lunes, 1 de diciembre de 2025

La consciencia en los sueños y el plano astral.! 3ª y última parte.



Traducción del Catalán al Español publicado en audio en el bloc, “Teosofía Rama Armonia”. Reunión grupal en la Sociedad Teosófica Rama Armonía de Barcelona, Catalunya.(España)2000


Hace muchos años que psicólogos y psiquiatras de renombre empezaron a indagar sobre la vida de sueños y a darse cuenta de que los seres humanos tenemos una vida subjetiva real. Sin embargo, hoy en día todavía se interpreta desde una perspectiva muy personal sin tener en cuenta que cada ser humano es un alma en evolución y mientras no posean la suficiente visión y sensibilidad interna capaz de reconocer cual es el estado de consciencia adquirido de sus pacientes  seguirán fallando en su interpretación. Para analizar correctamente los sueños de una persona corriente, la interpretación más acertada debería hacerse teniendo en cuenta su personalidad, especialmente sus tendencias emocionales. Si se trata de un ser humano cuya mente da muestras de estar activa y poseer unos valores humanos superiores, es posible que haya entrado en el Sendero del discipulado, entonces la interpretación tendría que realizarse en sentido esotérico o sea, hiendo a las causas más profundas y no a los efectos como se hace con la personalidad. A un Iniciado ya no le es necesario que nadie le interprete lo que para él generalmente son vivencias de orden superior, ya que cuando al dormirse sale del cuerpo físico lo hace con plena consciencia y además, jamás confía sus vivencias y visiones a nadie que no sea otro ser humano de su misma condición espiritual o superior, si lo hace será en ocasiones puntuales cuando lo que el ha experimentado pueda ser de utilidad en el servicio que presta. Vemos pues que esotéricamente existen tres formas de interpretación,..Ortodoxa, para la personalidad. Esotérica, para los discípulos que han alcanzado los niveles del Alma y Jerárquica, para los Iniciados. Esta última acostumbra a hacerla el Maestro a Sus discípulos mediante la superposición de la Carta Astral en sus tres estados de consciencia; exotérica, esotérica y jerárquica. A medida que vayan surgiendo astrólogos y psicólogos esotéricos que conozcan como influyen las energías en la consciencia, descubrirán que cada ser humano es único en sus sueños, por lo cual, la interpretación deberá ser enfocada desde distintos ángulos según la necesidad. Entonces, al haber desarrollado tal sensibilidad, al llevar a cabo la interpretación no verán tan solo a la personalidad, sino a almas en evolución y nada más hablar con quien los consulta  sabrán si su consciencia es de índole astral, mental o si es un alma que ya ha despertado.

Es preciso centrarse en las causas y no tanto en los efectos. La revelación de la continuidad de consciencia (dormidos o despiertos) en otros planos de existencia, hará desaparecer el miedo a la muerte, entonces se reconocerá que la vida y la entidad humana como tal no muere, continua viviendo en otras dimensiones más allá del plano físico. Tal como hemos comentado en otras ocasiones el proceso de dormirse y de morir son casi idénticos, la diferencia está en que al dormirnos tan solo se separa el hilo de la consciencia, mientras que al morir son cortados los dos hilos, el de la vida y el de la consciencia. Al proceso de morir también debemos añadirle la recapitulación que debe hacerse de lo vivido en aquella encarnación. Sin embargo, el hecho de salir del cuerpo y desplazarse al plano astral, es casi idéntico al que realizamos cada noche al dormirnos.

La finalidad de la evolución humana consiste en llegar a ser plenamente conscientes en cada uno de los sub planos de cada plano. Cada vez que damos un paso hacia adelante y hacia arriba desarrollamos un nuevo sentido y esto se trasluce en los sueños, ya que estos nos revelan una nueva y más elevada dimensión. Así que cada uno de los sentidos físicos tienen sus octavas superiores en cada uno de los planos a medida que se asciende. Deberíamos recordar que el doble o cuerpo etérico es el intermediario entre lo superior y lo inferior, entre el Espíritu y la materia. De esta forma la consciencia del sueño o el recuerdo proveniente de los planos superiores al físico, es retenida y comunicada por medio del cerebro etérico y grabada al físico denso y entonces lo podemos recordar al despertar. Aunque nosotros interpretemos lo soñado desde el ángulo personal, el verdadero ser consciente es el Alma y cada paso que damos de un plano a otro, de una dimensión a otra, es indicio de haber recibido una Iniciación. Para la humanidad común el proceso de llegar a Ser auto conscientes en su sentido más profundo es muy lento, debido a la inercia de tantos millones de años inmersos en la ignorancia de nuestra divinidad. Pero llegados a la cuarta y última parte del Sendero, cuando se entra en el discipulado consciente, la evolución se acelera grandemente, porque los ojos internos del discípulo Iniciado se están abriendo a la Realidad. Entonces deja de soñar y empieza a Vivir estando despierto y dormido.

Aunque en las enseñanzas esotéricas se enseña que el plano astral es un espejismo creado por la humanidad, dándonos a entender que no es real, sin embargo el plano más irreal de todos es el físico denso, esta es la razón de que no se lo considere un principio, significa que nada se inicia en dicho plano, pues tan solo es un receptor, el “vestido” con el cual el Alma se recubre para experimentar y adquirir consciencia en el mundo de la materia. Cuanto más ligera y sutil es la substancia de que está constituido un plano, tanto más real es lo que podemos experimentar.

