martes, 16 de septiembre de 2025

Nueva Consciencia - Nuevos Valores !

 

 

Toda la memoria contenida en los Registros Akashicos está íntimamente relacionada con el karma en todas sus manifestaciones generadas por civilizaciones enteras desde el principio de los tiempos.
Desde la perspectiva de un Maestro, el tiempo tal como lo entendemos los seres humanos
no existe, porqué en un lejano pasado cuando llevó a cabo Su evolución dentro del reino humano trascendió totalmente el karma y el apego hacia los mundos de la materia. Todo cuanto existió,
  existe i existirá se le manifiesta en un eterno presente, debido a que Su consciencia se ha expandido en el Espacio.

Sin embargo, la humanidad fraccionamos el tiempo en pasado, presente y futuro. Vivimos condicionados por el pasado, tenemos puestas nuestras esperanzas en el futuro y el presente se nos escapa, lo cual significa que vivimos fuera de tiempo, siendo esta la causa de que tengamos que volver a reencarnar una y otra vez hasta haber aprendido las lecciones que nos impone el karma. La evolución dentro del reino humano hasta el momento ha sido muy lenta, debido a la inercia que nos mantiene atados a las costumbres y a los apegos de todo orden.
Nos preguntamos si la humanidad podemos cambiar y dejar de ser lo que somos en la actualidad?. ¿Seremos capaces de romper con lo que impone la sociedad dejando al margen los condicionamientos que esclavizan el alma y hemos heredado de un remoto pasado ?. Este es el reto más importante que nos trae la nueva era. Ante todo es preciso conocerse a sí mismo para poder cambiar, plantearnos cual es la clase de valores que nos mueven a ser como somos, es necesario aprender a discernir y a discriminar, separando lo útil de lo inútil, lo correcto de lo incorrecto. Cuestionarnos todo cuanto llegue a nosotros antes de aceptarlo, incluso las creencias que puedan parecernos espirituales. Una vez tengamos claro quienes somos y lo que queremos hacer por propia voluntad sin imposición alguna, podremos empezar a simplificar nuestras vidas y quedarnos con lo esencial al desechar todo cuanto no va con nosotros. De esta forma daremos espacio a la consciencia para que pueda albergar la creatividad, el dinamismo y la espontaneidad, habiendo adquirido tal confianza en nosotros mismos que ya no nos dejaremos condicionar por nada que se aparte de nuestros valores, sabiendo que esta actitud nos creará conflictos, oposición, ataques, desavenencias e incluso separaciones, sin embargo, esta es la única forma de abrir camino hacia la nueva civilización basada en unos verdaderos valores humanos, donde la libertad, la fraternidad y la responsabilidad hacia el bien común sean la tónica de nuestras vidas y no la excepción. Se trata de ser uno mismo. Sin embargo, para producir tal fractura con el pasado se precisa una gran dosis de atención y ser lo suficientemente intrépidos como para ir contra corriente, rompiendo con una sociedad en decadencia, corrupta y materialista y de la cual formamos parte.
Cuando se dice que Agni Yoga no
ofrece seguridad alguna, muchos aspirantes y discípulos se hacen atrás por el miedo a lo desconocido y porque saben que para entrar en Agni Yoga es preciso ser uno mismo, lo cual implica un total desapego de lo no esencial y que no se ajusta a la Ley. Siempre que tenemos miedo es debido a que estamos pendientes de nosotros mismos y porqué la inercia del pasado es tan grande que puede más en nosotros el amor propio, que la compasión y el amor hacia las necesidades del mundo.
Cuando a lo largo de la vida de un ser humano no se producen cambios significativos,
es señal de que su aferramiento al pasado es muy poderoso, lo cual está deteniendo su evolución. No se trata de provocar cambios en nuestra vida para poder avanzar, es a la inversa; Todo cambio en las condiciones de vida en el plano físico, es debido a una causa interna”
Es muy difícil dejar de lado lo
que con tanto esfuerzo y sacrificio nos ha costado adquirir y no se trata únicamente de bienes materiales sino; de costumbres, relaciones, conocimientos, creencias y finalmente, el desapego total de uno mismo, que conduce a la renuncia de la propia individualidad. Sin embargo, a medida que nos iniciamos en nuevas y superiores etapas del camino, vamos dejando atrás los residuos karmicos que obstaculizan el avance hacia la liberación de la vida aquí en la Tierra. Renunciar a lo adquirido comporta sacrificio, sin embargo no podremos atravesar la Puerta de la Iniciación si vamos cargados con el peso del pasado. Vivir dando respuesta al presente nos libera del karma. Se trata de dejar de ser, para poder Ser!
Nos hemos formado como raza con las experiencias vividas durante miles de encarnaciones, somos el fruto del pasado, p
ara lo cual nos ha formado el karma.
Cuando atraemos el pasado al presente estamos viviendo fuera de tiempo, sabiendo que la atracción hacia la materia indica gravedad y cuanta más gravedad, más karma. Sólo hay que observar al mundo y observarnos a nosotros mismos. En el largo trayecto de la evolución humana, en cada encarnación se nos presenta el karma del pasado para ser trascendido.
Se nos dice ocultamente que los primeros 21 años de un alma encarnada son de recapitulación de la vida anterior, al igual que ocurre a la inversa cuando dejamos este mundo y pasa por delante de nuestra mente todo lo vivido en la actualidad. La memoria de la encarnación anterior (la consciencia) debe recuperarse, tanto las cualidades como los defectos y esto es karma. Sin embargo, en cada encarnación hemos aprendido algo de las anteriores experiencias vividas y esto nos permite afrontar los hechos y las circunstancias desde una nueva perspectiva.
A menudo repetimos lo mismo, pero es que sin movimiento no existiría la evolución y cuando nos resistimos a cambiar como ocurre actualmente en un gran sector de la humanidad, en que se quiere conservar a toda costa y por la fuerza lo vivido en el pasado, las crisis son inevitables, puesto que no podemos detener las energías que nos impulsan a evolucionar. Cuando esto ocurre se produce fricción y entonces el karma se precipita con fuerza para aplicar Su Ley.

