domingo, 16 de enero de 2022

El contacto dévico y el Silencio ! 1ª parte

 


 

Ángeles y Hombres avanzamos unidos en el espacio produciendo Creación y al final de los tiempos cuando hayamos ascendido al nivel superior en la escala evolutiva nos fusionaremos en una Unidad, naciendo de esta unión! el Divino Hermafrodita!
Uno de los deseos más fervientes que suelen manifestar los aspirantes espirituales además de encontrarse cara a cara con el Maestro es adquirir poderes espirituales que les permitan establecer contacto con el reino angélico.
No es lo mismo haber desarrollado la visión de los elementales menores y los espíritus de la naturaleza, que establecer un contacto con Devas de superior evolución.
Para contactar con el reino angélico será preciso haber creado en nuestro interior un profundo silencio, entonces estaremos preparados para llamar su atención.
Hablar del Silencio parece ser un contrasentido, pero si aprendiéramos a escuchar "La Voz del Silencio" que es la Voz del Alma, sabríamos que esta Voz también emite una nota, una nota que nos conecta con nuestro Ángel solar y a la vez con el plano Búdico, pues no olvidemos que el Ángel solar posee consciencia Búdica, siendo Él el Constructor del Cuerpo Causal cuya ubicación se halla dentro de la Tríada Espiritual, en Manas. La Tríada Espiritual (por analogía) es la manifestación de los tres cuerpos de la Mónada Espiritual, siendo Budi lo que sería en el ser humano su cuerpo astral.
Budi es nuestra meta a alcanzar si queremos establecer el Silencio en nuestras vidas, donde las formas originadas por las palabras y el pensamiento no existen.
Pero... ¿Qué entendemos por silencio?. No se trata únicamente del silencio de la palabra, sino de establecer un centro de paz y equilibrio en nuestras vidas, un silencio que se producirá cuando nuestra actitud sea serena, desapasionada.
A través de la meditación seguramente en algunos momentos en que nuestros vehículos han estado alineados con el Alma solar habremos estado tan sumamente atentos y expectantes que algo anormal y desconocido habrá sucedido. Se habrá producido un vacío, porque nos habremos situado por encima y más allá de la personalidad, produciéndose una quietud total de nuestros sentidos. La sensación viene a ser como dejar de existir y habernos convertido en pura energía fundida con el Todo, sin individualidad que nos atraiga, sin recuerdos ni atracción alguna por un mundo que en aquellos instantes ha desaparecido.
Es en este estado cuando se produce la revelación cuando la mente no piensa y el silencio es absoluto. Entonces nuestra Mónada ocupará el lugar del Alma y se abrirá ante la visión interna un mundo desconocido y mucho más real que el que conocemos, un mundo muy diferente a lo que generalmente la fantasía humana ha imaginado porque nos habremos situado en los niveles búdicos donde las formas han dejado de existir.
La intuición es el estado natural de este cuarto plano Búdico, dentro del septenario de energías donde se nos revela la relación tan estrecha que existe entre todo lo creado. Es el plano de la Unidad, el Centro mayor de equilibrio donde los opuestos se reconcilian.
Todo cuanto podamos relacionar con el número 4 pertenece a un mismo tipo de energía, a una vibración similar, aunque a distintas frecuencias vibratorias según el estado evolutivo y la función de lo que observemos, lo cual estará íntimamente relacionado con el Silencio, el contacto Dévico y el sentimiento de Unidad.
Cuando accedemos al plano de la intuición se nos brinda una "Clave" que nos permite descubrir la conexión que existe entre el macro y el microcosmos. Esta clave consiste en saber aplicar la Ley Hermética de Analogía.
Precisamente en este estado de consciencia es cuando un científico, un músico, un estudiante de la Sabiduría Eterna o cualquier ser humano que medite y se dedique a la investigación, pueden ser inspirados por los Devas y descubrir algo nuevo y desconocido hasta el momento para ofrecer a la humanidad.
