Relación y comunicación con el Todo !

Reflexión grupal 1997

Todo cuanto existe, vive, alienta y se desarrolla en nuestro universo está íntimamente relacionado. La relación es fruto del contacto y es lo que impulsa a la comunicación sin lo cual no existiría la evolución.
No se puede avanzar interna ni externamente si no nos relacionamos, ya que la relación es lo que nos permite conocernos a nosotros mismos en cada contacto que establecemos, ya sea con otros seres humanos o con los demás reinos de la naturaleza, incluido nuestro propio ser interior. Siendo así, siempre hay algo nuevo que impacta en nuestra consciencia de forma más o menos importante, produciendo alguna revelación o las ansias de investigar sobre alguna frase que ha impactado en nuestra consciencia, algo que nos impulsa a ir siempre más allá de nosotros mismos.
Todo cuanto existe (nosotros incluidos) formamos parte de la Vida Una, somos un Cuerpo, un organismo logoico que evoluciona en el Tiempo a fin de adquirir consciencia en este segundo universo y que para poder desarrollarse y sobrevivir con plenitud ha de funcionar muy bien coordinado, y aunque individualmente cada órgano cumpla su función particular no podemos ignorar su relación e interacción necesaria con el conjunto. Todos formamos parte de este Cuerpo Mayor y sabiendo que somos hechos a imagen y semejanza del Creador podemos tener la certeza de que nuestros orígenes son divinos y a la vez fraternos.
Sin embargo, aún sabiendo que internamente estamos relacionados, todavía no somos conscientes de la trascendencia de esta realidad porqué no hemos establecido el contacto ni la comunicación necesaria para que la energía que mueve la evolución pueda fluir libremente y sin obstrucciones por todo el Organismo.
Existe una Ley a la cual responde todo ser creado, desde los grandes Seres que pueblan el espacio hasta la más diminuta partícula atómica en este universo, es la “Ley de Atracción y Repulsión”.
Hay entidades que se atraen por afinidad de Rayo o evolución en algún nivel de su ser, en cambio otras se repelen. Vemos pues que aunque internamente estemos relacionados por estrechos e indestructibles lazos porqué en esencia somos hijos de un mismo Padre, sin embargo existen todavía muchos seres humanos cuya comunicación es inexistente. Este distanciamiento y falta de comunicación es debida a la poderosa “Ley de Dualidad” o a los pares de opuestos inherente en este segundo universo, que al existir separación entre el espíritu y la materia, entre lo positivo y lo negativo, es inevitable responder a la otra Ley complementaria a la que hemos hecho mención anteriormente y es, “La Ley de Atracción” la cual impulsa al desarrollo de la consciencia, produciendo inevitablemente el conflicto y las pruebas que conllevan el aprendizaje en el arte de la comunicación y las relaciones humanas, lo cual nos ha de conducir a su debido tiempo a la armonía, a la fusión de la dualidad en la Unidad y a la auténtica Fraternidad mundial a la que tanto hacemos referencia. Al interesarnos por lo externo establecemos un contacto mutuo entre nosotros y lo observado, lo cual produce una cierta impresión en las consciencias. Estemos atentos y en cada contacto que establezcamos podremos descubrir algo más de nosotros mismos que quizás todavía desconocemos y del mundo que nos rodea.
El contacto se puede producir voluntaria o involuntariamente, sin embargo siempre será debido a una similitud de vibración que puede ser complementaria u opuesta y por supuesto generará una impresión por ambas partes en forma de pensamiento o sentimiento que puede, según las circunstancias, finalmente materializarse físicamente.
Todo cuanto existe está ineludiblemente relacionado. Aprovechemos pues la oportunidad  de entrar en contacto con aquellos seres con los cuales exista una atracción interna o externa, porque se nos está dando la oportunidad de conocernos a nosotros mismos y darnos cuenta de que aquello que descubrimos en los demás, también yace en nuestro interior. Todo es Uno, manifestado y expresado bajo diferentes formas.
Es así como la humanidad junto con los demás reinos de la Naturaleza nos transformamos unos a otros produciendo pequeños o poderosos estímulos generadores de consciencia.

Marta Parramon Elies