Estemos muy atentos y veremos que en cada nueva experiencia se nos da la oportunidad de trascender el Karma.


Marta Parramon Elies

Comentarios Intentaremos estar atentos para no dejar escapar valiosas oportunidades. Otra cosa es que "sepamos" lo qué hay que trascender, puesto que como dijo Jesús, "es mas fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio".
Gracias Marta por tus importantes artículos que nos conducen hacia una nueva visión del futuro de la humanidad
Un fuerte abrazo

Respuesta

Existen seis reglas de conducta que Krishnamurti recibió de su Maestro cuando éste aún necesitaba de Su orientación. Estas reglas están explicadas de forma muy simple en el libro "A los pies del Maestro" y si intentamos ponerlas a la práctica producirán una gran transformación en nosotros y a nuestro alrededor.
Posiblemente lo has leído, sin embargo, te recomiendo releerlo de nuevo y reflexionar sobre todo su
profundo significado. No se trata de hacer grandes proezas espirituales, simplemente se trata de transformarse a uno mismo.
Estas reglas son; Dominio de la acción---Dominio de la mente –--Tolerancia –-
Alegría –--Aspiración única y Confianza.
Son reglas para aspirantes y discípulos y si actuamos de acuerdo a ellas nos conducen a la liberación del karma y a convertirnos en verdaderos servidores de la humanidad.
Hay algo imprescindible en lo que es preciso poner la atención y consiste en conocernos a nosotros mismos, y la oportunidad se nos está dando de instante en instante. Fíjate bien; cuando alguien nos agrede, nos hiere o molesta, la tendencia es a reaccionar de forma similar. En general, casi siempre tendemos a creer que los culpables son los otros. Puede que la forma de ser de los demás no sea la correcta, pero si aquella persona o circunstancia se ha presentado ante nosotros es porqué se ha producido una corriente de energías cuya atracción es recíproca y esto indica que existe una frecuencia vibratoria similar, Que quiero decir con esto,? Pues que se nos ha dado la oportunidad de conocernos a nosotros mismos y de trascender el karma. En este caso sería conveniente observar nuestra reacción y preguntarnos el porqué delante de una agresión respondemos de la misma forma o porqué queda el rencor en nuestro corazón , o los celos y tantas otras formas de ser indeseables.
Desde siempre, los grandes Maestros han aconsejado a sus discípulos el olvido de si mismos. Si nos sentimos heridos es por el amor propio que tenemos tan arraigado y porqué todavía no observamos la vida con los ojos del corazón.
Un fuerte abrazo
Comentario

Dejar de ser para Ser...Esa es la Verdadera Meta. Mirar para Ver… Oír para Escuchar… Silencio para hablar...Dejar las muletas para Caminar en Libertad,
Gràcies Marta.