La creatividad surge siempre del plano Búdico, del Corazón de la Mónada Espiritual y esto únicamente puede emerger a la consciencia cuando debido a la profunda atención se ha producido un vacío interior, un silencio, ya que mientras se esté condicionado por los conocimientos o experiencias pasadas no se le podrá revelar nada nuevo.
Quizás este estado de silencio pueda describirse como de éxtasis, algo parecido a lo que experimentaron los grandes místicos del pasado, a un cáliz vacío que espera ser llenado.
Cuando la revelación surge de este punto medio en donde únicamente existe el silencio y los opuestos se equilibran algo nuevo nace en nuestro interior, algo que no tiene forma y que, sin embargo, nuestro cerebro deberá saber traducirlo en palabras y en hechos concretos a fin poder aplicarlo a la vida práctica de cada día.
Quien no conozca el mito de Prometeo (el Ángel solar) cuyo nombre se atribuye a Mercurio y este a la vez a Buda, le recomiendo su lectura. Describe la trayectoria del alma encarnada, sus orígenes, el porqué del encadenamiento a la rueda de muertes y nacimientos, a la posterior liberación y al futuro que nos aguarda una vez liberados.
El plano búdico es el plano de la Unidad donde la individualidad se disuelve en el Todo. El Alma y la personalidad fusionadas se entregan al servicio del Espíritu.
A partir de entonces Shamballa ya no será una Tierra desconocida sino "el Hogar del Padre" la Mónada espiritual.
El Silencio surge cuando hemos alcanzado este punto medio en un estado expectante, cuando el amor fluye espontáneamente del corazón porque ha despertado el centro cardíaco y en su correspondencia con el centro coronario empieza a fluir la energía monádica.
Podemos relacionar la libertad con el plano búdico, con la liberación de las fuerzas elementales de los tres mundos que han condicionado toda nuestra existencia y con la capacidad creativa que surge de lo más hondo de nuestro ser cuando el olvido de nosotros mismos, la inofensividad y la correcta palabra nos han convertido en seres originales y libres de los condicionamientos personales.
En este estado el amor no tiene nada de personal pues el significado que entonces le atribuimos va mucho más allá de la consciencia Egoica.
Es en este Silencio que nace del corazón cuando los Ángeles se revelan al ser humano, entonces la relación establecida con el reino angélico ya no es la misma que teníamos con los elementales de nuestros cuerpos a los cuales habíamos tenido que someter a nuestra voluntad para redimirlos, conducirlos hacia su liberación y así poder expresarnos como Almas a través de ellos una vez sumisos y libres de resistencias.
Ahora, una vez alcanzado el equilibrio ya no existe el conflicto entre los pares de opuestos sino una estrecha colaboración y contactos angélicos.
Dentro de los Ashramas de la Jerarquía existen almas humanas y dévicas, Ángeles que son discípulos e iniciados y otros que son Maestros de Sabiduría, algunos de los cuales forman grupos, entrenando a discípulos en sus aulas en alguna forma de servicio según el Rayo y la capacidad más relevante de cada cual sirviendo todos ellos al Propósito del Señor del Mundo.
Aparte de la propia Naturaleza, todo cuanto existe es obra del ser humano. Esto nos tendría que hacer reflexionar en profundidad sabiendo que podemos crear un mundo mejor.
Si nuestros pensamientos, actos y nuestras palabras son más puros emitirán una vibración superior, porque habremos desalojado parte de la oscuridad que nos envuelve, entonces los devas constructores que respondan surgirán de los niveles etéreos más sutiles del espacio dispuestos a construir formas de mayor cualidad espiritual, estas formas serán habitadas por almas más avanzadas que han de ser la flor de la nueva era.
No olvidemos que a medida que liberamos a los devas elementales de nuestros cuerpos estamos liberando al mundo.

