lunes, 1 de diciembre de 2025

La consciencia en los sueños y el plano astral.! 2ª parte.



Traducción del Catalán al Español publicado en audio en el bloc, “Teosofía Rama Armonia”. Reunión grupal en la Sociedad Teosófica Rama Armonía de Barcelona, Catalunya.(España)2000


Hace muchos años que psicólogos y psiquiatras de renombre empezaron a indagar sobre la vida de sueños y a darse cuenta de que los seres humanos tenemos una vida subjetiva real. Sin embargo, hoy en día todavía se interpreta desde una perspectiva muy personal sin tener en cuenta que cada ser humano es un alma en evolución y mientras no posean la suficiente visión y sensibilidad interna capaz de reconocer cual es el estado de consciencia adquirido de sus pacientes  seguirán fallando en su interpretación. Para analizar correctamente los sueños de una persona corriente, la interpretación más acertada debería hacerse teniendo en cuenta su personalidad, especialmente sus tendencias emocionales. Si se trata de un ser humano cuya mente da muestras de estar activa y poseer unos valores humanos superiores, es posible que haya entrado en el Sendero del discipulado, entonces la interpretación tendría que realizarse en sentido esotérico o sea, hiendo a las causas más profundas y no a los efectos como se hace con la personalidad. A un Iniciado ya no le es necesario que nadie le interprete lo que para él generalmente son vivencias de orden superior, ya que cuando al dormirse sale del cuerpo físico lo hace con plena consciencia y además, jamás confía sus vivencias y visiones a nadie que no sea otro ser humano de su misma condición espiritual o superior, si lo hace será en ocasiones puntuales cuando lo que el ha experimentado pueda ser de utilidad en el servicio que presta. Vemos pues que esotéricamente existen tres formas de interpretación,..Ortodoxa, para la personalidad. Esotérica, para los discípulos que han alcanzado los niveles del Alma y Jerárquica, para los Iniciados. Esta última acostumbra a hacerla el Maestro a Sus discípulos mediante la superposición de la Carta Astral en sus tres estados de consciencia; exotérica, esotérica y jerárquica. A medida que vayan surgiendo astrólogos y psicólogos esotéricos que conozcan como influyen las energías en la consciencia, descubrirán que cada ser humano es único en sus sueños, por lo cual, la interpretación deberá ser enfocada desde distintos ángulos según la necesidad. Entonces, al haber desarrollado tal sensibilidad, al llevar a cabo la interpretación no verán tan solo a la personalidad, sino a almas en evolución y nada más hablar con quien los consulta  sabrán si su consciencia es de índole astral, mental o si es un alma que ya ha despertado.

Es preciso centrarse en las causas y no tanto en los efectos. La revelación de la continuidad de consciencia (dormidos o despiertos) en otros planos de existencia, hará desaparecer el miedo a la muerte, entonces se reconocerá que la vida y la entidad humana como tal no muere, continua viviendo en otras dimensiones más allá del plano físico. Tal como hemos comentado en otras ocasiones el proceso de dormirse y de morir son casi idénticos, la diferencia está en que al dormirnos tan solo se separa el hilo de la consciencia, mientras que al morir son cortados los dos hilos, el de la vida y el de la consciencia. Al proceso de morir también debemos añadirle la recapitulación que debe hacerse de lo vivido en aquella encarnación. Sin embargo, el hecho de salir del cuerpo y desplazarse al plano astral, es casi idéntico al que realizamos cada noche al dormirnos.

La finalidad de la evolución humana consiste en llegar a ser plenamente conscientes en cada uno de los sub planos de cada plano. Cada vez que damos un paso hacia adelante y hacia arriba desarrollamos un nuevo sentido y esto se trasluce en los sueños, ya que estos nos revelan una nueva y más elevada dimensión. Así que cada uno de los sentidos físicos tienen sus octavas superiores en cada uno de los planos a medida que se asciende. Deberíamos recordar que el doble o cuerpo etérico es el intermediario entre lo superior y lo inferior, entre el Espíritu y la materia. De esta forma la consciencia del sueño o el recuerdo proveniente de los planos superiores al físico, es retenida y comunicada por medio del cerebro etérico y grabada al físico denso y entonces lo podemos recordar al despertar. Aunque nosotros interpretemos lo soñado desde el ángulo personal, el verdadero ser consciente es el Alma y cada paso que damos de un plano a otro, de una dimensión a otra, es indicio de haber recibido una Iniciación. Para la humanidad común el proceso de llegar a Ser auto conscientes en su sentido más profundo es muy lento, debido a la inercia de tantos millones de años inmersos en la ignorancia de nuestra divinidad. Pero llegados a la cuarta y última parte del Sendero, cuando se entra en el discipulado consciente, la evolución se acelera grandemente, porque los ojos internos del discípulo Iniciado se están abriendo a la Realidad. Entonces deja de soñar y empieza a Vivir estando despierto y dormido.

