jueves, 9 de mayo de 2024

El Karma impulsa la evolución! 1ª parte

 

 
 


Conferencia a cargo de Marta Parramon en la Asociación de Amigos de la India de Barcelona, Catalunya España) 1995


A menudo se habla del karma como si fuera un castigo impuesto sin un motivo aparente al no ser conscientes de haber obrado mal y esto ocurre porque no sabemos que la mayor parte del karma proviene de otras encarnaciones, de un lejano pasado totalmente olvidado. Nos sentimos víctimas inocentes y nos preguntamos el porqué, . ¿Qué fuerzas poderosas se mueven más allá de nuestro entendimiento que no podemos controlar?
Al entrar en los estudios esotéricos va surgiendo una nueva comprensión de lo que significa la evolución humana y planetaria en conjunto, al irse desvelando lo que para nosotros habían sido misterios sobre el sentido de la vida. Entonces empezamos a entender el porqué son impuestas las Leyes del karma y de Renacimiento mientras nos desarrollamos dentro del reino humano. Quisiéramos evitarlas, pero aunque fuéramos las mejores personas del mundo no podríamos hacerlo, porque sin la imposición del karma la evolución no avanzaría ni podría cumplirse el Propósito del Logos de llevar a todo ser creado a la perfección.
Saturno es el Mayor de los Señores del Karma, está estrechamente vinculado con nuestro Logos planetario desde tiempos inmemoriales, poseyendo un gran poder sobre la Tierra, siendo el planeta más denso y comprimido cuya fuerza gravitatoria mantiene preso a todo ser, reino y especie que se desarrolle en ella.
Del estudio sobre este vínculo entre los dos Logos, surgen varios interrogantes y quizás algo más de comprensión al profundizar en ello, . ¿Quién es realmente nuestro Logos planetario? Se dice que es un Gran Ser Creador cuyo cuerpo de manifestación, la Tierra, no es sagrado, y sin embargo, mantiene este estrecho vínculo con el Logos de Saturno cuya naturaleza es Sagrada.
El Logos de Saturno es uno de los Grandes Constructores del Sistema. Uno de los 7 Espíritus ante el Trono de Dios. Un gran Arcángel Constructor de mundos. Es el Mayor de los cuatro Señores del karma. Introduce y acentúa en el Sistema la energía cósmica del 3.er Rayo, dirigiéndola de forma específica a nuestro planeta Tierra, o sea que Saturno y la Tierra irradian y estan regidos por la misma energía de Rayo, aunque evidentemente no existe comparación alguna en el efecto y la forma como es utilizada por cada uno de ellos y especialmente, porque la Tierra no es Sagrada.
Es posible que el vínculo entre ambos Logos provenga del sistema solar anterior en que el primer Logos solar desarrolló al máximo la Inteligencia, puesto que el primer Sistema estaba regido por el 3.er Rayo de Inteligencia Activa. Con esta energía y junto al 2º Rayo de Amor Sabiduría transmitido por el Logos Solar actual, el Logos planetario está tratando de desarrollar al máximo la Consciencia planetaria.
A los Cuatro Señores del Karma se los simboliza con una Cruz cuyo significado está relacionado con todo cuanto represente el número 4 en este Sistema., siendo el 4º reino humano un buen ejemplo. El brazo vertical simboliza al Espíritu y el horizontal a la materia. El centro donde se entrecruzan forma la Cruz del Karma, donde simbólicamente el discípulo iniciado está crucificado entre cielo y tierra mientras sirve a la Jerarquía. En esta etapa el discípulo se halla como si estuviera “en tierra de nadie” no es enteramente humano ni enteramente divino, de ahí que viva una gran crisis de consciencia y sacrificio constantes, teniendo la sensación de estar suspendido entre cielo y tierra. Está ahí en el centro de la Cruz compartiendo el karma de la humanidad, con los brazos extendidos, una mano tendida hacia abajo, ayudando a sus hermanos a ascender y la otra extendida hacia lo alto, conectado con lo divino, haciendo de Puente de Unión, por Amor y Compasión hacia sus hermanos.
Recuerdo una frase del Maestro Tibetano referente a este comentario que dice así, ."El discípulo iniciado que sirve, vive en el mundo sin ser del mundo"
La aplicación de la Ley de Retribución, como también se denomina a la Ley del Karma, nos da la oportunidad de transformar la materia en Luz, con el fin de que un día en la conciencia planetaria no quede ni un solo residuo de oscuridad. Saturno nos obliga a afrontar el pasado una y otra vez hasta que surge de nuestro interior una nueva comprensión y descubrimos que toda causa produce unos efectos. Que nuestros actos, sean buenos o malos, al igual que un boumeran, tarde o temprano regresan a nosotros.
El karma siempre proviene del pasado, ya sea cercano o lejano, generado en la actual encarnación o en las anteriores. En realidad, la evolución desde el principio de los tiempos está formada por una sucesión de causas y efectos, esto significa que lo que somos en la actualidad, individual o colectivamente, no es más que el fruto del karma que hemos acumulado al generar consciencia una vida tras otra.
