El universo manifestado está constituido de entidades elementales y dévicas
Estas semillas de Cardo mariano que podéis ver en las fotografías, no son tan solo vegetales, cada una de ellas es una entidad dévicas elemental con vida propia. En su interior existe un núcleo central que les proporciona la vida y el movimiento y el ADN de su propia familia y especie. Este núcleo es la chispa divina que todo ser vivo cobija en su corazón, es lo que le permite ser consciente en su propio reino, evolucionar y reproducirse.
Si al observar a los demás reinos de la naturaleza los viéramos como entidades dévicas elementales que viven y evolucionan al igual que nosotros y no como simples animales o vegetales a los cuales maltratamos y sacrificamos por el simple hecho de descargar nuestra agresividad o para satisfacer nuestros sentidos, quizás empezaríamos por respetarlos, cuidaríamos de ellos como hermanos mayores y veríamos a la Naturaleza con otros ojos.
¿Queremos ver a los devas elementales?... pues ahí los tenemos!!
En las fotografías estamos viendo sus vehículos físicos, su envoltura, que al igual que ocurre con el reino humano oculta a las entidades que los utilizan para evolucionar en este plano físico de la existencia. Ellos pertenecen a distintas jerarquías elementales cuya evolución los impulsa hacia el reino Angélico.
Los pájaros son devas elementales,... un perro o un gato son elementales, cualquier ser encarnado es un deva recubierto de un cuerpo físico elemental adecuado a su especie y reino, y con un tipo particular de consciencia.
Incluso los seres humanos en nuestra esencia somos un Deva.
Mientras nos seguimos identificando con nuestros cuerpos, la consciencia de nuestra personalidad es elemental, esto significa que serán ellos quienes goviernan nuestras vidas, sin embargo nuestro Arquetipo o Modelo de perfección es el Ángel Solar y nosotros estamos hechos de Su Misma Esencia lo cual nos convierte espiritualmente en Sus herederos..
Marta Parramon Elies
La Teosofía en la Nueva Era !
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