sábado, 15 de junio de 2013

Los Chacras, el Sistema Glandular y la Corriente Sanguínea !




Seguiremos con el estudio sobre el cuerpo etérico y la trayectoria que sigue la energía entrante a través de los chacras, antes y después de llegar al cuerpo físico.

Cabe recordar que las Energías fluyen incesantemente por el espacio traspasando e impregnando con su cualidad a todas las formas que encuentran a su paso en su interminable recorrido.

Todo cuerpo etérico es un receptor, asimilador y transmisor de las energías que recibe. Cada forma de vida antes de liberar las energías entrantes y una vez asimiladas, las impregna de su propia cualidad o estados de consciencia y las expande hacia el espacio, donde se fusionaran con el resto de éter que contiene los registros de los estados de consciencia de todos los seres que vivimos  y evolucionamos en el universo,  formando en conjunto una única consciencia.
Este es un tema que da mucho que pensar sobre los Registros Akasicos, pues es en los éteres donde está impresa la Memoria cósmica o Consciencia universal, generada por todos los seres que han existido desde el principio de la creación.
Como acostumbramos a hacer, aplicaremos  la analogía empezando desde el macrocosmos hasta el microcosmos humano.

El Logos solar recibe las energías de los siete rayos  a través de su centro coronario al igual que el Logos planetario o un ser humano. 

La energías de los 7 Rayos tienen su origen en  las siete estrellas de la Osa Mayor, que al entrar en nuestro sistema solar, son atraídas por aquel centro del Logos que tiene la función especial de distribuirlas e impregnarlas de Su cualidad de Amor, dirigiéndolas hacia los siete chacras principales, (los planetas sagrados). 
Esta función en nuestro sistema solar la realiza el Sol o Logos, a través de Su cuerpo  físico-etérico (lo más externo y único que podemos percibir de su Ser). 

La Tierra no es un planeta sagrado, es un chacra menor dentro del cuerpo solar, por lo cual, no puede recibir las energías directamente del Logos Solar sino que le llegan a través de su Alter Ego,Venus. 

Al incidir sobre el planeta las energías de los siete rayos provenientes de Venus, penetran  en el centro Coronario del Logos, este centro es Shamballa, el Reino de Dios, cuya manifestación externa está representada por Sanat Kumara,el Señor del Mundo.
Desde este centro superior las energías son distribuidas a los siete  Maestros de Sabiduría o Choanes de Rayo y a la vez, Ellos las distribuyen a los centros superiores dentro del cuerpo del Logos planetario, (los reinos de la Naturaleza).  

Viendo la analogía que existe desde lo grande hasta lo más pequeño,  podemos comprender que las energías son la causa que da impulso a la transformación  y evolución constantes, y que el Éter, es el Continente de todos los estados de consciencia del cual nos nutrimos y extraemos todo cuanto necesitamos  para evolucionar. 


No en vano el M. Tibetano nos dice; 

! el Éter es la Sangre de los Dioses ! 
Si aplicamos la analogía con los cromosomas y el código genético humano, comprenderemos más fácilmente lo  que hemos citado anteriormente sobre la Memoria Cósmica.
*Para que la Ciencia pueda llegar a conocer los orígenes humanos y divinos y la historia del planeta sin cometer error alguno, deberá acceder a los Registros Akasicos a través de la  investigación de los éteres, los cuales permanecen ocultos a la visión física.*

Llegados a este punto nos centraremos en el ser humano.


En el último estudio realizado hicimos referencia a los (nadis) contraparte  etérica del sistema nervioso. Sin embargo, antes de que las energías puedan penetrar en el cuerpo físico deberán seguir análogamente la misma trayectoria que siguen en un Logos solar o planetario.


En el ser humano las energías entran por el centro de la cabeza y se dirigen hacia el centro Esplénico situado por encima del bazo. Este  realiza la misma función que el Sol y las distribuye hacia los siete chacras principales.

Cada chacra recibe las 7 energías y las distribuye, sin embargo, cada uno de ellos responde de forma predominante a un rayo particular que absorbe y utiliza para su propio funcionamiento.

Según cual sea el nivel de consciencia alcanzado, los chacras estarán despiertos o no. Esto significa que algunos de ellos estarán activos debido a que la consciencia humana responde a su influencia, aunque dependerá de si se trata de los chacras superiores al plexo solar o los que se hallan por debajo. 

