Conferencia a cargo de Marta Parramón en la Asociación de “Amigos de la India” de Barcelona, Catalunya, (España). 1996
La Humanidad en conjunto y cada uno de nosotros en particular, nos enfrentamos actualmente a un gran desafío, un desafío que pone a prueba nuestra capacidad de demostrar en hechos concretos que el conocimiento y las instrucciones que recibimos de Los Grandes Seres si son comprendidos y puestos a la práctica, pueden liberarnos del sufrimiento que causa la indecisión y la resistencia al cambio, al afrontar la vida con una nueva comprensión de lo que significa ser verdaderamente Humanos. Únicamente aceptándonos tal como somos en lo bueno y en lo malo, podemos decidir sin temor a equivocarnos los pasos que tenemos que dar hacia la liberación de esta prisión que nos mantiene atados a esta Tierra, un planeta de constante lucha y sufrimiento. Ver de frente lo que fuimos en el pasado generalmente nos asusta y sin embargo, es la única forma de reconocernos por lo que somos, dándonos la oportunidad de producir cambios significativos en nuestro interior y en consecuencia en nuestras vidas.
El miedo a afrontar lo desconocido nos paraliza y la reacción es a huir, pero no únicamente de los acontecimientos que se suceden en nuestras vidas y en el resto del mundo, sino de nosotros mismos, manteniéndonos sumergidos eternamente en el conflicto. Nos cuesta tanto ser objetivos sin involucrarnos en el conflicto, que nos es imposible ver con claridad cuáles deben ser los pasos que tenemos que dar para liberarnos de lo que obstruye la propia consciencia. Y aunque quizás nos creamos insignificantes e incapaces de afectar con nuestros estados de consciencia al resto de la humanidad, tened en cuenta que formamos parte de un reino de la naturaleza, el Humano, y que cada uno de nosotros somos una célula dentro de este cuerpo mayor. Lo cual significa que cualquier evento, positivo o negativo que podamos estar viviendo, afecta al conjunto. Un ser humano que recibe la Iniciación está elevando el estado de consciencia del conjunto de la humanidad.
El
Alma está en nuestro interior esperando que nos libremos de la
oscuridad que nos envuelve para poder manifestarse y nos demos cuenta
de que tenemos un poder increíble que desconocemos para poder
hacerlo. Si confiamos en esta realidad surgirá en nosotros una gran
fuerza interior desconocida hasta el momento, entonces ya nada de lo
que pueda ocurrir en nuestras vidas podrá detener el avance hacia la
liberación. Cuando nos sentimos atraídos por una fuerza interior
que surge de muy adentro, es porque hemos aprendido a escuchar la Voz
de la Consciencia que es la Voz del Alma.
No todas las crisis
que se presentan en la vida son producidas por las mismas causas ni
debido a los mismos estados de consciencia. Cuando el alma del
discípulo que dejó su cuerpo físico se prepara para volver a
encarnar, antes de hacerlo el Maestro le permite ver una proyección
sintetizada de lo más destacado que se le presentará en su próxima
encarnación y el servicio que le tiene reservado. El servicio que
nos pide prestar el Maestro siempre entra dentro de nuestras
posibilidades, lo cual no significa que sea fácil de llevar a cabo.
Se precisará hacer nuevos reajustes de adaptación, tal como ocurre
en cada nueva encarnación, hasta haber recuperado la plena
consciencia de quienes somos y cual es el propósito para el cual
hemos encarnado. Si aceptamos la propuesta de servicio que nos
propone el Maestro, implicará un renovado esfuerzo y una renuncia
voluntaria a ciertos requerimientos personales.
Al
igual que todo ser humano, el discípulo debe enfrentar el karma
generado en anteriores encarnaciones, pero cuando ha llegado a esta
etapa evolutiva en que se ha consagrado al servicio del Maestro,
generalmente se le precipita el karma que hubiera tenido que vivir en
dos o más encarnaciones. Esto debe ser así porque ahora está
destinado a convertirse en un canal cada vez más puro a través del
cual el Maestro pueda comunicarse sin hallar obstrucciones.