Una abraçada.

Respuesta El dejar de ser es lo más difícil de realizar, sin embargo el camino ascendente debe ser recorrido sin el peso que llevamos y que nos cuesta tanto de abandonar.
Este peso son nuestros deseos, nuestras costumbres y hábitos a los cuales estamos tan apegados porqué nos dan la seguridad
que da lo conocido. En una etapa más avanzada, cuando hayamos recorrido tres cuartas partes del Sendero, incluso tendremos que empezar a desapegarnos de nuestros conocimientos, de nuestras creencias y de quienes amamos. Esta liberación de los apegos nos conduce a una consciencia que intuimos pero que aún desconocemos, es la consciencia del Arhat, del ser humano que ha recibido la cuarta iniciación y prácticamente se ha convertido en un Adepto. Es entonces cuando el verdadero Ser, la Monada espiritual se manifiesta en toda su gloria, cuando el gran iniciado renuncia totalmente a su individualidad para entrar en el quinto reino de la Naturaleza habiendo trascendido totalmente el Karma que generó cuando era humano.
Dejar de ser
( para el discípulo) no significa anular la individualidad, sino que al incorporar en nuestro interior una consciencia superior vamos cambiando las prioridades y poco a poco nos transformamos en lo que somos en esencia, el verdadero Yo superior, en el Ser que sacrifica su condición de gran Adepto por Amor y Compasión hacia la humanidad.

Una abraçada


Marta Parramon Elies

sábado, 13 de septiembre de 2025

Causa y Efecto !



Traducción del Catalán al Español publicado en audio en este bloc.  7/10/2015
Reunión grupal en la Asociación de Amigos de la India de Barcelona, Catalunya (España) 2000.


