miércoles, 22 de febrero de 2017

La Creación,Una Gran Forma Mental !



La Creación es la manifestación concreta de una gran Forma Mental creada por este Ser Cósmico inmensamente Poderoso del Cual jamás se ha pronunciado Su nombre.


Toda entidad existente reproduce en miniatura y en su propio nivel lo que hace el Creador ya sea de forma consciente o inconsciente y según el grado evolutivo alcanzado así será la cualidad y apariencia de las formas mentales creadas que serán concebidas "a su imagen y semejanza" pues todo ser pensante es un creador en potencia.
Con respecto al discípulo entrenado la función de cada forma mental es triple:
En primer lugar deberá responder plena y conscientemente a cada contacto y a la vibración de la idea proveniente del Ashrama del Maestro. 
En segundo lugar deberá proporcionar un cuerpo para la idea, depende de si ha de ser creada únicamente en el plano mental o tendrá que ser revestida de un cuerpo de deseo a fin de descender finalmente  al plano físico denso. 
I en tercer lugar deberá llevar a cabo todo el proceso con un propósito específico.

Vemos entonces que la causa inicial que mantendrá en vida a la forma creada, es la idea. Luego la mente visualiza la forma e inmediatamente surge el deseo de materializarla hasta que finalmente la concreta físicamente. O sea que empieza a descender desde el plano mental hasta el astral, luego al etérico  y finalmente al físico denso. Toda esta creación de los cuerpos, el discípulo la realiza desde el plano mental.

La analogía con la encarnación humana es perfecta.

Todo discípulo dedicado al servicio sabe el poder que tiene de crear y la responsabilidad que le corresponde como servidor comprometido con el Maestro. 
Debe haber un control del Alma sobre el cuerpo mental, de ahí la necesidad de disciplinar la mente y conocer el significado del silencio y la constante atención enfocada.
Todo estudiante de esoterismo debe saber que si quiere servir y convertirse en un creador de formas mentales, será necesaria la simplificación mental.. Una mente repleta de conocimientos crea tal volumen de formas mentales a su alrededor, que le impiden la atención profunda en una sola idea y si decide crear, al dispersarse en otras ideas al mismo tiempo, la idea original abortará.
  
En algunos Ashramas de la Jerarquía se entrena a los discípulos en la construcción de formas mentales con el fin de dar un impulso positivo a la evolución planetaria. 
Pero la construcción no consiste tan sólo en pensar, sino en saber visualizar a la perfección aquello que debe ser creado, dirigirlo en la dirección correcta y mantener la atención constante sin desviarla por ningún motivo. 
Si por un momento el Creador retirara su atención de la forma mental que ha creado, ésta se desintegraría por la falta de vitalidad que le confiere.
La forma mental es una entidad psíquica macro o microcósmica y se mantiene en vida mientras mantenemos nuestra atención enfocada en la idea.

Al principio partimos de la Idea y el Propósito de Dios de Crear, de manifestarse en todos los planos y subplanos de nuestro universo físico cósmico. 
De la Idea surge el Propósito y de éste surge un Plan que consistirá en la materialización de dicha idea.  
Si aplicamos la analogía con el ser humano veremos que el proceso de construir formas mentales es muy similar.

¿A qué nos lleva esta reflexión? precisamente al hecho de que la Creación ha surgido de una idea de Dios. Que todas las galaxias, los sistemas solares, los planetas sagrados o no, (y el nuestro no lo es) somos el fruto de una Gran Forma mental. En realidad somos entidades que ocupamos formas mentales (los cuerpos) creadas por nosotros mismos a través del tiempo con nuestros estados de consciencia.  
I no se trata únicamente de la creación de nuestros cuerpos sino de una cultura, un carácter nacional, una lengua...   todo cuanto existe a parte de la propia Naturaleza es una creación humana. Pero no olvidemos que si no fuera por la colaboración de los Devas constructores, las formas de pensamiento se disolverían en el espacio. 