Aunque en las enseñanzas esotéricas se enseña que el plano astral es un espejismo creado por la humanidad, dándonos a entender que no es real, sin embargo el plano más irreal de todos es el físico denso, esta es la razón de que no se lo considere un principio, significa que nada se inicia en dicho plano, pues tan solo es un receptor, el “vestido” con el cual el Alma se recubre para experimentar y adquirir consciencia en el mundo de la materia. Cuanto más ligera y sutil es la substancia de que está constituido un plano, tanto más real es lo que podemos experimentar.

Cuando reflexionamos sobre los distintos cuerpos o vehículos que poseemos y hablamos de desplazamos de un plano a otro los imaginamos lejos de nosotros, sin embargo, están tan cerca, que si los viéramos nos sorprendería. En realidad no son lugares, son estados de consciencia. Y no únicamente se trata de los vehículos del ser humano, porque el éter lo compenetran todo, ya sea en nuestro planeta, en el sistema solar o en el universo. Cada uno de los cuerpos que poseemos está compuesto por distintas graduaciones de éter, así como su vibración de rayo y color pueden diferir visiblemente el uno del otro, sin embargo, todos nos envuelven y compenetran. Algunos de ellos tan solo son cúmulos de energía sin forma suspendidos por encima de la cabeza, hasta que la consciencia humana los va creando con sus estados de consciencia y los devas elementales los van construyendo. El clarividente que conoce el significado y efecto que producen las energías cuando fluyen a través de las formas, ve superpuestas en el aura las distintas capas de energía y color pertenecientes a cada cuerpo que esté activo, revelándole la evolución alcanzada de quienes observa además de las energías de Rayo que rigen a cada uno de ellos. Siempre y cuando la persona esté equilibrada, los colores serán puros y el aura expandida. No es lo mismo cuando existen desequilibrios en alguno de los cuerpos, entonces el aura se contrae y los colores se ven turbios y oscuros.

Cada vez que nos desplazamos a niveles superiores al físico denso nuestros vehículos adoptan la dimensión del plano al que hemos accedido, así que cuando nos adentramos en el plano astral, poseemos cuatro dimensiones, al igual que todo cuanto existe en su interior. Igualmente ocurre al ascender a dimensiones más elevadas. A medida que ascendemos, todo cuanto nos rodea incluidos nosotros mismos, nos sutilizamos hasta transformarnos en Energía, lo que somos en realidad. De este modo el reconocimiento y la sensibilidad aumentan en cada plano que ascendemos y las limitaciones de los planos inferiores van quedando relegadas al pasado a medida que la continuidad de consciencia rompe las separaciones impuestas entre los planos de la materia. Todo lo superior incluye siempre a lo inferior, o sea que la consciencia alcanzada actualmente es la suma total de la consciencia adquirida en cada uno de los planos y subplanos por los que hemos transitado en este mundo.

Es importante conocer bien la función del cuerpo etérico en lo referente a la salud. Estar bien informados de como actúa cuando entra y sale del cuerpo físico, nos puede orientar en las causas que generan ciertos síntomas referentes a alguna indisposición o enfermedad. Por ejemplo; en el caso de sufrir un desmayo, es señal de que el aferramiento del cuerpo físico con el etérico es muy débil y falto de energía. Siendo así es muy fácil su desprendimiento instantáneo o permanente, pudiendo separarse también el hilo de la vida si el caso es extremo.
Seguramente que la mayoría de nosotros más de una vez nos habrá pasado que en el momento de despertar nos habremos levantado de la cama de repente aún medio dormidos. Lo más seguro es que los primeros segundos demos tumbos o nos ruede la cabeza y esto es señal de que no hemos dado tiempo suficiente al cuerpo etérico de amoldarse al físico denso.
También suele ocurrir que cuando nos vamos a la cama por la noche, al cabo de poco rato nos despertemos de repente con un sobresalto. Esto puede ser debido a haberse producido un ruido físico en la casa o porque al haber penetrando en el astral hemos visto algo que nos ha asustado. También puede ser debido ha haber acumulado gran tensión nerviosa durante el día. 

