Consciencia!

Traducción del Catalán al Español publicado en audio en este bloc el 18/11/17

Reunión grupal en la Asociación de Amigos de la India de 

Barcelona, Catalunya (España) 1986

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Al adentrarnos en el estudio sobre la consciencia nos introduciremos en la causa que subyace en la evolución de nuestro universo y a la vez en la vida individual de cada ser que evolucionamos en él.

Empecemos por preguntarnos, . ¿Qué es y como se adquiere la Consciencia?. En primer lugar, sabemos que la consciencia se adquiere por medio de las experiencias que vivimos una vida tras otra, cometiendo errores y aprendiendo de ellos, produciéndose con el tiempo nueva comprensión y pequeñas expansiones que han de culminar finalmente en las Iniciaciones, las cuales nos adentrarán en nuevos y superiores estados de consciencia.

Desde el instante en que el Ángel solar implanta la semilla de la mente en el hombre-animal para individualizarlo se inicia el desarrollo de la consciencia, a partir de entonces se establece la conexión entre ambos, permaneciendo unidos mientras dure la evolución del hombre dentro del cuarto reino.

El contacto se ha establecido por medio de dos hilos de Luz radiante o Fuego Solar, semejante a un cordón umbilical que al surgir del Corazón del Ángel se divide en dos, uno de ellos es el Hilo de la Vida anclado en el corazón del ser que ha de desarrollarse como humano y el otro el de la Consciencia asentado en la cabeza, facilitándole el desarrollo de la mente.

A medida que avancemos en el estudio y aflore su comprensión, iremos descubriendo que la evolución de la consciencia puede medirse en términos de luz, y la luz siempre revela algo nuevo dentro y fuera de nosotros mismos, lo cual nos permite ver la diferencia que existe entre el bien y el mal, entre lo correcto y lo incorrecto, entre lo mundano y lo trascendente y todo aquello con lo cual nos identificamos o rechazamos. De esta forma se entiende el porque las experiencias son generadoras de consciencia, ya que estimulan el desarrollo mental. Es la mente la que nos permite ser conscientes al discernir y discriminar sobre lo que vamos experimentando en nuestras vidas, siendo todo este proceso lo que nos transforma y nos permite avanzar.

Según cual sea nuestra reacción frente a los acontecimientos que nos tocan vivir, así serán los efectos, y a partir de aquí, aumentará en mayor o menor medida nuestra responsabilidad en todo cuanto hagamos, sintamos o pensemos, sabiendo que a mayor conocimiento, mayor responsabilidad. El karma que genera una persona amoral, no es nada comparado con el que genera un ser consciente de lo que hace, tanto en bien como en mal.

Al principio de la evolución como humanos, la consciencia es muy limitada, únicamente somos conscientes de nuestro entorno inmediato, ignorando casi por completo a la sociedad y a todo cuanto está fuera de los límites de nuestra capacidad, sin embargo, la tendencia evolutiva dentro del reino humano siempre nos impulsa a descubrir algo nuevo. La inquietud y la curiosidad nos incitan a indagar en lo desconocido, a imitar aquello o a aquel ser humano a quien admiramos, siempre poniendo la atención en lo que más anhelamos y se halla más allá de nosotros mismos. No sabemos todavía que es lo que buscamos, sin embargo, las experiencias se suceden de instante en instante, hasta que empiezan a surgir preguntas e interrogantes que demandan respuestas, esta búsqueda y ansias de conocimiento es lo que nos impulsa a avanzar y a crecer a medida que nos identificamos con lo descubierto y lo incorporamos en nuestra vida.

En cada relación que establecemos y en cada experiencia que vivimos se produce una reacción en nuestro interior cuyos efectos pueden ser físicos, emocionales, mentales o ambos a la vez, e incluso espirituales, y siempre estarán de acuerdo a nuestra capacidad evolutiva, lo cual contribuirá a la evolución de la conciencia.

Cuando integremos la personalidad se producirá un cambio significativo en nuestro carácter y conducta con respecto a las relaciones, en general y en particular, además del rechazo manifiesto a seguir las pautas de conducta y forma de ser de la gran masa humana. Ahora ya no serán los elementales de cada uno de los cuerpos los que gobernarán nuestra vida sino, que será el poderoso elemental de la personalidad. A partir de aquí empezaremos a pensar y a decidir por nosotros mismos hasta donde el karma y las circunstancias nos lo permitan.

En esta etapa evolutiva la mente concreta en desarrollo es el instrumento que guía nuestros pasos, aunque todavía nos dejamos llevar por los deseos, lo que en esoterismo denominamos -kama-manas- la dualidad u oscilación entre mente y deseo.

Daros cuenta de que la conciencia personal la desarrollamos mediante las experiencias físicas, astrales y mentales concretas, que se corresponden con los reinos; mineral, vegetal, animal, cuyas formas están constituidas de los cuatro elementos, siendo el humano el que los sintetiza a todos en si mismo, los cuales como bien sabéis son; la tierra, el agua, el fuego y el aire, pero existe un quinto elemento que es el Éter, siendo conscientes de su verdadero e importante significado en una etapa superior del camino.