Actualmente nos hallamos frente al reto más importante que la humanidad hemos tenido que afrontar desde el principio de la evolución en esta cuarta ronda. Nuevas energías procedentes de una estrella de la constelación de Acuario se están introduciendo en el Sistema alterando todo lo establecido. Su energía es dinámica, produciendo una transformación constante en los valores, en las consciencias y en las formas, obligándonos a romper con todo lo establecido, la crisis de resistencia es inevitable y esta actitud crea un poderoso karma.
Esta situación la estamos viviendo en este nuevo ciclo de Acuario en que su regente planetario Urano, portador del 7º Rayo, nos obliga a adoptar unos valores totalmente innovadores, dinámicos y adaptados a las necesidades del momento. La inestabilidad que nos trae Acuario nos obligará a estar atentos al presente inmediato. Podríamos decir que es el extremo opuesto de lo que representa Saturno. Esta divergencia de energías es lo que genera el conflicto actual en el mundo entre estos dos grupos predominantes de seres humanos; los que responden al conservadurismo Saturnal aferrado al pasado y a las seguridades, y aquellos más Uranianos, que anhelan la libertad, el progreso y construir creadoramente por sí mismos un nuevo mundo.
Urano se irá imponiendo a medida que vayan encarnando nuevas almas y personalidades de 7º Rayo capaces de establecer nuevas formas de relación en todos los ámbitos del vivir. Lo desconocido acostumbra a darnos miedo, sin embargo, Acuario no nos permitirá adormecernos, tan solo se trata de adaptarnos y dar respuesta a cada instante a lo que vaya viniendo.
Este proceso de cambio ya se está precipitando sobre la Tierra, la era de Piscis quedó atrás y estamos viendo de manera acelerada que los cambios son inevitables.
Han de cambiar totalmente los conceptos que tenemos sobre la relación de pareja, familiar y socialmente. Está naciendo una nueva cultura en que el concepto de individualidad ha de dar paso a la colaboración mundial en todos los aspectos. La memoria dejará de condicionar a las futuras generaciones y esto significa que el pasado ya no regirá por completo nuestras vidas. Esta capacidad de no dejarnos condicionar por los recuerdos de lo aprendido, ya sea en las relaciones, creencias de todo orden, o conocimientos, nos librarán grandemente del karma, porque el propio dinamismo acuariano nos impulsará a vivir el día a día, el presente inmediato.
Todo en absoluto dará un giro de 180 grados. No podemos buscar seguridades en esta nueva era, tendremos que aprender a vivir el presente y adaptarnos a las circunstancias a cada instante de nuestras vidas. Este dinamismo cambiará el mundo en pocas generaciones. El proceso de avance en la evolución se acelerará grandemente porque la mente vibrará en una nueva sintonía más científica y al propio tiempo más creativa e intuitiva y libre de los prejuicios que nos impiden ser nosotros mismos.
En todo este proceso de cambio interviene el karma, porque antes de considerarnos acuarianos tendremos que recapitular las experiencias vividas en la era anterior, afrontarlas y ser plenamente conscientes de que es urgente un cambio en la consciencia mundial.
La Libertad unida a la responsabilidad y el bien común han de ser los valores que prevalezcan en las relaciones y la comunicación entre todos los seres humanos sin excepción.
Saturno nos frena, detiene e impide llevar a cabo lo que nos proponemos si antes no hemos descartado lo inservible, para que afrontemos de frente y sin miedo la situación y nos demos cuenta de que la evolución no puede existir sin movimiento. Para ello es preciso renunciar a algo (no me refiero a los objetos, al dinero o a seres queridos, sino también a nuestros deseos, recuerdos, tradiciones, conocimientos, costumbres y creencias, a lo cual estamos fuertemente apegados y nos inmovilizan, hundiéndonos en la crisis y dejando perder la oportunidad que se nos da de dar un paso importantísimo hacia la liberación del Alma al iniciar una etapa superior del camino.
El karma y la fuerza de la Gravedad están estrechamente relacionados. Si encarnamos una y otra vez en la Tierra es porque su potente magnetismo nos atrae y esto significa que todavía nos identificamos con la materia. El día que nos hayamos librado del peso del karma, dejaremos de encarnar, habremos invertido los valores y nuestra atracción hacia la materia se habrá diluido para ser substituida por la fuerza expansiva del Espíritu.
Entonces las puertas al reino de las Almas se abrirán de par en par y nos permitirá ver Quienes verdaderamente somos en nuestra esencia divina.


Marta Parramon Elies

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