Entonces el vehículo etérico vuelve al cuerpo instantáneamente, porque para él lo ocurrido es una señal de alarma y existe el peligro de romperse su atadura con el físico denso. Si entra por la cabeza, en este estado de medio dormidos incluso puede verse como una potente descarga eléctrica que penetra por el centro coronario, al igual que si fuera un relámpago, tal impacto y sobresalto puede afectar al corazón al producir momentáneamente una taquicardia o descampas cardíaco.
Pensad que el cerebro no duerme y que por la noche las neuronas siguen estando tanto o más activas que durante el día, las cuales se comunican entre ellas por impulsos eléctricos. En realidad el doble etérico es el cuerpo de energías y los Nadis con los cuales está formado el cuerpo etérico son la contraparte del sistema nervioso. Son pura electricidad. Daros cuenta de que el estudio del cuerpo etérico y de las energías es de suma importancia en todas sus funciones. Hemos dicho anteriormente que el cuerpo físico no es un principio, os pondré unos ejemplos para que lo veáis más claro: 

¿Sabéis porqué cuando en una intervención quirúrgica nos anestesian no sentimos el dolor? Pues,.. no lo sentimos porque la anestesia separa el cuerpo etérico del físico denso, lo cual significa que los Nadis, el verdadero sistema nervioso que se halla en el doble etérico, ha sido desconectado momentáneamente del físico denso. Esto significa que el verdadero cuerpo físico es el etérico y que los sentidos físicos se hallan en éste. 

¿Porqué cuando a un ser humano se le amputa un brazo o una pierna, durante un tiempo después aún se queja de que le sigue doliendo? Aquel órgano físico ya no lo tiene, sin embargo el etérico del órgano amputado sigue estando unido al resto del cuerpo y probablemente estará adherido hasta que el órgano amputado sea incinerado o se haya descompuesto. 

Seguramente sabéis que hay animales que pierden la cola u otro órgano y se les regenera, o sea, que les vuelve a crecer. Si tenemos en cuenta que el etérico es el molde del cuerpo físico de cualquier forma de vida, entonces es evidente que los devas constructores se afanan a reconstruir dicho órgano mientras tienen el molde a su disposición. Hay para reflexionar sobre este hecho. Cuando la ciencia médica esté capacitada para entrar en contacto con el reino dévico, descubrirá lo que por ahora todavía es un misterio.

El ser atentos observadores de la vida y de todo cuanto percibimos interna y externamente nos hace ser conscientes y capaces de descubrir los pequeños y grandes misterios.


Marta Parramon Elies

sábado, 29 de noviembre de 2025

La consciencia en los sueños y el plano astral - 3ª y última parte

 


Traducción del Catalán al Español publicado en audio en este blog. Reunión grupal en la Sociedad Teosófica Rama Armonía de Barcelona, Catalunya (España)2000

Breve interpretación y significado de los sueños.


Antes de interpretar los sueños observad cada detalle minuciosamente.

Cada paisaje, cada persona, la luz, la oscuridad, si oís música, veis una palabra escrita u oís una voz que la pronuncia, oís sonar las campanas? o alguien os llama por vuestro nombre. La relación intima o superficial con otro ser humano, así como los viajes y todo cuanto aparezca en el sueño, siempre nos está revelando algo que nos atañe ya sea exterior a nosotros o de nuestra propia consciencia. A no ser que sea un sueño premonitorio o una imagen que nos proyecta al pasado, en general tiene que ver con el estado de consciencia actual.

Un Sol naciente... nos está indicando el inicio de algo superior que está naciendo en nuestro interior y que afectará profundamente nuestras vidas.

Una puesta del sol... significa que una etapa de nuestra vida está finalizando. Es el preludio del nacimiento de algo nuevo.

El Sol en su cenit... es evidente que en el presente está fluyendo directamente la Luz desde lo más Alto. En este instante las sombras desaparecen (simbólica y literalmente) permitiéndonos ver lo que esconden los rincones oscuros que yacen en nuestro interior. La Luz despeja las sombras. Aprovechemos pues estos momentos para ! limpiar la casa!



1º sueño. 