Nuestro universo se rige por un septenario de energías a las cuales respondemos toda la creación. Teniendo esto presente al adentraros en el ocultismo, se os hará más fácil comprender la relación que existe entre el macro y el microcosmos al ver en ello la correspondencia o analogía. Entonces, si estamos tratando de conocer la causa primordial por la que se desenvuelve la evolución de la consciencia, por fuerza tenemos que conocer las energías y el vehículo que utilizan para poder acceder hasta los centros de energías o, chacras, y producir su efecto en toda entidad que entren en contacto. En realidad, todo cuerpo etérico es el molde sobre el cual, los devas constructores dan forma al físico denso.

Entonces, cuando estudiemos el cuerpo térico, debéis recordar que existen siete clases de éter y que cada uno de ellos posee su propia vibración que se corresponden con cada uno de los siete planos. O sea, que cuando los seres humanos hayamos alcanzado la perfección, tendremos siete cuerpos etéricos formados totalmente. Un cuerpo físico-etérico, (si estamos encarnados) un cuerpo etérico astral, y un cuerpo etérico mental,.. etc. Actualmente, la mayoría de seres humanos en el mundo, tan solo tienen formados el cuerpo físico, el astral y medianamente, el mental, todo depende del estado evolutivo alcanzado. Incluso los Logos creadores poseen cuerpos etéricos con sus chacras. ¿Sabéis que en el 4º Plano Búdico es donde se halla el Cuerpo etérico de nuestro Logos solar con sus correspondientes Chacras, y que la radiación y lo que podemos percibir de Su Ser, tan solo es el aura etérica que desprende Su Consciencia.?

En el estudio sobre los vehículos del ser humano generalmente se pone la atención en el físico, el astral y el mental, pero a menudo, se olvida el cuerpo etérico, el cual tiene una función de capital importancia para la vida y la evolución, muy distinta a la de los demás cuerpos. Cuando profundicemos algo más en el estudio de las energías y del doble etérico comprenderéis muchas cosas que actualmente no les halláis significado. Pensad que las energías no se detienen al entrar en las formas sino que habiendo dejado su impronta, siguen su curso expandiéndose hacia el exterior a través de las auras etéricas. Toda forma o elemento molecular, tiene su propia aura que irradia las energías que han sido utilizadas o, simplemente le sobran, impregnadas de su estado de consciencia, mezclándose con los éteres de su entorno y las auras de quienes le rodean en el caso de una persona corriente. Sin embargo, para un ser humano muy avanzado, su aura puede abarcar grandes distancias.

Sabiendo que los elementales y los Devas constructores extraen la substancia etérica de la Madre Tierra para construir las formas de todos los reinos y que el aura etérica que la envuelve contiene la suma total de las consciencias dentro del planeta. Daros cuenta de lo que esto significa. La consciencia es Una y lo que podamos sentir, imaginar o pensar, está escrito en los éteres del espacio. Recordad sin embargo, que existen distintos niveles de consciencia y que cada cual extraerá del éter lo que le corresponda por vibración similar.

El Éter es el medio a través del cual nos llegan las energías cósmicas de los siete Rayos constituyendo la causa de la Vida, de la Existencia y la Evolución, siendo el cuerpo etérico solar, planetario o humano, el que nos facilita la conexión con los mundos superiores cuando el tiempo es llegado.

La consciencia humana la desarrollamos por medio de los elementos, que en sí mismos constituyen la materia, y nuestros vehículos limitados en el tiempo, son los instrumentos con que contamos. En cada expansión de consciencia importante despertamos un nuevo sentido y es por medio de ellos que ascendemos paso a paso en la escala evolutiva, así y todo, aún habiendo alcanzado un estado muy superior de consciencia, mientras estemos encarnados, nuestro cerebro no podrá asimilar totalmente las energías superiores alcanzadas, debido a que la materia, aún habiéndola purificado, no puede absorber energías más allá de su círculo infranqueable, lo cual significa una gran limitación en la expresión de estados de consciencia superiores. Así, un discípulo aceptado o un iniciado, siempre están mucho más avanzados de lo que sus vehículos mortales les permiten manifestar. La consciencia dentro del reino humano es posible gracias al desarrollo de la mente y a las experiencias personales que a través de muchísimas encarnaciones le permiten acceder a niveles superiores, cuya consciencia pasa de ser individual a la consciencia grupal y posteriormente a la consciencia mundial cuando recibe la 1ª Iniciación mayor. La primera está totalmente controlada por los elementales, el aspecto materia de la manifestación y la segunda, la consciencia grupal guiada por el Ángel solar, el aspecto espiritual de la existencia que nos conduce a la Liberación del cuarto reino como Almas liberadas

Marta Parramon Elies