La Sociedad Teosófica fué fundada en Nueva York el 17 de noviembre de 1875, incorporada a Madrás ( India ) el 3 de abril de 1915. Sus tres objetivos son: 1º, Formar un núcleo de Fraternidat Universal de la Humanidad sin distinción de raza, sexo, doctrina, casta o color. 2º, Fomentar el estudio comparado de les religiones, filosofias i ciencias. 3º, Investigar las leyes inexplicables de la naturaleza y los poderes latentes en el hombre.
lunes, 29 de junio de 2015
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jueves, 11 de junio de 2015
La consciencia y los reinos de la naturaleza.!
Siempre se ha entendido la evolución de la consciencia como la capacidad que tiene el ser humano de desarrollar la mente a través del tiempo, de conocer las cosas que nos rodean e identificarnos con las que están más de acuerdo con nuestras tendencias y nuestros valores. Es así como nos vamos formando y transformando a través de miles de encarnaciones, aplicando el discernimiento y la discriminación a fin de poder llegar a preguntarnos y encontrar la respuesta algún día sobre, ¿qué sentido tiene la vida y quienes somos realmente?
A medida que crecemos como seres humanos ampliamos la perspectiva de aquello que hasta el momento había permanecido oculto, entonces la consciencia empieza a expandirse abriéndose ante nosotros nuevas realidades. Al principio de la evolución la consciencia es instintiva, éste estado define a las almas jóvenes y con poca experiencia dentro de la evolución kármica de nuestro planeta. Sin embargo a medida que avanzamos y se desarrolla la mente, el ser humano se descubre a si mismo como un individuo capaz de pensar por si mismo. Cuando llega a este estado de consciencia se revela en contra de cualquier imposición y se separa conscientemente de la masa humana que todavía necesita ser guiada.
A ésta etapa, que puede ser más o menos extensa, le sigue una expansión de consciencia que se produce cuando el
egoísmo innato lo transforma en altruismo y el deseo, fruto de la orientación astral superior, lo transmuta en aspiración espiritual.
Cuando descubre que no es un individuo aislado, que es lo que él había creído hasta aquel momento, se da cuenta que había estado envuelto por un espejismo que le había hecho creer en un mundo distorsionado, entonces ve con gran claridad de pensamiento que la consciencia no es particular sino que es universal.
Observa al mundo entero y en cada elemento y en cada reino de la naturaleza descubre otras formas de consciencia de las cuales él se siente parte. Observa como evolucionan los diferentes grupos de individuos y las diferentes especies y la forma como desarrollan su propia consciencia.
Algo desconocido hasta entonces se le hace presente cuando ve que en todos los reinos existen unas jerarquías evolutivas entre los individuos o seres que los componen.
Pero no podemos olvidar que las formas externas tan sólo son símbolos que cubren realidades internas. Todo cuanto existe y podemos percibir con nuestros sentidos son formas, habitadas por las entidades elementales que las han construido. Los cuerpos humanos físico, astral y mental son la expresión de los tres elementales constructores y a medida que se integran
(o, los vamos integrando) forman la personalidad.
Pero lo más importante a tener en cuenta es que desde el momento de la individualización en que salimos del animal para entrar en el reino humano, nuestra evolución inició un camino ascendente guiados por el Ángel Solar, el Constructor de nuestro Cuerpo Causal.
Nosotros no somos nuestros cuerpos, sin embargo durante la mayor parte del tiempo que dura la evolución como humanos, nos identificamos con ellos.
Al paso del tiempo el Ángel solar va construyendo el cuerpo causal con todo lo positivo y más puro que el ser humano incorpora en su consciencia. Llegada la etapa en que está construido, el Ángel toma posesión de la personalidad, cuya pureza alcanzada le permite manifestarse externamente en el mundo de los hombres. Nuestro destino final dentro del reino humano consiste en transformarnos en un Ser idéntico a nuestro Ángel solar, nuestro modelo de perfección, !nuestro Arquetipo!
