jueves, 25 de mayo de 2023

Los Elementos y la Magia de la Creación !



Traducción del Catalán al Español publicado en este bloc con el título, "Els elements i la Màgia de la Creació""

Reunión grupal en la "Asociación de Amigos de la India" de Barcelona, Catalunya (España) 1985
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!Todo cuanto es, ha sido y será Creado es una Gran Obra Mágica!
Existe una sustancia básica a la cual los antiguos alquimistas denominaban Alcahest y que nosotros conocemos como Éter.
Éter es la Sustancia Primordial que compenetra todo cuanto existe dentro del espacio absoluto y del cual están constituidas todas las formas creadas.
Teniendo siempre presente al investigar, que nuestro 2º Universo se desarrolla en un septenario de energías, es lógico suponer que dicha sustancia se diferencia en siete tipos de éter que se corresponden con cada uno de los siete Planos constituyendo siete estados de conciencia y siete dimensiones dentro del Espacio, donde todos los seres vivientes deberemos acceder en alguna etapa u otra de nuestra existencia en el transcurso evolutivo.
El Éter es la substancia utilizada por los Devas Constructores, que les permite crear el molde de las formas que serán utilizadas por las entidades que evolucionan dentro de este universo. La actividad de las fuerzas elementales da vida a los Cuatro Elementos de los cuales ellos forman parte, extrayendo de sí mismos la sustancia necesaria que les servirá para construirlas, y una vez terminadas las habitarán hasta la liberación total de la entidad para la cual han sido construidas.
Cada elemento, ya sea la Tierra, el Agua, el Fuego o el Aire, no son tan solo compuestos químicos como los denomina la ciencia, sino que son Entidades Dévicas elementales que lo conforman todo.
Nuestros cuerpos están formados de los cuatro elementos, aunque según el estado evolutivo alcanzado siempre habrá uno que predominará sobre los demás. El predominio de un elemento en una Carta Astral natal, nos mostrará un tipo especial de temperamento, que en la encarnación actual nos veremos inclinados a experimentar y exteriorizar sea cual sea el nivel de consciencia adquirido.
La Tierra corresponde al plan Físico, e inclina hacia lo más concreto y al aspecto material de la existencia.
El Agua se relaciona al plano Astral y la tendencia emocional y de deseos.
El Fuego nos inclina al desarrollo y la experiencia en los niveles mentales.
Y el Aire se corresponde con el cuerpo Etérico e inclina hacia la tendencia intuitiva.
Esto es así en términos generales, variando su frecuencia vibratoria según el enfoque de la consciencia de cada cual.
Cualquier ser humano, esté mucho o poco evolucionado, mientras dure su existencia dentro del reino humano encarnará en todos los signos, los cuales le darán la oportunidad de evolucionar al experimentar en todos los elementos y estados de consciencia dentro de cada uno de ellos.
Si estamos interesados en investigar sobre la propia evolución, las energías y los elementos que rigen la vida de la Naturaleza en conjunto, sin casi darnos cuenta, nos estaremos introduciendo en el reino dévico. Si lo que nos interesa es conocernos a nosotros mismos como personalidades, tan solo con observarnos atentamente sabremos con qué clase de elementales estamos más estrechamente vinculados en la actual encarnación.
Sin embargo, puede que en alguna vida determinada el karma nos impida experimentar plenamente en alguno de los elementos y aunque en nuestro cuerpo físico los contengamos todos, habrá alguno que nos estará vedada su expresión. Esto naturalmente crea un desequilibrio psicológico, sin embargo, siempre existe una causa que deberíamos saber reconocer, porque aunque esté relacionado con el karma, no indica necesariamente que sea negativo en sentido evolutivo. Tal vez de lo que se trata es de forzar en esta encarnación a desarrollar otras tendencias que habíamos descuidado en otras encarnaciones, habiendo puesto la atención de forma excesiva en el estado de consciencia que actualmente se nos niega o limita.
No os voy a detallar los signos zodiacales porque además los conocéis por el estudio que realizamos anteriormente sobre astrología esotérica, aunque al investigar haríais bien en recordar que en una Carta astral, los 12 signos del Zodiaco están divididos en cuatro triplicidades correspondientes a los cuatro Elementos: Fuego, Tierra, Aire y Agua. Siendo la Síntesis de todos ellos el Éter, el 5º elemento. Sin embargo, al estudiar al reino humano, nos centramos en el cuaternario, que por su medio puede producirse el desarrollo de la consciencia y llevar a cabo la evolución en los planos, físico, astral y mental. Son los Tres Fuegos manifestados en la Creación por medio de cada elemento.
Cuando os hayáis adentrado más a fondo en las Ciencias ocultas, os daréis cuenta de que la Astrología lo abarca todo, ya que esta es la Ciencia de las Energías, la Causa Primordial de la Creación por medio de las cuales el Universo ha sido creado y puede seguir evolucionando. Pero para llegar a una más profunda comprensión de como actúan, tampoco es suficiente con centrarnos exclusivamente en los Rayos ni de relacionarlo con los Logos planetarios que hacen de intermediarios al distribuirlas por todo el Sistema, sino que, cuando investigamos sobre las Energías, debemos ser plenamente conscientes de que estamos tratando con el Reino Dévico, pues toda Energía sin excepción es esencialmente Dévica, y sabemos bien que todo cuanto existe es Energía!
¡En este comentario hay mucho para reflexionar.!!

