Conferencia a cargo de Marta Parramon Elies en la “Sociedad Teosófica Rama Armonía” de Barcelona, Catalunya (España) 1995
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La
ciencia médica todavía desconoce la causa primera
que
inició las enfermedades más temidas durante infinidad de
generaciones que devastaron y sigue devastando a la humanidad de
nuestros días.
Estas
enfermedades que azotan a la humanidad y han sido creadas cada una de
ellas por las tres razas principales que conocemos por los tratados
esotéricos; la raza Lemur, la Raza Atlante y la actual raza Aria,
las
cuales han
creado, La Sífilis , el Cáncer y la Tuberculosis. Las tres son una
herencia del pasado.
Sin
embargo debemos saber que la mayoría de seres humanos encarnados
actualmente hemos
pertenecido,
quizás durante muchísimas encarnaciones a cada una de estas razas.
No podemos dar la culpa de su
causa
a las razas que nos precedieron pues aunque no lo recordemos, hace
muchos millones de años que encarnamos por primera vez
y si todavía no han sido
trascendidas es porqué en nosotros todavía persisten estas
tendencias y
seguimos alimentando a estas temibles entidades psíquicas que hemos
creado.
Podemos
decir que éste es un karma racial, lo
hemos creado nosotros, es nuestra responsabilidad y
está
en nuestras manos trascenderlo.
Aunque
si no fuera por ciertos Ashramas de la Jerarquía, que desde niveles
internos tratan de destruir a estas temibles
y poderosas
entidades psíquicas,
la humanidad estaríamos mucho más amenazados de lo que estamos.
En
un pasado remoto hace unos 21 millones, según dicen los tratados
ocultos, apareció en la Tierra la primera raza, la Lemur. Las
primeras subrazas eran semi etéricas, su
piel era negra y su estatura gigante.
A
mediados de esta raza la Gran Fraternidad Blanca se estableció en la
Tierra con
el
fin de conducir a aquellos seres primitivos hacia el desarrollo de la
consciencia, empezando
por el aspecto que desde nuestra perspectiva actual vemos como el más
inferior. Sin embargo, por aquel entonces la
raza humana estaba en sus principios de desarrollo y
su máximo objetivo consistía en alcanzar
la
perfección en el funcionamiento, desarrollo y
utilización del
cuerpo físico,
con
el despertar y el
desarrollo de los chacras inferiores.
Sin
embargo, en
el planeta
también existían las Fuerzas
de la oscuridad y todavía siguen existiendo, pues el bien y el mal
son inherentes en la creación. Viendo las
fuerzas del lado oscuro su oportunidad de intervenir en
el proceso iniciado por la Gran Fraternidad,
produjeron de forma artificial un estímulo desmesurado en el centro
Sacro
de la raza, acentuando y alterando sus tendencias instintivas.
Al
paso de muchos siglos la función sexual fue acrecentadamente
prostituida, cayendo en el vicio, la perversión y las desviaciones
sexuales de todo orden creando monstruos
al mezclarse con ciertos primates y otras especies animales,
desvitalizando
los cuerpos, produciendo
inflamaciones
y
enfermedades infecciosas,
degenerando a la raza hasta tal extremo que empezaron a aparecer los
primeros síntomas de lo que se convertiría en las enfermedades
venéreas, la Sífilis.
El
Maestro DK. dice; “No fue primero el mono quien apareció en la
Tierra, tal como se afirma en la evolución de las especies, sino que
el primero en aparecer fue el hombre”
La
Jerarquía Espiritual procuraba por todos los medios encaminar a la
raza
Lemur
infantil, conduciéndola como se hace a un niño para que no
adquiriera
ciertos hábitos físicos dañinos. Procuró
que las causas y los efectos fueran inmediatos, pues entonces la
raza Lemur ya
había
adquirido consciencia de
lo que era el mal, así de esta forma comprendieran cual era la causa
de
su enfermedad
y el porqué se había producido.
En
aquella época los Instructores de la raza iniciaron los primeros
intentos de conducir a aquellos seres primitivos a la relación
social
de grupo, instaurando
el matrimonio y la responsabilidad a lo cual empezaron a responder
los seres más avanzados. Este fue el principio de la relación
familiar que ha llegado hasta nuestros días, aunque
actualmente
está
siendo
destruida debido a diversas causas, principalmente porqué
que se tienen diferentes puntos de vista con respecto a las
relaciones. Sin embargo, la raza entera se acabó contaminando
produciendo finalmente su desaparición, ya que como bien sabemos la
sífilis
se transmite entre familias y de padres a hijos durante
generaciones.