Si nos vamos a los principios, en el instante de la individualización, el Ángel solar deposita su semilla en la mente primitiva del hombre animal, la cual, al paso de los siglos y milenios va transformando al animal en un ser humano y posteriormente en un ser divino igual a Él, produciéndose entonces en el Alma humana una gran expansión de consciencia. La semilla ha crecido al igual como un feto en gestación hasta que le es llegada la hora de nacer al reino superior,
(en este caso) en el reino de las Almas Liberadas, el quinto reino de la Naturaleza, liberando al Ángel de Su sacrificio.
A partir de entonces nuestra misión consistirá en convertirnos en "sembradores" expandiremos las semillas en las mentes primitivas, a fin de que un día germinen y den sus frutos, infundiendo de esta forma, Luz en sus mentes y nuestro Amor en sus corazones al igual como lo hizo nuestro Ángel solar con nosotros.
La evolución humana proviene de épocas remotas, hemos pasado por los reinos elementales ascendiendo progresivamente al los reinos mineral, vegetal, animal y humano y ahora de vez en cuando empezamos a tener un atisbo de luz del reino de las almas. Llevamos en nuestro interior la consciencia adquirida en todos los reinos de la
naturaleza, actualmente somos la síntesis de la consciencia adquirida por nuestra mónada espiritual - el verdadero Hombre- en todos los reinos de la naturaleza, introduciéndose en la materia por medio de las formas densas que le han permitido Ser plenamente consciente.
En cada reino existen distintos grupos y niveles de consciencia al igual como en el reino humano, una vez han llegado al nivel más avanzado entran en el reino superior para seguir ascendiendo en la escala evolutiva.
En el reino mineral podemos ver la belleza de una entidad dévica que ha evolucionado desde el carbón hasta convertirse en un precioso diamante, o cualquier otra piedra preciosa cuyas formas cristalizadas reflejan en el plano más denso la geometría de los arquetipos de la creación, Así como también lo podemos ver en los metales preciosos como el oro cuya evolución se inició en el plomo.
Sin embargo el signo de mayor evolución dentro del reino mineral es la radioactividad que revela en una ínfima parte la radiación a que debe llegar toda entidad en este mundo y convertir a la Tierra en un planeta sagrado.
En el reino vegetal con su infinidad de familias y especies, podemos observar de igual forma lo maravilloso de la consciencia superior adquirida por las entidades angélicas que lo habitan durante su proceso evolutivo. Desde la hierba más insignificante hasta las plantas y árboles más hermosos, aromáticos y medicinales. El perfume es la radiación del deva que habita aquella planta siendo la expresión más avanzada dentro del reino.
En el reino animal, mucho más cercano al hombre y con su gran variedad de especies, podemos ver igualmente como en los demás reinos una escala evolutiva, desde el animal salvaje hasta el que ha sido domesticado y entrenado para prestar un servicio al ser humano. Estos animales son mamíferos y nos dicen los tratados ocultos que son; el caballo, el elefante, el gato, el perro y los delfines y en una próxima ronda, posiblemente se individualicen como seres humanos.
Cuando se ha ascendido el reino humano, tenemos que hablar de una Jerarquía, no humana en el sentido de posición social o cualidades personales sino de una jerarquía espiritual.
Hemos hablado al principio de tres niveles de consciencia que definen el proceso evolutivo humano. Más allá de las buenas personas y de los discípulos e iniciados que dedican su vida a servir y atender a las necesidades del mundo, existe un reino superior divino que ha trascendido muy por encima la evolución humana, es el reino donde habitan los Grandes Seres que conocemos como Adeptos o Maestros de Sabiduría, haciéndose cargo de la evolución planetaria, sacrificando Su propia evolución por Amor y Compasión hacia la humanidad y señalarle el camino de liberación de la vida en este mundo.
Marta Parramon
lunes, 1 de junio de 2015
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