 *Estáis en la estación esperando que venga el tren, vais cargados con vuestras maletas, llega el tren, os subís y al momento se pone en marcha, entonces os dais cuenta de que os habéis olvidado las maletas en la estación, ya no podéis bajar, os angustiáis y no sabéis que hacer,.. bajar en la próxima estación para volver a recuperarlas o resignaros a perderlas?.. Finalmente después de gran indecisión desistís apesadumbrados y decidís continuar el viaje sin vuestro equipaje*

Interpretación

El sueño indica que nuestro destino se ha puesto en marcha y hemos decidido dejar atrás el pasado, incluso hemos renunciado a las maletas repletas de enseres y objetos preciados. (nuestros apegos personales). Fijaos que hemos tenido que escoger entre dos opciones. Al principio hemos salido de casa cargados con todo nuestro bagaje, pero el destino nos ha puesto a prueba.

Un vehículo ya sea el tren, un avión o el coche particular significa la forma que adoptamos para conducir o dirigirnos en una dirección determinada en nuestras vidas. Si conducimos nosotros significa que dirigimos personalmente nuestro destino, si es un vehículo público es que somos conducidos por alguien que no conocemos y además lo compartimos con desconocidos. En cada detalle podemos ver como transcurre nuestra vida y como somos en realidad por dentro.

El tren que nos conduce a nuestro destino, quizás recorrerá muchos kilómetros variando el paisaje a medida que avance. Es posible que más de una vez entrará en un túnel y nos encontremos envueltos de oscuridad, desapareciendo el paisaje y entonces sólo veremos el interior del vagón, (será una época de interiorización ) y a la vez se nos dará la oportunidad de poner más atención a nuestro interior y a quienes nos acompañan en este viaje. Naturalmente son tendencias propias quienes nos acompañan. Observad bien,.. ¿os comunicáis con ellas?. Son conocidas o es la primera vez que os dais cuenta de su presencia o quizás os son indiferentes ?.

(Mientras dura el sueño estamos viajando) pero al despertar e interpretarlo, sabemos que al cabo de cierto tiempo el tren saldrá del túnel, la luz del día iluminará nuestro interior, el paisaje habrá cambiado y habremos llegado a nuestro destino.


2º sueño


* Supongamos que un hombre de unos 45 años desde muy joven siempre ha tenido una vida de sueños muy rica, habiendo soñado en muchas ocasiones el encuentro con su  padre que falleció de una grave enfermedad cuando él era tan solo un adolescente. Posee tendencias espirituales avanzadas y es plenamente consciente en el plano astral superior, lo cual le permite interpretar sus vivencias nocturnas desde una perspectiva bastante amplia y con plena consciencia.

Aunque siempre ha llevado en su corazón el recuerdo de su amado padre, estuvo mucho tiempo sin soñar con él. Sin embargo, desde hacía unas semanas coincidían muy a menudo en el sueño. Cada vez que se encontraban padre e hijo sentían una gran dicha y se abrazaban tiernamente felices del encuentro. El padre se veia tan joven como el hijo y tenia un aspecto muy saludable.


Pero este último sueño fue diferente. Al encontrarse de nuevo, el hijo le preguntó al padre dónde había estado durante todo aquel tiempo desde que dejó su cuerpo físico hacía tantos años. El respondió que había estado en casa de un amigo que era médico y lo había curado, pero que ahora venía a despedirse porqué debía continuar su camino. El hijo le suplicó que no se fuera sin antes poder hablar de muchas cosas que tenían que decirse. Su respuesta fue que no podía quedarse y debía irse. Se despidieron con cierta tristeza por ambas partes.

Pero a la noche siguiente cuando el hijo se durmió, al adentrarse en el plano astral, cual fue su sorpresa cuando volvió a encontrarse con su padre. Le dijo que le habían dado permiso para poder hablar con el. Estuvieron paseando y dialogando por una tranquila calle de la ciudad hasta que el padre le señaló unportal que daba entrada a una casa, diciéndole que todo este tiempo había vivido allí con su amigo el médico. El hijo quería que se lo presentara para darle las gracias y porque quería conocerlo, pero el padre le dijo que no se lo permitían y que si le habían dado el permiso para volver a verse, era porqué tenía que comunicarle que su estancia en aquel lugar había finalizado y ahora que se había curado ya estaba preparado para irse a vivir lejos de allí.*

Este no fue un sueño cualquiera, fue un encuentro real en el plano astral superior con su padre al que siempre había recordado con el mismo cariño que él le había demostrado cuando vivía y ahora después de tanto tiempo nada había cambiado.