Marta Parramon Elies

 

El contacto dévico y el Silencio ! 2ª parte

 


El Secreto de la Magia consiste en hablar el mismo idioma que los Devas
HP. Blavatski
El idioma de los Devas es el Silencio
El Silencio la Palabra y los Devas van siempre unidos en cualquier proceso Creador.
Nos preguntamos, .. ¿Cómo podemos incorporar el Silencio en nuestras vidas para poder atraer la atención de los devas, . ?
Hablar del silencio pueda parecer una contradicción, sin embargo, cuando se empieza a servir es necesario un proceso de entrenamiento grupal que nos ayude a dar los primeros pasos por medio del estudio, la meditación, el autoconocimiento y el servicio. Para que nazca en nuestro interior este silencio tan anhelado, no es preciso tan solo controlar la palabra, los pensamientos o los deseos que causan tanto ruido en los niveles internos, sino de adoptar una actitud totalmente nueva, serena y desapasionada frente a las relaciones que establecemos y a los acontecimientos que transcurren en el devenir de nuestra vida, a fin de hallar este centro de paz y equilibrio en el corazón donde nada pueda perturbarnos.
Cuando internamente hayamos llegado a la comprensión de la importancia del Silencio, nuestra vida cambiará, . Cambiarán nuestras relaciones, nuestro carácter y la forma que tenemos de entender la vida.
En primer lugar es necesario el alineamiento de nuestros vehículos siendo el mejor sistema la meditación, hasta alcanzar esta paz personal que se produce cuando nos centramos en niveles mentales. Sin embargo, hay que ir más allá a fin de hallar las respuestas trascendentes que nos estamos formulando, aunque llegados a este estado de consciencia las respuestas ya no serán concretas porque habremos trascendido la personalidad y en estos niveles todo es abstracto. Es en esta abstracción donde podremos intuir lo que significa el Silencio, entonces los devas se harán presentes en nuestras vidas.
El silencio va naciendo en nuestro interior a medida que recorremos las distintas etapas del camino, desde que recibimos la primera iniciación como aspirantes espirituales y en las aulas internas se nos enseña a conocer a los devas elementales. Entonces el vehículo que ha sido iniciado entra en una quietud desconocida al haber orientado su consciencia a niveles mentales, aunque todavía no haya eliminado totalmente sus tendencias más instintivas y le quede por trascender residuos kármicos a este nivel. Sin embargo, lo conquistado se hará permanente.
Al paso de muchas encarnaciones y experiencias la consciencia se habrá expandido, la mente y el corazón estarán plenamente activos, servirá orientado por su Alma y se le preparará para recibir la 2ª iniciación.
Es a partir de entonces que el discípulo iniciado entrará en contacto plenamente consciente con el reino dévico, con algunas de sus Jerarquías de elevada evolución espiritual y el mundo oculto se le hará visible. Reconocerá al Maestro al Cual está sirviendo y al grupo interno que rige y del cual a partir de entonces será un miembro más.
Entonces el Silencio que va penetrando en lo más hondo de su ser se hace evidente en lo externo y el control de la palabra es en hecho debido al desapego de su cuerpo mental. Sus valores han cambiado. Los pensamientos son símbolos que el iniciado aprende a sintetizar al máximo para cuando llegue a convertirse en un Logos Creador, entonces tan solo con pronunciar una Palabra, .“El Verbo” surgirán los mundos.
Sin embargo, la palabra no podrá ser creadora si antes no va precedida del profundo Silencio alojado en su corazón.
Se está acercando a la etapa final del Sendero y debe aprender a Crear formas mentales de elevada vibración, conjuntamente con los Devas constructores que las materializarán en el plano mental. Se está iniciando en la “consciencia” monádica, que en realidad no es consciencia porque más allá del Alma la mente es trascendida una vez se ha recibido la 3ª Iniciación Jerárquica.
Quienes aman la Naturaleza y se sienten identificados con ella saben que en su atenta observación se puede entrar en un profundo silencio. No es necesaria la meditación aprendida en los estudios ni el alineamiento de los vehículos porque en esta atención profunda nos hemos elevado sin proponérnoslo, entonces tan solo se precisa abrir el corazón, dejarnos penetrar por el Amor y la Paz que la Naturaleza nos transmite para entrar en contacto con los Devas del Silencio. La más elevada forma de meditar es la Contemplación separada totalmente de los sentidos, cuando todo nuestro ser está impregnado del Silencio que nos envuelve.
En este instante lo único que se siente es Amor, pero no un amor hacia un paisaje o a nada en concreto, sino que el Amor lo es todo y lo abarca Todo, está dentro y fuera de nosotros mismos. Esta es la Consciencia de Unidad del plano Búdico que únicamente la alcanzaremos cuando las formas elementales desaparezcan y nos hayamos situado en el centro de nosotros mismos.
El Silencio se produce a medida que aumenta la radiación e iluminación de los cuerpos, cuando al recibir cada una de las iniciaciones son introducidos en nuestros vehículos átomos búdicos radiactivos, expulsando la substancia elemental que hasta aquel momento habitaba aquel cuerpo.
En las etapas finales del Sendero aumenta considerablemente el contacto monádico por vía de la intuición. Entonces podemos tener la certeza que la intuición no es Egoica, sino que es Monádica.
Quienes han alcanzado el Silencio Creador ya no pertenecen al reino humano. Se han librado de la dualidad y de la vida en los tres mundos al haber transformado la materia de sus cuerpos en Espíritu.
A medida que la radiación atómica va penetrando en los cuerpos, aflora en la vida del iniciado la consciencia monádica y el Silencio se hace más patente dentro y fuera de Sí mismo.
Vemos pues que la finalidad del reino humano consiste en convertirse en creador, en un verdadero Mago consciente y llegar a formar parte de la Jerarquía Espiritual, contribuyendo de esta forma a la evolución planetaria de cualquiera de los reinos.
El contacto dévico y el Silencio vienen como consecuencia de una evolución espiritual y todos nosotros estamos en camino.