La
soledad es cada vez más pronunciada en la vida del discípulo, tanto
más cuanto más avanza en el Sendero y aunque en su vida de
relaciones generalmente encuentre rechazo y es menos comprendido por
su creciente impersonalidad, la vida interna e identificación con su
propio Ser, le da una enorme fuerza para vivir en este mundo con el
cual se siente cada vez menos identificado y sin embargo, fue su
propia alma quien decidió encarnar por amor y compasión hacia sus
hermanos y porque se sabe parte de las grandes almas que, con su
servicio, están tratando de liberar a la humanidad de su ignorancia
y la esclavitud de la materia.
La misión del discípulo
servidor consiste en sacudir las consciencias de la humanidad
soñolienta que está en vísperas de despertar, cuya inquietud hacia
su ser interno está dando muestras de que es llegado el momento,
aunque quizás todavía no sean conscientes de ello.
El
despertar da la suficiente Luz para que veamos por nosotros mismos la
oportunidad que se nos presenta de dar el paso definitivo que nos
permitirá enfrentarla sin cegarnos. Con el tiempo, el amor y la
entrega a las necesidades del mundo, comprenderá que se halla de
regreso al Hogar que abandonó hace muchos miles de años después
del larguísimo peregrinaje en busca de experiencias que le abrieran
la consciencia.
El
Maestro nos suplica que entremos en la corriente iniciática y para
esto será preciso por encima de todo, haber transformado el instinto
en intelecto y el egoísmo en altruismo, poseer consciencia grupal,
(que es la conciencia del Alma) el olvido de nosotros mismos y la
total inofensividad. El Amor y la Compasión han de predominar por
encima de todo en nuestras vidas, este es el requerimiento esencial
para prestar Servicio y la forma como podemos llegar a todo ser
humano sea cual sea su condición.
Abramos el corazón y no
será necesario buscar a quien servir, porque la radiación que surge
de un corazón amante es tremendamente magnética para las almas que
están buscando respuestas al porque de la existencia.
Marta Parramon Elies

El paso decisivo es dejar de lado la resistencia acumulada en todos los sectores Estar totalmente abierto a ese cambio sin condiciones a partir de la Verdadera Innovación, sabiendo así lo que significa la completa Humildad y Desnudez para dar Servicio a la propia.
ResponderEliminarLa Gran Soledad debe ser vivida a través de la Gran Alegría del Alma.
Esta siempre dispuesto al SI del Maestro.
Gràcies Marta.
Abraçades.
La resistencia al cambio individual y mundial en todos los sectores del vivir humano, es producto de la resistencia interna a dejar que la Luz del Alma penetre en nuestras vidas.
EliminarCuando las consciencias se iluminan todo lo externo es transformado, pues todo cambio interno produce sus efectos en lo externo. Siempre lo veremos así, primero se gestan las ideas en la mente para ir descendiendo al mundo de deseos y finalmente se concreta en hechos tangibles.
También podemos repetir lo que el Maestro repite incesantemente y es, que el mundo no cambiará si antes no cambiamos nosotros mismos.
" La Gran Alegría del Alma" una frase muy hermosa que deberíamos experimentar más a menudo, pues cuando hay alegría en nuestro corazón, la Luz y la Paz que irradiamos transforma todo nuestro entorno, mitigando el sufrimiento y despejando la oscuridad que envuelve al mundo.
Gracies Olga i Carles
Abraçades
Muy buenos consejos Marta. Habrá que intentar saberlos aplicar.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Repetiré unas palabras contundentes del Maestro Tibetano a uno de sus discípulos en respuesta a intentar llevar a cabo un servicio.
ResponderEliminar" No lo intentes, Hazlo !
Son palabras del Maestro, no mías...
Me alegra volver a tenerte entre nosotros después de este breve paréntesis estival.
Un fuerte abrazo Dani
Magnifico post Marta, muchas gracias por estar :)
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Marcos.
Gracias Marcos,
EliminarAgradecemos tu visita y comentario.
Un fuerte abrazo.