sábado, 3 de julio de 2021

Romper los límites para despertar!

 



Traducción del Catalán al Español


¿Qué entendemos por,. ¿Despertar?
Cuando a través del tiempo vamos desarrollando la mente llega un punto en que ya no tenemos suficiente con los conocimientos mundanos que hemos adquirido, sino que buscamos algo más, algo que desconocemos y sin embargo,
nos atrae desde adentro aún sin saber por qué.
Esta inquietud nos impulsa a buscar este algo desconocido en las distintas religiones y filosofías, en la ciencia, en las artes, en la educación... en algo que podamos reconocer e identificarnos y de un nuevo sentido a nuestra vida.
En esta etapa el Alma nos impulsa hacia adelante en el sendero evolutivo a fin de que rompamos los límites que nosotros o la sociedad nos hemos/ha impuesto.

Llegados a cierto estado de consciencia avanzada es preciso hacer un recuento de nuestros valores y empezar a "separar el grano de la paja" Darnos cuenta de que todo lo externo, tan solo es la apariencia, el revestimiento que encubre la realidad interna.
Aprender a reconocer lo que ocultan las formas es necesario si queremos es descubrir realmente quienes somos y el porqué tenemos que utilizar unos cuerpos de materia que aparentemente nos hace ser distintos de lo que somos en realidad. El cuerpo físico nos limita la verdadera expresión,
únicamente es el efecto de una causa espiritual interna que utilizamos como herramienta de contacto que nos permite, por medio de los sentidos, adquirir y ampliar la consciencia en los distintos planos, astral, mental y espiritual.
Al paso del tiempo, toda experiencia proveniente del pasado y de la cual hemos aprendido muchas lecciones que nos han permitido transformarnos interna y externamente, debería ser trascendida. A partir de entonces es cuando, frente a nuestra percepción interna, aparece una realidad que ya presentíamos, porque en esta larga búsqueda aún sin darnos cuenta, la hemos estado invocando. Este nuevo estado de consciencia a su debido tiempo, nos revela Quienes somos en nuestra verdadera esencia, intyimos de donde procedemos y cuál es la razón de haber encarnado en cuerpo físico.

Al igual que si hiciéramos un examen de consciencia, deberíamos ser capaces de reconocer interiormente aquello que tiene un mayor significado, lo que consideramos como esencial y más valioso de lo que hemos aprendido de la vida, lo que ha despertado en nosotros la inquietud de ir siempre más allá y hacia un objetivo superior.
Es preciso descartar lo inservible y todo cuanto vela la luz, oscurece el camino y no nos permite avanzar.
Tan solo cuando nos deshacemos de lo que no tiene valor puede haber lugar para lo nuevo que ha de venir.
Una vez hecho el recuento de nuestros valores podremos mirar de frente nuestra propia consciencia y escoger las semillas de más calidad que han crecido en nuestro interior y a partir de aquí empezar a sembrar.
No nos detengamos aunque la vida nos ponga dificultades, (que siempre las hay) la realidad que hemos conquistado a costa de duro esfuerzo nos da la fortaleza necesaria para no decaer. Ahora somos conscientes, y habiéndonos convertido en “sembradores”, tenemos el deber de sembrar en tierra fértil, allí donde las almas anhelantes están esperando acoger las semillas con el corazón abierto.

Os pondré el ejemplo de un excursionista que quiere ascender a una alta montaña (símbolo de elevación espiritual) cargado con su mochila (sus apegos personales) llena de objetos que no le son imprescindibles.
Empieza a ascender pero la cuesta arriba cada vez requiere más esfuerzo y la dificultad se acrecienta. Llegado a cierta altura la fatiga lo detiene, el peso que lleva en la mochila no le permite respirar bien y le es imposible seguir adelante. Aunque también sabe que si se propone llegar a la cumbre existe un remedio;- irse aligerando su carga hasta quedarse únicamente con lo esencial e imprescindible y en caso de que sigua aumentando la dificultad de ascenso, puede deshacerse de todo, abandonar la mochila y todas sus pertinencias.
Si renuncia a seguir adelante y piensa que ya lo intentará en otra ocasión habrá dejado pasar la oportunidad más importante de su vida, en sentido espiritual. Pero si decide continuar y se aligera totalmente de su carga, se sentirá libre y ligero como jamás se havía sentido y la ascensión culminará felizmente.

