¿A dónde va el alma cuando deja el cuerpo físico descansando por la noche? Sabemos que hay otras dimensiones en el espacio, otros estados de conciencia además de lo físico a donde nos adentramos inconscientemente en cuanto dormimos. No es lo normal poder soñar lo que quisiéramos, aunque algunas veces quizás lo hemos conseguido, especialmente cuando el deseo es tan potente que nos llega a obsesionar. Los sueños pueden ser muy diversos, muchos de ellos reflejan nuestros miedos, esperanzas e ilusiones... pero también los hay que no son habituales y pueden ser muy sugerentes y ricos en su simbología.
Estos estados de conciencia no podríamos vivirlos si no fuera porque los cuerpos elementales que poseemos y que estamos desarrollando al utilizar los sentidos, nos sirven de vehículos para poder acceder a otros niveles y otras dimensiones dentro del espacio. Con el tiempo además de perfeccionarlos los hemos vitalizado de tal forma, que han llegando a tener vida propia.
Pero,..¿Qué
significa que tienen vida propia?
Significa
que los elementos de que están formados cada uno de estos
tres cuerpos son sustancia dévica y que los Devas
constructores que les han dado forma, una
vez construidos los han habitado. Cada uno de los
cuerpos es la vestimenta que los devas
se construyen para sí mismos, de
esta forma pueden llevar a cabo su propia evolución, la
cual consiste en construir. Son su obra, que a la
vez la comparten con el alma humana también en
proceso evolutivo. De ahí que mientras la humanidad no actúa
en su vida como Alma quienes se manifiestan son los elementales, que
en sí mismos son materia. Pero a partir
del momento en que el alma empieza a ser
consciente de sí misma, entonces se inicia el
largo proceso de creciente lucha y disputa
por el gobierno de las formas, hasta que el Alma
puede imponerse y se hacen sumisos a su
voluntad.
Hasta no haber alcanzado la plena
consciencia, el alma no se ha manifestado, actuando en
los tres mundos de la materia como un ser elemental,
aunque posea cuerpo humano.
Observad a la humanidad!.. Acaso la tendencia general no
inclina a la gran mayoría hacia los valores estrictamente
materiales?. Da que pensar verdad.?.
Una vez los devas constructores han
encarnado en los cuerpos ya formados, los siguen
reconstruyendo durante todo el tiempo que dura la vida del ser
humano con las energías propias de los estados
de consciencia que éste les proporciona; sus
pensamientos, deseos y palabras.
Entonces, es lógico suponer que estos cuerpos elementales
tienen la cualidad vibratoria de la
conciencia humana. Cuanto más los
alimentemos, cuanto más intensa sea nuestra actitud frente
a cualquiera de los estados de
consciencia de orden material, tanto más
poder les daremos, hasta llegar al punto en que los que
controlarán nuestra vida no seremos nosotros (el alma),
sino que serán los devas elementales que los han
construido. Un ser humano de
tendencia intelectual puede manifestar orgullo y
tendencias separativas muy pronunciadas, lo cual es
síntoma de gran egoísmo, mientras que otras pensarán
únicamente satisfacer sus deseos o instintos más básicos.
Entonces será evidente cuales de los
elementales gobiernan sus vidas.
Pero,..¿Qué ocurre con el alma cuando el
desequilibrio se hace tan evidente? El
desequilibrio indica dualidad y también la lucha del Alma
para poder manifestarse. Sin embargo, a medida
que integra la personalidad, lo cual significa
que las tres fuerzas elementales también se
unifican, los cambios que se van produciendo en la conciencia del
ser humano se ven reflejados en su forma
de ser y de vivir, así como también en sus sueños.
Cuando entramos en el camino de evolución superior se va
produciendo en nuestro interior una inquietud que nos empuja a
orientarnos en nuevos valores. En el momento en que nos
preguntamos sobre el auténtico sentido de la vida, algo ha
cambiado en nuestro ser, esto es señal de que la mente
está activa y orientada hacia la
Luz. Sin embargo, aún debe librarse una ardua
batalla entre las tendencias personales (el
elemental de la personalidad) y el Alma que reclama poder
y atención. Cuando somos conscientes de esta demanda
superior alcanzamos la autoconciencia y por primera vez
nos identificamos con el Alma.
En
cuanto se llega a un estado de conciencia en que surge la
necesidad de servir, es indicio de que evolutivamente
hemos dado un paso crucial como Almas en encarnación. La
cabeza del aspirante al discipulado empieza a irradiar
levemente, lo cual llama la atención del Maestro
que observa atentamente a la humanidad, entonces ve que
de entre la gran multitud, surge una lucecita que empieza a
resplandecer. Es un alma preparada para incorporarse en
las filas de los Servidores del Mundo y
contribuir así a llevar adelante la evolución planetaria. La
luz que surge de la cabeza es señal de que
el aspirante está preparado para empezar a
ser instruido en la primera de las Tres
Escuelas de entrenamiento Interno.
