarlos todos hasta que surja el Blanco puro y radiante en que no vemos color alguno, sin embargo, los contiene todos y es de esta esfera o “Rayo 0” de donde surgen todas las dualidades para adquirir consciencia en el tiempo y retornar nuevamente para convertirse en la Unidad inmanifestada.
Quizás me he ido muy lejos, pero de nuevo hemos descendido a nuestros platillos y ahora si seguimos los consejos del Maestro deberemos aprender a mantenernos firmes y sin oscilaciones,
”en el filo de la navaja” .
Comentario
El centro del equilibrio es donde se produce el camino hacia el filo de la navaja. Ahí habita el caminar derecho sin tambalear.
Una nueva era para tal transformación.
Una abraçada.
Respuesta
La vida del discípulo requiere una gran atención, porqué aunque siga el camino recto y de servicio, no le es fácil "mantenerse en el mundo sin ser del mundo" El filo de la navaja es el símbolo y la gran prueba del equilibrio, es el hecho de mantenerse firme en la cuerda floja sin decantarse a un lado ni a otro.
Un discípulo consagrado al servicio no es Espíritu puro ni tampoco es totalmente materia, está formado de ambos, y suspendido entre Cielo y Tierra, haciendo de "Mensajero de los Dioses" con los brazos abiertos y las manos tendidas, una hacia el cielo y la otra hacia la tierra, donde las almas anhelantes esperan que les demos la mano para poder establecer este contacto divino.
Una abraçada.
Comentario
En ese santo lugar de paz y silencio escribimos y aceptamos nuestro sagrado destino sin ninguna duda posible. La conciencia elevada es la alegría de vida.
Gracias. Besos
Respuesta
Así es, la Alegría es una manifestación del Alma, no tiene nada de emocional.
Cuando la sentimos, aparentemente no existe causa alguna, sin embargo en estos instantes nos hemos elevado a niveles de consciencia superiores.
La Alegría es fruto de la Paz que hemos adquirido al manifestar el verdadero Amor hacia todo cuanto alienta.
Besos
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