Todo cuando esté compuesto de materia lleva implícito el Karma.
Quizás más de una vez nos hemos preguntado si ciertas relaciones personales o circunstancias acaecidas en nuestras vidas son efecto del karma. Si tenemos presente que toda acción produce una reacción, o dicho de otra forma, que toda causa produce unos efectos, es más que evidente que la evolución en general, es kármica. Durante la era de Piscis el karma solia presentarse más espaciado porque la evolución de la consciencia bajo un signo de Agua (o emocional) acostumbra a ser más lenta, lo contrario ocurre con un signo mental cuya energía impulsa al dinamismo y la acción tal como ocurre actualmente con las nuevas energías entrantes. Acuario es un signo de Aire que no permite el estancamiento y nos obliga a movernos y a la regeneración constante. Los efectos de las causas que generamos son prácticamente inmediatos, de los cuales seremos cada vez más conscientes, viéndonos obligados a replantearnos la forma de ser y de actuar en lo esencial. De ahí que las pruebas y lecciones que hay que aprender en esta etapa actual que estamos viviendo son constantes, creando este caos y gran desorden mundial. El desconcierto es general, porque la gran mayoría de seres humanos no recordamos el pasado ni relacionamos lo ocurrido con nuestras actitudes o formas de ser y de vivir de esta u otras encarnaciones y al no recordar sus causas nos creeremos víctimas inocentes de una injusticia, o por el contrario favorecidos por un premio inmerecido caído del cielo.
La atracción que sentimos hacia la materia es lo que nos impulsa a reencarnar una vida tras otra, es por esta razón que la Ley de Renacimiento y la Ley del Karma no pueden separarse donde existe la evolución de las formas. Aunque no nos demos cuenta de forma inmediata, a cada instante estamos generando karma (bueno o malo) con nuestra actitud, deseos y pensamientos. Y hay algo en lo que no acostumbramos a tener en cuenta y es que no creamos karma únicamente por lo que hacemos, sino también por lo que deberíamos hacer y no hacemos.
A esta reflexión le podemos añadir la Ley de Reproducción, ya no únicamente del reino humano, sino también del reino vegetal y el animal, porque todo ser viviente se reproduce a sí mismo en sus propias obras y la mayor y principal de ellas es en su descendencia, y esta Ley está íntimamente relacionada con el Karma. Podríamos interpretarlo psicológica y esotéricamente, de manera que concebir sea la manera de no extinguirse, de perpetuar la especie y prolongar la propia vida en otras formas, aunque con distintos cuerpos y personalidades.
Seguramente estaréis pensando que cada ser humano nacido, es un alma individualizada y lo que hereda de sus padres no es la consciencia, pues cada cual es un individuo que evoluciona independientemente.
Si meditáis sobre la cuestión veréis que existe un gran misterio sobre la reproducción que todavía no se ha revelado abiertamente.
Por una parte, aunque únicamente lo sepamos por los estudios adquiridos, sabemos que el Alma es Una, que se divide y subdivide en infinidad de Chispas Divinas utilizando en el reino humano una enorme cantidad de personalidades y en todos los estados de consciencia posibles. Entonces, si lo observamos desde este ángulo, es comprensible suponer que nos perpetuamos de una manera más íntima (quizás por línea de rayo y con nuestro grupo egoico) en cada alma que traemos al mundo, pues en realidad formamos parte de la misma Alma Una, al igual que el resto de la humanidad. Cada reino de la Naturaleza es surgido de una poderosa Entidad a la que le damos el nombre del Reino y por muy individualizados que estemos los seres humanos, compartimos el mismo proceso evolutivo. Esto significa que todo cuanto viva y experimente un ser humano, es absorbido por esta Entidad, contribuyendo de esta forma a la evolución del conjunto, porque todos los seres sin distinción estamos unidos interna y kármicamente.
¿Acaso no existe un Principio y que todos hemos surgido de el, que somos hijos de los hijos que se han reproducido desde el principio de los tiempos? ¿No somos acaso hermanos de sangre y de Espíritu?
La humanidad somos seres individualizados, siéndonos permitido hasta cierto punto tener un libre albedrío, y es por esta causa y esta libertad que se nos da que podamos decidir como andar el camino más o menos libremente y crear karma sin cesar.
El desarrollo de la mente pide libertad. Libertad de vivir y de pensar por nosotros mismos, pero para ello es preciso ser muy responsables, pues la libertad y la responsabilidad siempre deberían ir de la mano. Aunque también necesitamos la libertad de equivocarnos y de aprender. Es precisamente por los efectos de las causas que generamos que podemos desarrollar la consciencia y es así como a costa de cometer muchos errores aprendemos a no transgredir las Leyes divinas y nos liberamos de las ataduras de este mundo. Sabiendo que a cada instante estamos produciendo causas que generan efectos, tendríamos que ser conscientes de la gran responsabilidad que tenemos para con el mundo, porque sabemos que aquellos pensamientos que surgen de nosotros mismos están penetrando en el inconsciente colectivo del cual nos abastecemos la gran mayoría de seres humanos y tarde o temprano se van a manifestar como hechos concretos. Y aunque nuestras malas obras nos parezcan insignificantes, cuando se juntan con las del resto de la humanidad, se crea una forma psíquica con un enorme poder, y al igual que si fuera una negra nube, cuando llega a la máxima presión, estalla, descargando sobre el planeta con toda su furia en forma de guerras y destrucción y muchos otros males, y lo triste es que nosotros seguimos sin comprender el porqué ha ocurrido.

De igual forma sabemos que existen muchos grupos esotéricos y espirituales dedicados a servir, que están creando formas mentales positivas y deberían contrarrestar lo negativo contribuyendo a destruir estas formas psíquicas nefastas creados desde el principio de los tiempos.

Si habéis leído al Maestro Tibetano, sabréis que existen Grupos dentro de los Ashramas de la Jerarquía guiados por un Maestro cuya misión consiste en crear formas mentales positivas para destruir a estas poderosas entidades o egregores. Quienes se dedican a tal destrucción utilizan la Fuerza del Primer Rayo. Su trabajo es arduo y nada fácil, porque las entidades que deben ser destruidas no son tan solo formas psíquicas creadas en nuestra era sino que las más poderosas provienen de la raza Lemur y que como bien sabemos se basan en el desenfreno del instinto animal. Aunque quizás son aún más poderosas las provenientes de la raza Atlante, con todo cuanto significa en lo referente a la satisfacción astral y el deseo desenfrenado en todos los sectores del vivir humano. La gran mayoría de la humanidad, actualmente todavía posee consciencia Atlante, no es un decir, nada más hay que observarnos a nosotros mismos y al resto del mundo y nos serán evidentes los valores que predominan.