Estos encuentros de padre e hijo no fueron una ilusión, fueron reales y cuando el padre vino a despedirse fue porqué había cumplido su estancia en el plano astral y habiendo alcanzado el subplano superior le había llegado la hora de descartar su cuerpo astral y ascender al plano mental o a su Devachan.

Cuando dejamos el cuerpo físico al desencarnar, el primer plano donde se detiene el alma es en el astral y según lo polarizados que hayamos estado en él en aquella encarnación, el “ tiempo” que nos mantengamos en él será más corto o más largo. Cuando un ser humano tiene un perfecto control sobre su cuerpo astral, (sus deseos y emociones) al desencarnar pasa por este plano casi sin detenerse, dirigiéndose al plano superior, el mental. Otras almas sin embargo polarizadas astralmente, deben detenerse y pasar en él,.. 20, 50, 100 años o muchos más, (tal como entendemos el tiempo desde el plano físico) hasta que los deseos y sentimientos experimentados cuando poseía cuerpo físico se hayan agotado y entonces sobrevendrá la segunda muerte, la del cuerpo astral, ascendiendo al siguiente plano o a su Devachan. Cuanto más centrados estemos en nuestros deseos y emociones, más tiempo vamos a permanecer en el plano astral una vez fallecidos.  

Para llegar a ser conscientes en el plano astral y saber diferenciar entre las entidades de dicho plano y las almas que van o vienen del mundo físico, es preciso un control y estabilidad emocional. Entonces no habrá ninguna confusión y la interpretación será la correcta. Para poder ver e interpretar sin temor a equivocarnos, debemos situarnos por encima del estado de consciencia o plano que queramos interpretar. O sea que desde el mismo nivel astral, jamás podrá llevarse a cabo la correcta interpretación, sino que deberemos elevarnos a niveles mentales para verlo con plena objetividad.


Marta Parramon Elies


domingo, 23 de noviembre de 2025

La consciencia en los sueños y el plano astral 1ª parte

 


Traducción del Catalán al Español publicado en audio en este blog el 31/3/2014 

Reunión grupal en la Sociedad Teosófica Rama Armonía de Barcelona, Catalunya (España) 2000 * En estas páginas encontréis algunas repeticiones de lo dicho en las publicaciones anteriores sobre la vida de sueños aunque también bastante más contenido* 


¿Nos hemos preguntado alguna vez porque soñamos y cuál es el significado de los sueños?
Soñar es algo tan natural y tan cotidiano para la gran mayoría de seres humanos que no se les prestamos la atención que merece y se pierden muchos de los mensajes que se reciben. Si los supiéramos interpretar comprenderíamos muchas de las cosas que nos ocurren estando despiertos y al mismo tiempo nos conoceríamos mejor a nosotros mismos, interna y externamente. Al iniciar este tema tan sugerente sobre la consciencia en los sueños, nos estamos adentrando en otras dimensiones del espacio más allá del plano físico. Los sueños nos pueden llevar a vivir experiencias inimaginables con personas, lugares y circunstancias que una vez despiertos para nosotros quizás no tendrán sentido sin embargo, algún día nos daremos cuenta de que todo cuanto podamos vivir en el nivel del plano donde nos situemos nos está mostrando algo de nosotros mismos.
Esotéricamente sabemos que cada ser humano estamos conectados con nuestro Ángel solar por el hilo de la vida que penetra en el corazón y por el de la consciencia que se asienta en la cabeza. En el instante en que nos dormimos nos quedamos inconscientes y esto ocurre porque el cuerpo etérico se separa del físico denso. La sensación de sueño es debida a que el cuerpo etérico se está desprendiendo del físico para permitir que nuestra consciencia (o alma) penetre diariamente en otras dimensiónes. Todos los seres vivos sin excepción respondemos a los ciclos de actividad y reposo, de manera que al llegar la noche el alma deja al cuerpo físico por unas horas a fin de experimentar en los planos internos (generalmente el astral) sin las limitaciones propias del plano físico.
Cada uno de los planos está constituido de siete niveles o subplanos sin embargo, mientras evolucionamos dentro del reino humano únicamente podremos acceder hasta el quinto plano, cuando hayamos alcanzado el estado de Adeptos.
Para poder adentrarnos en cada plano precisamos de un cuerpo o vehículo adecuado a la vibración de cada uno de ellos. Diríamos que es lo mismo que cuando tenemos que desplazarnos de un país a otro, si lo hacemos por el aire precisaremos de un avión. Si tenemos que atravesar el mar será en barco. Si es por tierra, será en tren, en coche, a caballo o con cualquier vehículo con ruedas,.. O sea que para poder acceder y movernos dentro de los distintos planos, precisaremos del vehículo adecuado al elemento que corresponda, tanto si estamos despiertos como dormidos, porque físicamente también experimentamos emociones, sentimientos y capacidad mental más o menos desarrollada, así que el desarrollo o su carencia también se hace evidente en nuestra forma de ser y de comunicarnos en nuestra vida de cada día.
Entonces si poseemos un cuerpo astral más o menos formado es prácticamente seguro que soñaremos, de la misma forma ocurrirá con el desarrollo de la mente. Así como los cuerpos de la personalidad nos los construyen los devas elementales, la construcción del cuerpo Egoico nos lo construye el Ángel solar. La construcción del vehículo Búdico la llevan a cabo entidades Angélicas de dicho plano de una elevadísima evolución espiritual, siendo los discípulos aceptados por el Maestro los que pueden empezar a utilizarlo si han desarrollado la intuición superior. ¿Qué ocurre cuando nos dormimos y nos trasladamos al plano astral?
Muchos seres humanos sueñan y aunque no lo recuerdan en todo su contenido algo les queda grabado, pero generalmente los olvidan al no hallarles sentido. Otras personas no recuerdan haber soñado, así como también las hay que fuera del plano físico no ven el color, sino que lo ven todo en blanco y negro.
¿Por qué estas diferencias.? En principio pueden existir limitaciones en el cerebro etérico que no permiten comunicar directamente las experiencias vividas al cerebro físico, ya sea por razones kármicas provenientes del pasado, por haber creado malos hábitos que perjudican la salud físico-etérica o por haber sufrido algún accidente, pero también puede ser debido a que la trama etérica que recubre el cerebro físico todavía no haya adquirido la suficiente permeabilidad, esto se debe al estado evolutivo alcanzado y entonces el hilo de la consciencia no permitirá que el cerebro físico retenga lo acaecido durante el sueño.