Los chacras siempre reciben las 7 energías y las distribuyen por todo el cuerpo etérico a fin de transmitir la vida y la consciencia a todo el organismo. Si están o no despiertos solo depende del nivel de consciencia alcanzado.
Existen centros inferiores al diafragma que están  casi pasivos porqué se han elevado las energías a un nivel superior de consciencia, aunque también puede suceder que sea debido a haber reprimido su función para la  cual están capacitados. Esta represión producirá con el tiempo, algún tipo de enfermedad en la zona del cuerpo sobre el cual se halla el chacra.  
En el otro extremo existen centros especialmente el plexo solar, que está excesivamente activo en la gran mayoría de la humanidad, no pudiendo fluir libremente las energías a los demás centros, produciendo alteraciones de salud de todo orden, físicos y psíquicos.  

Al entrar las energías en el cuerpo etérico, se impregnaran de los estados de consciencia del ser humano, circulando desde los chacras al sistema glandular, (la expresión física densa de los chacras) por lo cual, al penetrar las energías fluirán directamente a la corriente sanguínea a través de las hormonas que generan las glándulas, llevando impresa en si la consciencia del individuo además de transmitirle la vida.


Podemos hacernos una idea de como los estados de consciencia humanos, afectan a todo el organismo físico, puesto que la sangre los derrama por todo el cuerpo, además de las alteraciones nerviosas cuando el chacra implicado está conjunto a un plexo nervioso importante.


Veamos la analogía con este cuerpo mayor que es la Humanidad.


El cuerpo físico como bien sabemos está formado por una serie de órganos, cada cual cumpliendo su propia función, bien o mal, sin embargo todos ellos están íntimamente interrelacionados, trabajando como una sola unidad. Cuando alguno de estos órganos enferma, todo el cuerpo se resiente...


Saber estar en el lugar que nos corresponde cumpliendo nuestra función como individuos lo mejor que podamos, y siendo al mismo tiempo conscientes de que formamos parte de una unidad mayor, contribuirá al bien y a la (curación) de la humanidad en conjunto.



 Marta Parramon

7 comentarios:

  1. Ser conscientes del lugar en que nos corresponde estar (según nuestro grado evolutivo) dentro del inmenso engranaje cósmico, para funcionar igual que el mecanismo preciso de un reloj.

    Cuando sepamos nuestro lugar habremos avanzado mucho. El problema será saber ese lugar y, sobre todo, reconocerse en él.

    Estupendo artículo Marta.

    Un fuerte abrazo

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  2. La manera de saber el lugar que ocupamos dentro de este cuerpo mayor que es la humanidad, no tiene ninguna dificultat ni es ningún secreto.

    Se trata de vivir intensamente apercibidos con una profunda atención a lo que nos vamos encontrando a cada paso en el camino. Vivir el Presente! que es lo mismo que practicar Agny Yoga.
    Cuanto más simplifiquemos nuestras vidas más fácil nos será reconocernos y saber para qué hemos encarnadao.
    A la mente concreta le cuesta muchísimo simplificar, porqué acostumbrada a pesar y medir todo, ha llevado al ser humano a buscar en los efectos y no en las causas.

    La mente desea atraer los conocimientos ocultos y espirituales y concretarlos, para poder entender desde el ángulo de la forma, y esto no lo podrá lograr hasta que comprenda que el espíritu y la materia se rigen cada cual por sus propias leyes y nosotros no podemos alterarlas.
    Cuando se desarrolla la mente a la par del corazón surge la intuición, el (intermediario)que nos permitirá comprender lo superior y hallar la conecsión con la mente concreta, entonces podremos aplicar a la vida lo intuido.
    La vida de la personalidad está regida por la materia, por la fuerza de la Gravedad o karma. La materia comprime y aparisiona todo cuanto atrae. La fuerza del Epíritu es expansiva y libera de la esclavitud de la materia.

    Lo que tiene un verdadero valor espiritual no se logra a cualquier precio, requiere todo un proceso de irse desapegando del yo personal. Cuanto más nos desapeguemos, más amplio y claro será el camino y el conocimiento de lo superior.

    Gracias Dani

    Un fuerte abrazo.

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    Respuestas
    1. Marta, a veces tus respuestas superan con creces a los mismos artículos.

      Un fuerte abrazo

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  3. Excelente artículo, muy bien sintetizado, Gracias!

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  4. Agradezco sinceramente tu opinión.

    Saludos *Anónimo*

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