La resistencia al cambio produce el conflicto !

Viendo la crisis general que está sufriendo todo el planeta y el gran desorden que impera, nos preguntamos cual es su causa fundamental.

Es  evidente que la forma de entender y de vivir  la vida debe cambiar.

Al igual que la vida de un ser humano que está regida por la ley cíclica de nacimiento, juventud, plenitud, vejez y muerte, una era,  una civilización y una cultura siguen el mismo proceso de nacimiento, plenitud y decadencia llevando en si el germen de nuevas civilizaciones.

Nuestra actual civilización ha llegado a la vejez, las formas utilizadas y deterioradas  no sirven para llevar a cabo la tarea de crear un nuevo orden mundial. Deben nacer nuevas formas de vida y posibilidades de realización.

Está emergiendo una Nueva Era trayendo cambios obligados y tensiones planetarias, sin embargo al no ser comprendida la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos y así construir nuevos valores más de acuerdo a las energías entrantes, se está produciendo una tremenda fricción.

Es necesario un cambio radical en las conciencias y la capacidad de ser creadores e incluyentes en todos los sectores del vivir humano. 

La crisis actual es debida a la resistencia que oponemos al cambio. Estamos tan aferrados a nuestros valores personales, a nuestras costumbres y forma de vivir que tenemos un miedo terrible a perder las seguridades que nos dan.

Si fuéramos plenamente conscientes que la capacidad que tenemos los seres humanos para construir formas es Magia...y que todo cuanto existe en este planeta a parte de la propia naturaleza es obra humana, quizás seríamos más responsables de nuestros pensamientos y nuestros actos.

Es necesario romper con todo cuanto limita el avance hacia la nueva era. De esta forma acortaríamos esta etapa crítica de adaptación.

Si fuéramos observadores atentos de las causas que originan el conflicto veríamos con más claridad que nada nuevo puede ser construido sobre unos cimientos que se están derrumbando.

Una era desde que empieza a hacer sentir su influencia hasta su final tiene una vida aproximada de dos mil doscientos años. La entrada de la nueva era de Acuario está dando señales evidentes de sus efectos en la unificación mundial. Podemos verlo en la formación de grupos, de grandes y pequeñas  organizaciones humanitarias, en los individuos que exigen libertad y tantas otras manifestaciones que evidencian una gran inquietud  en la conciencia humana.

Al principio la crisis es muy difícil de evitar, pues de ser personas auto centradas en que el yo personal va por delante de todo cuanto se oponga a su camino, pasar al auto olvido y a la dedicación hacia el bien común es un esfuerzo épico para el alma que se encuentra con la oposición de la personalidad. 

Cuando somos aprendices cometemos muchos errores, pero precisamente es de los errores que aprendemos a construir correctamente. 

Marta Parramon