Hay discípulos en probación que desdichadamente no tienen la fortaleza ni la voluntad suficiente para saltarse los obstáculos que encuentra en su camino. Habrá quien desista de seguir escalando para no tener que desprenderse de sus apegos físicos, emocionales y mentales o tal vez, porque le faltará la confianza en sí mismo y preferirá dar marcha atrás pensando que lo volverá a intentar en otra ocasión cuando se sienta más fuerte y no tenga tantas limitaciones kármicas. Si lo ve de esta forma es porque no tiene en cuenta que la montaña está ahí para ser ascendida, que el karma es una constante en cada encarnación y se acumula de una a otra y tarde o temprano tendrá que trascenderlo si quiere ascender a la cumbre, recibir la Iniciación y liberarse de lo que le aprisiona el alma, y lo más probable es que la oportunidad que se le está dando ya no vuelva a presentarse en esta encarnación.
Vivimos inmersos dentro de un escudo que nosotros mismos hemos construido para protegernos de todo cuanto pueda alterar nuestra vida y que hemos ido construyendo con gran esfuerzo. Pero cuando nos dejamos atrapar por lo que consideramos que hemos conquistado, cuando nos apegamos de tal forma a ello, sin darnos cuenta nos convertimos en las víctimas de nuestras propias seguridades.
Romper los límites no significa que en una encarnación determinada podamos hacerlo sin más, aunque experimentemos una expansión de consciencia, sino que se trata de ir dejando atrás a cada instante lo que pertenece al pasado y de lo cual algo hemos aprendido, pero que sin embargo nos limita la libertad.
Toda encarnación requiere renuncias, desde las más personales hasta las más superiores que podamos imaginar; la renuncia a los conocimientos espirituales y al Maestro son las pruebas más duras y difíciles de pasar e incluso la renuncia a la propia individualidad, cuando el Arhad recibe la 4ª Iniciación y se libera totalmente de su consciencia humana para entrar en el quinto reino de las Almas liberadas.
Imaginad lo que significa para el gran iniciado tener que desprenderse totalmente de todo cuanto ha adquirido desde el principio de su evolución para poder llegar a este estado en que los planos de la materia ahora tan solo son una ilusión, un sueño del cual ha despertado.
Visto desde la perspectiva humana en que todavia nos hallamos, puede darnos gran reparo y miedo el pensar que algún día tendremos que renunciar a la propia individualidad, pero si tenemos presente que a medida que avanzamos nos vamos transformando en un miembro más del reino superior, es evidente que la consciencia deja de ser humana y pasa a ser monádica.
Desde el principio descendemos como mónadas a los mundos de la materia y empezamos la evolución ascendente como mónadas en el reino mineral, teniendo que renunciar a este progresivamente a medida que avanzamos para seguir ascendiendo en la escala evolutiva de un reino a otro, convirtiéndonos en mónada vegetal, animal, humana y superhumana hasta haber cumplido el propósito por el cual encarnamos, regresando como hijos pródigos al Hogar del Padre de donde surgimos para adquirir plena consciencia en todos los planos y sub planos donde el Logos solar tiene puesta Su atención por medio de las diversas Entidades que le hacen de intermediarias en este segundo universo.
En cada paso que damos hacia adelante ampliamos la consciencia expandiendo los límites de nuestro círculo infranqueable, aumentando la visión por medio de la oportunidad que se nos da de ir más allá, siendo la próxima meta un objetivo más amplio, más sutil y lleno de profundo significado.
Sabemos que lo que somos hoy es el fruto del pasado sucediéndose interminablemente de una encarnación a otra,“causas y efectos” pero con una consciencia que a partir de cierta etapa hemos empezado a sintetizar al desprendernos de lo no esencial. Además de haber incorporado nuevas experiencias que nos han abierto la comprensión superior del porque de la evolución planetaria, una comprensión que no es adquirida únicamente por las enseñanzas que nos brindan los libros sagrados, sinó porque hemos despertado en nuestro interior una nueva y más elevada interpretación de su contenido.
Hay que romper los límites que nos confinan en la inercia del pasado y entrar en la corriente de la nueva era libres del peso que tanto nos condiciona, abiertos a las nuevas Leyes internas que empiezan visiblemente a regir mundialmente.
Cuando las comprendamos y nos adaptemos a ellas se hará realidad la Fraternidad mundial.