Además también sabemos que el cuerpo físico no es un principio, que no genera estados de consciencia por sí mismo por lo cual se considera ilusorio, un autómata que tan sólo responde a las energías internas que le transmiten los cuerpos superiores.  
Entonces, aquí viene la pregunta: Sabemos que estamos evolucionando en el plano físico cósmico y por otro lado se nos dice que el cuerpo físico no es un Principio... ¿podemos pensar que lo que nosotros creemos que es una realidad es tan sólo una ilusión, una idea de Dios?... parece ser que así és.!. entonces...¿Qué es real y qué es irreal? nos lo hemos preguntado? 

Si hemos leído "La Divina Comedia" de Dante, ahí está representada esta Gran Obra de "Teatro" que es la evolución del Alma en encarnación. Con su Autor, su Director, los actores principales y los secundarios, los extras y los espectadores... 
A cada actor se le asigna un papel determinado según su capacidad interpretativa que debería representar a la perfección para que la obra fuera un éxito.
Los actores cambian a menudo de vestuario i de papel. 
Un buen actor mientras está representando su papel debe ir coordinado con los demás actores y entrar en escena cuando le corresponde. Además para que la obra se ajuste a la idea del autor, mientras el actor está en escena debería identificarse plenamente con el personaje que interpreta.

Pero nosotros sabemos que el personaje no es el actor, verdad? 
Quisiéramos que la obra fuera perfecta y tuviera gran éxito, pero fuera del escenario muy a menudo olvidamos quienes somos y nos seguimos identificando con el personaje.  

En cada encarnación nos ha tocado un papel en esta Gran Obra, pero generalmente no nos gusta y nos quejamos porqué queremos interpretar a otro personaje más de acuerdo a nuestro gusto. Estamos creando constantemente formas mentales falsas que no corresponden a lo que realmente somos y con esta falsedad vamos por el mundo, confundidos e insatisfechos.


Deberíamos ser verdaderamente conscientes de que somos creadores y que lo que somos es lo que nosotros mismos estamos creando a cada instante.

El hecho de que un ser humano pueda atraer  (un Alma) un hijo al mundo, demuestra la capacidad que tenemos de 
pro-crear, de reproducirnos en nuestras creaciones.
¿Acaso un gran músico como Mozart, Leonardo da Vinci,   Shakespeare no fueron extraordinarios creadores de Belleza y sensibilidad internas? Su Alma se refleja en sus obras y al mismo tiempo son un ejemplo de la capacidad creadora que poseemos la humanidad. 
El ser humano crea su destino con sus propias formas mentales. Empecemos pues a partir de ahora a construir una nueva persona, disciplinemos la mente orientándola hacia el bien común y lo positivo y estaremos creando una forma mental que atraerá la atención del Maestro.


Marta Parramon. 

2 comentarios:

  1. Al leer tu artículo una vez más se abren muchos interrogantes. Todo Discípulo debe caracterizarse por el Servicio. El Discípulo sirve al Maestro y en este servir no hace más que contribuir a la ejecución del Plan. Entiendo entonces que, estando el Discípulo entre el Cielo y la Tierra; entre el Espíritu y la materia, debe concretar o materializar el Plan de Dios mediante este proceso que nos has descrito.
    Es aquí donde el control mental, la atención constante a la idea y la visualización adquieren una importancia fundamental.

    Así pues, ¿Todo Discípulo debe conectar con lo Superior para luego construir en la materia, o quizás es únicamente uno de los trabajos específicos de un grupo concreto de Discípulos?

    ¡Gracias por este artículo tan inspirador!

    Neus

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  2. Gracias por tu respuesta, Marta!
    Deberemos aprender a crear formas conscientemente. Todavía somos demasiado inconscientes...
    Tenemos un largo camino que recorrer como aprendices de magos.

    Un abrazo!

    Neus

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