Actualmente
algunas
de
estas enfermedades venéreas pueden ser curadas, aunque para muchos
seres humanos la posibilidad de curación consiste más en un peligro
que en una protección, ya que se dejan llevar por sus instintos y
deseo de satisfacción sexual desmesurados pensando que si son
contaminados, "con tomar un medicamento todo se
soluciona"….
Llegados
a los tiempos actuales y por la entrada del séptimo rayo que en el
cuerpo humano rige el centro Sacro, ( el chacra de procreación ) y
que nos llega por
medio del
planeta Urano regente de Acuario, está siendo fuertemente estimulado
por
dicha
energía. Sin embargo, quienes no se dejan arrastrar por sus
instintos, estas energías son canalizadas de forma correcta hacia el
centro creador Laríngeo, la octava superior del centro Sacro,
entonces la energía fluye libremente hacia los dos centros pero de
forma proporcional
al estado de consciencia del individuo,
transmutando el instinto en intelecto.
Esta
afluencia
de energías
es
en
gran parte la
razón de
la
efervescencia sexual, la violencia y los crímenes pasionales que se
acrecientan de forma alarmante en las últimas décadas, generando
nuevas enfermedades relacionadas con la función sexual, sea cual sea
el nombre que se
les de.
Actualmente
la responsabilidad del ser humano es mayor por el hecho de que tiene
la mente lo
suficientemente desarrollada
y en
gran parte es
consciente de sus actos. La efervescencia sexual actual es una
herramienta ideal para la magia negra y sus principales instrumentos
para llegar a la consciencia humana son los medios de comunicación,
en
que
la pornografía y la violencia predominan,
ya
sea
en forma de películas, juegos,
por
medio de lecturas, de
ciertas logias
negras
y asociaciones
que practican la magia sexual y de otros medios de comunicación que
excitan de forma artificial el sexo
y el deseo
en
sus diversas formas que
degradan a la especie humana. Todo ello dirigido
por la magia negra, siendo
su propósito y finalidad
detener la evolución espiritual y hacer retroceder a la humanidad a
lo
peor de la
consciencia Lemur.
Cabe
decir que el sexo es tan necesario y correcto como puede serlo el
comer y
el dormir, aunque sin
ir en contra de la naturaleza ni ser
provocado
por
estímulos externos artificiales,
dejando que sea el propio cuerpo quien lo pida de forma sana
y natural
cuando lo necesite. Todos los extremos son peligrosos y en todo
cuanto nuestros cuerpos nos pidan debe haber un equilibrio y una
dirección desde nuestra mente y si es posible desde nuestra Alma.
Marta Parramon Elies
Comentario
Gracias
Marta por esta nueva dosis de conocimiento.
Un fuerte abrazo
Respuesta
Cada
raza hemos tenido que pagar un precio muy alto para llegar a
comprender que los extremos siempre son nocivos para la
convivencia y
la salud. Así y todo, después de millones de años desde la primera
raza, todavía seguimos cayendo en los mismos errores y además,
añadiendo nuevas enfermedades a las ya conocidas.
Somos
aprendices y actuamos como niños irresponsables que no sabemos o no
nos importan los efectos que producen nuestros actos, nuestros deseos
o nuestros pensamientos en
nosotros mismos y en la sociedad.
Por
esta razón se insiste tanto en esoterismo sobre la necesidad de
cambiar la actitud empezando por uno mismo.
Un
fuerte abrazo
Comentario
Muchas gracias Marta.! Precisamente este es uno de los temas que más estoy trabajando actualmente y te agradezco mucho que nos lo hayas presentado. Un abrazo
Respuesta
Algunas
de las enfermedades que sufre la humanidad no son el fruto de la mala
utilización individual que en una encarnación determinada podemos
padecer. Aunque si respondemos a ellas es porqué todavía llevamos
algo de aquellas tendencias. El suelo del planeta está contaminado
de gérmenes de enfermedad, por el hecho de haber enterrado a los
muertos en vez de incinerarlos.
A medida que se imponga la
costumbre de quemar los cuerpos sin vida de animales y
humanos,
se eliminará de la suelo
del
planeta a estas entidades que en su gran mayoría hemos vivificado
con la utilización incorrecta de las energías que circulan por
nuestros cuerpos
Me
alegra haber podido contribuir a a tu investigación.
Un abrazo querido amigo.
Marta Parramon Elies
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