Reunión grupal en la Sociedad Teosófica Rama Armonía de Barcelona Catalunya, (España) 1999
Los
sueños son una forma de lenguaje de la consciencia.
Cuando
hemos hablado sobre el hecho de que todo lo que acontece en los
sueños en algún sentido es un reflejo de nosotros mismos, me
preguntáis; ¿cómo
es
posible que una
casa, una
mariposa, un
rio,
un libro,
un tren, o
cualquier elemento como el
fuego y
el agua y
todo cuanto podemos imaginar puede
reflejar nuestra consciencia?
Cuando
los analicéis y sepáis interpretar su simbolismo y
ver las analogías con
lo que habéis aprendido en
el
esoterismo,
os
daréis cuenta de que los
sueños nos hablan y
todo tiene un
sentido.
Las
características de las personas con
quienes nos encontramos sean
conocidas o no,
un
paisaje, vernos
viviendo
en otra época, teniendo
un
cuerpo
físico (masculino o femenino) que
no
se corresponda con el actual, incluso
los objetos que a simple vista no les damos importancia, pueden
darnos
la clave de la interpretación. Los sueños no siempre nos revelan el
presente, lo que aparece puede estar relacionado con un
remoto pasado,
o
también
pueden
indicarnos
el futuro.
La
razón de lo que soñáis está impresa en vuestra consciencia. Así
mismo es frecuente que si estáis orientados
espiritualmente,
algunos
de los
sueños
se
relacionen con vuestro desarrollo interno. Los
sueños
premonitorios no acostumbran
a revelarnos
el
tiempo que tardará en producirse
lo
que se
nos ha permitido ver
o percibir,
es
de suponer que si lo
revelado
se
hallaba
en un
subplano superior,
tardará
más tiempo en adquirir forma concreta que si ha descendido a niveles
inferiores al astral próximo
a
adquirir un vehículo físico-etérico.
Puede
ser algo que
sucederá de inmediato
o
puede que en
un
futuro
lejano,
lo
que si sabemos es que todo
cuanto está previsto que se materialice físicamente, mucho antes se
ha gestado en los planos internos.
Así
que cualquier forma
mental o idea creada,
ya
sea por un Logos o un ser humano, deberá
seguir un
proceso de descenso y
formación
de un subplano
a otro hasta concretarse,
al
igual ocurre con la encarnación de un ser humano en
que
debe revestirse de la substancia y
cuerpo
adecuado a cada plano por donde pase.
De
todas formas todavía no podemos medir exactamente
el
tiempo en otras dimensiones, lo que si sabemos es que fuera
del plano físico el concepto que tenemos del tiempo cambia
sensiblemente hasta dejar de existir a
medida que se asciende.
Daros cuenta de algo muy interesante relacionado con lo comentado... Todo ser humano que ha de renacer, mucho tiempo antes de que la madre sepa que está embarazada los devas elementales constructores guiados por el Alma, ya están empezando a acumular la substancia necesaria alrededor de los átomos permanentes, para la construcción de los cuerpos que utilizará aquella alma en su próxima encarnación. De acuerdo a la vibración emitida por los átomos,( los cuales llevan impresa la evolución adquirida de aquella alma), son atraídos devas constructores de vibración similar, que acumulan la substancia adecuada a su alrededor y que a su debido tiempo les será necesaria para la construcción de los distintos vehículos. Cuando el trabajo se haya realizado en el nivel superior mental, el alma descenderá al plano astral donde los devas constructores de dicho plano llevarán a cabo su trabajo constructor alrededor del átomo astral permanente, para luego, descender al plano físico-etérico o cuerpo de energías en que devas especializados en dicho plano comprimirán el éter. A partir de aquí empezará la construcción del cuerpo físico denso produciéndose entonces el encuentro íntimo de los padres y la concepción del hijo. Iniciándose en este proceso la vida física del feto al ser proyectado dentro del vientre de la madre el átomo físico permanente el cual, empezará a latir ubicado en la zona del chacra cardíaco, entonces la madre sabrá que está embarazada.
Si calculamos el tiempo transcurrido, desde nuestro plano físico, durante este proceso, pueden haber pasado 4 o 5 meses desde que el Alma decidió encarnar y hacerse construir sus vehículos, mientras tanto, los futuros padres no tendrán ni idea de que van a tener un hijo quizás hasta al cabo de un año o más...
Da mucho que pensar esto que os he dicho verdad ? Puede surgir un nuevo interrogante, lo dejo en suspenso para que si queréis sacar vuestras conclusiones lo podamos discutir en un próximo encuentro.
¿
Porqué os he puesto este ejemplo? Porque tal
como hemos repetido anteriormente,
todo
cuanto experimentamos
en el plano físico, ya existe mucho antes o
se ha gestado en
los planos internos. Cuando
soñamos y nos
proyectamos por la noche al
plano astral o más allá, podemos
tener visiones que pertenecen a lo que en el plano físico
consideramos como futuro, sin embargo, en el plano donde lo
percibimos
(generalmente el astral) puede
ser presente,
así
mismo si lo vemos en el plano superior mental se habrá producido
mucho
antes.
O
sea que las premoniciones
o visiones de futuro que
se acaban cumpliendo,
generalmente son percibidas mucho
tiempo
antes por esta razón. Puede que tengan que llegar a materializarse,
pero también pueden ser que no desciendan más allá del plano
astral. Las razones pueden ser diversas. También
podemos
ver
un
accidente, aunque
puede ser un aviso más
que
un hecho concreto e
inevitable.
Lo
mismo ocurre
cuando
nos
proponemos crear una
forma mental para el bien de la humanidad, tal como lo hacen algunos
ashramas de la Jerarquía o
lo intentamos
hacer
nosotros individual o grupalmente
y
porque al igual que el Logos, el hombre es
un creador y los devas
los
constructores. Cuanto más avanzado es un
ser humano más capacidad creadora poseerá, por esto es aconsejable
estar atentos a nuestros pensamientos, nuestros deseos y nuestras
palabras, porque si creamos un hábito en tal o
cual
actitud, los devas lo acabarán materializando. Procuremos pues que
sea positivo todo cuanto les demos a construir.
Marta Parramon Elies
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