El Aula de los Aprendices.
La instrucción en esta Aula la
imparten discípulos avanzados que
forman parte de la Jerarquía. En esta etapa lo
aprendido casi nunca es recordado al despertar, pero en lo más
profundo de su conciencia quedará grabada la experiencia vivida y en
el momento oportuno surgirá a la luz en forma de una
orientación o expansión de conciencia en su
vida pues (aunque la consciencia personal todavía
predomina) el aspirante ya ha recibido la
Primera Iniciación menor y
controla en gran parte a su elemental físico.
En esta
escuela se aprende a discernir el valor de las cosas, a
conocer lo que es un elemental constructor, el poder que ejercen
sobre la consciencia humana en los tres mundos y como someterlos a su
voluntad, especialmente a su elemental astral, el cual
predomina con gran fuerza en esta etapa evolutiva.
La gran mayoría de la humanidad está en vías de
recibir esta Iniciación.
La
segunda es
el Aula del
Conocimiento,
En esta Aula acuden las
almas que han sido aceptadas
por el Maestro y se hallan consagradas al
servicio, habiendo demostrado plenamente el
control de sus dos elementales, el físico y el astral,
estando en vías de hacerlo desde el Alma con el
elemental del cuerpo mental. Al alcanzar este estado superior
de conciencia y después de haber superado las arduas
pruebas físicas y astrales, recibirá la
Segunda Iniciación, la cual producirá en él
una gran expansión de consciencia. Su cuerpo mental está
bien formado, la personalidad integrada y
alineada con el Alma. Ahora es él el dueño y señor
de sus dos vehículos.
El proceso
de acercamiento al Maestro, la clarividencia superior y la
telepatía son un hecho, no porque el discípulo
iniciado lo desee sino por el amor, la compasión
y la constancia demostrados en el servicio que realiza
y el total olvido de si mismo.
La continuidad de
conciencia aumenta considerablemente en los planos superiores
después de la Segunda Iniciación y
(si el karma le es favorable) se
le permitirá al discípulo recordar en detalle la
ceremonia iniciática cuando despierte por la mañana. La
enseñanza interna será plenamente recordada produciendo
efectos sustanciales en la forma de
prestar servicio. Habrá aumentado sensiblemente su
intuición superior que le permitirá “Ver con
los ojos del Alma verdades todavía no reveladas”.
Ahora entrará en contacto con los Ángeles superiores
y el entrenamiento y conocimiento de los mundos ocultos le
abrirá la conciencia a una Realidad de gran trascendencia.
La
Tercera
es
el Aula de la
Sabiduría.
En
la cual entran
los Iniciados
de tercer grado habiendo
recibido la 1ª Iniciación Jerárquica y en la cual permanecerán
hasta
convertirse
en Adeptos.
En
esta etapa la continuidad de conciencia alcanza niveles muy
superiores, llevando a cabo un servicio mundial de mucha más
responsabilidad. Ahora
el contacto
con su Triada espiritual, que
ya
se
produjo cuando
recibió la 2ª Iniciación en
que desarrolló
sensiblemente
la
Intuición)
es
más cercano que nunca a su Mónada espiritual. En esta etapa
evolutiva las pruebas Iniciáticas son triples; física, astral y
mentalmente. Si
antes de la 2ª Iniciación el discípulo creyó vivir una “ noche
oscura del alma”, ahora
esta noche oscura es incomparable, aunque muy distintas las
consecuencias y la
trascendencia de lo que le
es revelado al gran Iniciado.
El concepto que había tenido hasta el momento sobre la función que realizan los Grandes Seres dentro de la Jerarquía, la evolución en conjunto y lo que verdaderamente significa la espiritualidad, en este momento se desmorona ante él. Su forma de interpretar las enseñanzas recibidas anteriormente ha cambiado radicalmente pues la perspectiva desde donde ahora lo observa, ha dado un vuelco de 180 grados. Todas las enseñanzas Sagradas pueden ser interpretadas desde 7 niveles de consciencia distintos. La Sabiduría Eterna sigue mostrando su Mensaje con las mismas palabras, aparentemente nada ha cambiado, sin embargo el Iniciado a dado un salto cuántico en su interpretación al observar esta Realidad desde su consciencia monádica.
Existe
una
escuela
especial,
"Humano-Dévica"
En
esta Aula,
Devas
y Almas
humanas
son instruidos conjuntamente por Iniciados y Adeptos de cada uno de
estos dos reinos. Se enseña que la evolución dévica y la humana
evolucionan paralelamente a
fin de llevar
a cabo la gran Obra del
Creador
y que el destino final de
ambos Reinos los
conduce a
fusionarse en
Uno, y
convertirse
en
el
Divino Hermafrodita, en un Ser Andrógino.
Marta
Parramon Elies


.png)