Cuando reflexionamos sobre los distintos cuerpos o vehículos que poseemos y hablamos de desplazamos de un plano a otro los imaginamos lejos de nosotros, sin embargo, están tan cerca, que si los viéramos nos sorprendería. En realidad no son lugares, son estados de consciencia. Y no únicamente se trata de los vehículos del ser humano, porque el éter lo compenetran todo, ya sea en nuestro planeta, en el sistema solar o en el universo. Cada uno de los cuerpos que poseemos está compuesto por distintas graduaciones de éter, así como su vibración de rayo y color pueden diferir visiblemente el uno del otro, sin embargo, todos nos envuelven y compenetran. Algunos de ellos tan solo son cúmulos de energía sin forma suspendidos por encima de la cabeza, hasta que la consciencia humana los va creando con sus estados de consciencia y los devas elementales los van construyendo. El clarividente que conoce el significado y efecto que producen las energías cuando fluyen a través de las formas, ve superpuestas en el aura las distintas capas de energía y color pertenecientes a cada cuerpo que esté activo, revelándole la evolución alcanzada de quienes observa además de las energías de Rayo que rigen a cada uno de ellos. Siempre y cuando la persona esté equilibrada, los colores serán puros y el aura expandida. No es lo mismo cuando existen desequilibrios en alguno de los cuerpos, entonces el aura se contrae y los colores se ven turbios y oscuros.

Cada vez que nos desplazamos a niveles superiores al físico denso nuestros vehículos adoptan la dimensión del plano al que hemos accedido, así que cuando nos adentramos en el plano astral, poseemos cuatro dimensiones, al igual que todo cuanto existe en su interior. Igualmente ocurre al ascender a dimensiones más elevadas. A medida que ascendemos, todo cuanto nos rodea incluidos nosotros mismos, nos sutilizamos hasta transformarnos en Energía, lo que somos en realidad. De este modo el reconocimiento y la sensibilidad aumentan en cada plano que ascendemos y las limitaciones de los planos inferiores van quedando relegadas al pasado a medida que la continuidad de consciencia rompe las separaciones impuestas entre los planos de la materia. Todo lo superior incluye siempre a lo inferior, o sea que la consciencia alcanzada actualmente es la suma total de la consciencia adquirida en cada uno de los planos y subplanos por los que hemos transitado en este mundo.

Es importante conocer bien la función del cuerpo etérico en lo referente a la salud. Estar bien informados de como actúa cuando entra y sale del cuerpo físico, nos puede orientar en las causas que generan ciertos síntomas referentes a alguna indisposición o enfermedad. Por ejemplo; en el caso de sufrir un desmayo, es señal de que el aferramiento del cuerpo físico con el etérico es muy débil y falto de energía. Siendo así es muy fácil su desprendimiento instantáneo o permanente, pudiendo separarse también el hilo de la vida si el caso es extremo.
Seguramente que la mayoría de nosotros más de una vez nos habrá pasado que en el momento de despertar nos habremos levantado de la cama de repente aún medio dormidos. Lo más seguro es que los primeros segundos demos tumbos o nos ruede la cabeza y esto es señal de que no hemos dado tiempo suficiente al cuerpo etérico de amoldarse al físico denso.
También suele ocurrir que cuando nos vamos a la cama por la noche, al cabo de poco rato nos despertemos de repente con un sobresalto. Esto puede ser debido a haberse producido un ruido físico en la casa o porque al haber penetrando en el astral hemos visto algo que nos ha asustado. También puede ser debido ha haber acumulado gran tensión nerviosa durante el día. 

Entonces el vehículo etérico vuelve al cuerpo instantáneamente, porque para él lo ocurrido es una señal de alarma y existe el peligro de romperse su atadura con el físico denso. Si entra por la cabeza, en este estado de medio dormidos incluso puede verse como una potente descarga eléctrica que penetra por el centro coronario, al igual que si fuera un relámpago, tal impacto y sobresalto puede afectar al corazón al producir momentáneamente una taquicardia o descampas cardíaco.
Pensad que el cerebro no duerme y que por la noche las neuronas siguen estando tanto o más activas que durante el día, las cuales se comunican entre ellas por impulsos eléctricos. En realidad el doble etérico es el cuerpo de energías y los Nadis con los cuales está formado el cuerpo etérico son la contraparte del sistema nervioso. Son pura electricidad. Daros cuenta de que el estudio del cuerpo etérico y de las energías es de suma importancia en todas sus funciones. Hemos dicho anteriormente que el cuerpo físico no es un principio, os pondré unos ejemplos para que lo veáis más claro: 

¿Sabéis porqué cuando en una intervención quirúrgica nos anestesian no sentimos el dolor? Pues,.. no lo sentimos porque la anestesia separa el cuerpo etérico del físico denso, lo cual significa que los Nadis, el verdadero sistema nervioso que se halla en el doble etérico, ha sido desconectado momentáneamente del físico denso. Esto significa que el verdadero cuerpo físico es el etérico y que los sentidos físicos se hallan en éste. 

¿Porqué cuando a un ser humano se le amputa un brazo o una pierna, durante un tiempo después aún se queja de que le sigue doliendo? Aquel órgano físico ya no lo tiene, sin embargo el etérico del órgano amputado sigue estando unido al resto del cuerpo y probablemente estará adherido hasta que el órgano amputado sea incinerado o se haya descompuesto. 

Seguramente sabéis que hay animales que pierden la cola u otro órgano y se les regenera, o sea, que les vuelve a crecer. Si tenemos en cuenta que el etérico es el molde del cuerpo físico de cualquier forma de vida, entonces es evidente que los devas constructores se afanan a reconstruir dicho órgano mientras tienen el molde a su disposición. Hay para reflexionar sobre este hecho. Cuando la ciencia médica esté capacitada para entrar en contacto con el reino dévico, descubrirá lo que por ahora todavía es un misterio.

El ser atentos observadores de la vida y de todo cuanto percibimos interna y externamente nos hace ser conscientes y capaces de descubrir los pequeños y grandes misterios.


Marta Parramon Elies

La Teosofía en la Nueva Era !