Marta Parramon Elies


miércoles, 5 de enero de 2022

El universo manifestado está constituido de entidades elementales y dévicas

 




Estas semillas de Cardo mariano que podéis ver en las fotografías, no son tan solo vegetales, cada una de ellas es una entidad dévicas elemental con vida propia. En su interior existe un núcleo central que les proporciona la vida y el movimiento y el ADN de su propia familia y especie. Este núcleo es la chispa divina que todo ser vivo cobija en su corazón, es lo que le permite ser consciente en su propio reino, evolucionar y reproducirse. Si al observar a los demás reinos de la naturaleza los viéramos como entidades dévicas elementales que viven y evolucionan al igual que nosotros y no como simples animales o vegetales a los cuales maltratamos y sacrificamos por el simple hecho de descargar nuestra agresividad o para satisfacer nuestros sentidos, quizás empezaríamos por respetarlos, cuidaríamos de ellos como hermanos mayores y veríamos a la Naturaleza con otros ojos. ¿Queremos ver a los devas elementales?... pues ahí los tenemos!! En las fotografías estamos viendo sus vehículos físicos, su envoltura, que al igual que ocurre con el reino humano oculta a las entidades que los utilizan para evolucionar en este plano físico de la existencia. Ellos pertenecen a distintas jerarquías elementales cuya evolución los impulsa hacia el reino Angélico. Los pájaros son devas elementales,... un perro o un gato son elementales, cualquier ser encarnado es un deva recubierto de un cuerpo físico elemental adecuado a su especie y reino, y con un tipo particular de consciencia. Incluso los seres humanos en nuestra esencia somos un Deva. Mientras nos seguimos identificando con nuestros cuerpos, la consciencia de nuestra personalidad es elemental, esto significa que serán ellos quienes goviernan nuestras vidas, sin embargo nuestro Arquetipo o Modelo de perfección es el Ángel Solar y nosotros estamos hechos de Su Misma Esencia lo cual nos convierte espiritualmente en Sus herederos..
Marta Parramon Elies

La Teosofía en la Nueva Era !