Marta Parramon Elies

Comentario

Hola Marta y companys,
Si así es, un camino donde lo importante no es la meta sino el camino mismo. En este sentido, como bien dices Marta, el desapego para llegar a la cima es la clave, desapego que no es resignación sino aquella actitud que no niega la realidad, sino que "sin cerrar los ojos" es consciente de las dificultades, pero las afronta con un corazón abierto que nos da la espontaneidad de la vida.
Siempre me ha gustado la frase "solo hay que reconocer el siguiente paso a dar" porque muy a menudo el exceso de información/ posibilidades/ deseos/aspiraciones/apegos/mente …, nos confunden, y no nos permiten ver algo tan sencillo como el presente más inmediato, aunque solo sea el salir a la calle a comprar algo que necesitamos y por el camino saludar a un vecino, ver una flor o sentir la brisa de un atardecer.
Un abraçada

Respuesta

La simplificación de la propia vida es la clave.
Sabemos que los conocimientos pueden llegar a saturarnos volviéndo cada vez más compleja nuestra mente. Con esto no quiero decir que el conocimiento no sea necesario, pero todo tiene sus límites que sin duda deberíamos saber reconocer.
Cuando a menudo hemos hablado de la renuncia o el desapego, no se trata de esperar a ser grandes discípulos para ponerlo a la práctica, se trata de ser capaces de no apegarnos a partir de ahora mismo, de utilizar lo adquirido en el momento oportuno y quedarnos tan solo con lo esencial.
Desde que venimos al mundo y empezamos a ser conscientes, física, astral y mentalmente tenemos que renunciar constantemente a algo, porque la dualidad forma parte de la vida y en este camino siempre hallamos bifurcaciones que nos fuerzan a decidir seguir por un camino u otro, renunciando naturalmente a uno de ellos.
¡Porque sufrimos tanto? Generalmente por la indecisión, porque nos resistimos a escoger uno de los dos caminos, no queremos renunciar a lo que conocemos y nos da seguridades o porque los dos caminos son atrayentes y entonces es cuando nos damos cuenta que tarde o temprano tendremos que escoger un camino u otro. El de la derecha ascendente, pero lleno de inseguridades o el de la izquierda conocido que nos inmobiliza y detiene la evolución o nos hace retroceder. Llegados a cierto estado de consciencia no existe el término medio, únicamente existe el Bien y el Mal.
Frente a este dilema nos damos cuenta que el camino de la derecha conduce a una alta montaña que se debe escalar hasta llegar a la cumbre. Aunque queramos ascender no podremos cargar con todo el peso adquirido por nuestro pasado, porque nada más empezar ya nos habremos rendido. Sin embargo, si no queremos quedarnos rezagados deberíamos perder el miedo y aventurarnos por caminos no trillados todavía
Como he dicho anteriormente, es precisa la simplificación, ser sencillos e inteligentes (como tu mismo comentas) pero libres por completo del peso de los recuerdos, las costumbres, tradiciones y también de la mayoría de conocimientos intelectuales que tan solo reservamos en la memoria como algo concreto y superficial. Hay que desechar lo inservible, aquello que en su momento nos fue útil, pero que ahora ya pertenece al pasado.
Tan solo hay que reconocer el siguiente paso a dar, como bien dices tu... pero para dar este paso tendremos que ser intrépidos a fin de poder afrontar lo desconocido, acostumbrados como estamos a las seguridades, pues el camino espiritual está lleno de misterios que tan solo lo desvelaremos cuando hayamos dado el primer paso.
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Una abraçada!

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