Las Fuerzas oscuras tienen más poder sobre la materia que las Fuerzas de la Luz. De ahí que la evolución espiritual sea tan lenta y cueste tanto deshacerse de los valores estrictamente materiales, porque aunque muchas de estas formas mentales sean destruidas, la humanidad las sigue alimentando y creando de nuevas constantemente. Los Maestros y Sus servidores están aquí para rescatar a la humanidad de su prisión. Contribuyamos a liberar al mundo y no les hagamos más difícil Su ardua tarea. A veces debemos repetir lo mismo para no olvidar que deberíamos ser plenamente conscientes de que no somos seres aislados, que formamos parte de un Cuerpo Mayor que es la Humanidad, lo cual significa que todo karma que generemos individualmente repercutirá en el resto. Cuando hablamos del karma no podemos ignorar que la evolución se desarrolla en el tiempo y en todo cuanto atañe a la materia. Pues todo efecto es producto de una causa que se generó tiempo atrás, lejano o cercano. Es por esta razón que la humanidad vivimos teniendo que afrontar constantemente nuestro pasado, que no es más que las consecuencias de nuestros actos.
Aunque sabemos que lo único real es el presente y que el tiempo en las dimensiones superiores no existe tal como lo entendemos físicamente; sin embargo, nuestra mente concreta precisa fraccionarlo para poder entender el significado de lo que experimentamos en otros niveles de consciencia.
Hablar sobre el karma nos lleva a plantearnos muchos interrogantes, uno de ellos podría ser; si existe el libre albedrío y si tiene relación con el karma. Este puede ser un tema para el próximo encuentro.

Marta Parramon Elies

Comentarios
A menudo vivimos pensando que somos víctimas de un destino orquestado
desde no sabemos muy bien donde... Pero con tus palabras nos haces descubrir que nuestro destino está formado por nuestro karma, mientras estemos condicionados en nuestra vida por la materia, y que este karma lo hemos creado y lo estamos creando con cada una de nuestras acciones, pensamientos y emociones. Somos, por lo tanto, en gran parte, los responsables de nuestro karma y de nuestro destino.
Así pues, si queremos descubrir nuestro futuro, solo debemos estar muy atentos a nuestro presente.
Gracias por tus palabras. Es un tema muy sugerente.
Un abrazo,

Respuesta
No podríamos desarrollar la consciencia si no fuera por las experiencias que vivimos en cada encarnación. Consciencia y karma están tan estrechamente unidos que una es consecuencia de la otra. Liberar el karma es liberar la consciencia.
Una vida tras otra repetimos sin cesar las mismas experiencias, aunque en distintos escenarios y niveles de consciencia, impulsándonos a manifestar lo que somos y señalando lo que podemos llegar a ser.
Si no fuera porque retenido en los átomos permanentes existe la memoria de lo vivido en el pasado, no existiría la evolución de la consciencia, ni tampoco evolucionarían los Elementales constructores, ya que ellos basan su evolución en la construcción y nivel vibratorio que emiten dichos átomos y si no existiera vibración alguna tampoco tendría razón de existir los átomos permanentes. Si reflexionamos sobre este pensamiento nos daremos cuenta de que sin consciencia no existiría movimiento ni karma y si no existe movimiento es imposible la evolución.
Los átomos permanentes son los recipientes del karma, que no es más que la memoria de las experiencias vividas en el pasado. Esta memoria o dicho de otra forma, este karma somos nosotros mismos, o sea, nuestra consciencia.
Todo cuanto somos es debido a una sucesión de causas y efectos, tanto si nos referimos a un individuo como a una civilización. La redención de la materia produce la liberación del karma, pues a medida que avanzamos la atracción se invierte y en vez de sentirnos atraídos hacia "abajo" nos sentimos atraídos hacia "arriba".
Gracias por tu excelente reflexión.

Marta Parramon Elies

La Teosofía en la Nueva Era !