No es únicamente la tendencia de Rayo que se pueda poseer, la evolución particular alcanzada ni la apariencia física lo que nos diferencia cuando estamos encarnados en una personalidad, sino también los elementos que predominan actualmente en nuestra consciencia y por medio de los cuales nos relacionamos de una u otra forma. El contacto y la comunicación con otros seres, humanos o subhumanos, no es entre formas o personalidades, es entre energías.

Nuestros cuerpos son entidades elementales regidos por entidades superiores que nos atraen hacia ellos hasta llegar al estado donde el Yo superior humano surge con toda su fuerza, tratando de revelarnos el secreto de nuestra propia existencia y de nuestro propio Reino.
Para llegar hasta aquí habremos tenido que acceder paso a paso en la escala evolutiva dentro de cada uno de los planos y estados de conciencia elementales.
La finalidad de la existencia humana consiste en convertirse en un Mago consciente, en controlar a través de sus vehículos los cuatro elementos que constituyen la parte densa del plano físico, astral y mental concreto.
Los cuatro elementos nos introducen en el mundo oculto a través de las criaturas etéreas que llamamos: Gnomos, Ondinas, Salamandras y Sílfides, para entrar a su debido tiempo en contacto con las Entidades mayores que rigen cada uno de los Planos que los representan.
Todos los elementos se combinan para producir las fuerzas de la Naturaleza, pero cada uno tiene una función específica y también dentro de los diferentes elementos a que pertenecen, un nivel evolutivo propio.
Los Gnomos son los Espíritus de la Tierra y forman parte del reino Mineral. Las Ondinas son las Hadas y deves del Agua que están muy unidas al reino vegetal, forman parte de todos los líquidos del planeta y de los fluidos que circulan dentro de los cuerpos de cualquier especie.
Las Salamandras son los devas del Fuego, ellos están en todas las manifestaciones ígneas del planeta y dentro de los cuerpos animales, incluido los nuestros, para mantener la temperatura que es síntoma de vida.
Las Sílfides del Aire son los devas elementales más evolucionados dentro del reino de los elementos. Ellos transportan los sonidos, las palabras, la música hasta nuestros oídos, y también realizan otras actividades en colaboración con el reino vegetal. Es el único reino elemental que no se deja dominar por los Magos negros.

La misión esotérica de los elementales consiste en construir las formas que el Creador precisa para llegar a ser plenamente consciente en todos los niveles, planos y subplanos dentro de Su Creación.
En cuanto los seres humanos controlemos nuestros cuerpos (nuestras tendencias físicas, astrales y mentales) controlaremos los cuatro elementos y tendremos el dominio sobre los cuatro reinos de la naturaleza.
La verdadera transmutación de los metales, la verdadera Alquimia, consiste en el dominio sobre los Cuatro Elementos y la única manera de poderlo hacer sin exponernos a equivocarnos es siendo puros en todos los sentidos.
(Lo que hace el fuego con los metales, lo hace la pureza con nosotros. (D.K.)
No se trata de luchar en contra de los elementales o tendencias de nuestros cuerpos, sino de redimirlas y enaltecer su conciencia con nuestra conducta positiva. Esta es la misión del Mago blanco, transmutar conscientemente su naturaleza.
Cada uno de nosotros estamos tratando de controlar a los devas elementales de alguno de nuestros cuerpos. No olvidemos, sin embargo, que no deberíamos luchar en contra de ellos, sino armonizar la relación hasta hacerles sumisos a nuestra voluntad.

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