Cada ser humano es único en sus sueños y si se tiene conocimiento sobre el tema y uno se conoce a si mismo, al interpretar el sueño puede deducirse en que subplano nos hemos situado y hemos vivido tales experiencias.
Hay personas que viven algunos de sus sueños como simples espectadores, ven algo con lo cual ellos no participan, en cambio en otros sueños son los protagonistas y lo viven en primera persona, si dentro del mismo sueño son conscientes de estar soñando significa que son auto-conscientes en este plano. Son muchas y variadas las experiencias que pueden vivirse e indican tal continuidad . Pondremos un ejemplo: Soñamos que vamos a ver una obra teatral, nos sentamos en la butaca mirando de frente al escenario donde empiezan la representación. Al mismo tiempo estamos en el escenario, somos uno de los actores que interviene en la obra. No nos sorprendemos en absoluto, es lógico y normal que sea así. Estamos en dos lugares distintos al mismo tiempo viéndonos a nosotros mismos, observándonos como actuamos y actuando al mismo tiempo, siendo conscientes a la vez en ambas posiciones de ser nosotros mismos. No es fácil de explicar, pero tenemos que recordar que nos estamos moviendo en cuatro dimensiones, lo cual no es fácil imaginarlo cuando no se posee autoconsciencia astral.
Al despertar no tenemos la sensación de haberlo soñado sino de haberlo vivido. Cuanto más hayamos andado en el sendero evolutivo, más continuidad de consciencia experimentaremos, ya no será únicamente en los sueños sino que habrá una constante conexión en todos los niveles porque nuestros cuerpos estarán bien sincronizados y nuestra consciencia bien alineada con el cerebro etérico y el físico denso, de esta forma en cada plano superior que alcancemos se añadirá una nueva dimensión.
Para una persona corriente no existe gran diferencia entre la vida de cada día y lo que experimenta en el plano astral, pues allí siente y vive las mismas sensaciones y deseos que experimenta estando despierta. Y esto es lo que igualmente les ocurre a estas personas al fallecer, al penetrar en el plano astral no se dan cuenta de que han fallecido, ven una copia exacta del plano físico y siguen intentando vivir como lo habían hecho cuando estaban vivas como si nada hubiera cambiado.

Existen muchas clases de sueños, unos reflejan el estado psicológico, otros pueden ser premonitorios. También podemos haber recibido enseñanzas sobre algo superior relacionado con nuestra vida de servicio y evolución espiritual donde se enseña a hacer de auxiliares invisibles y como proteger a entidades de los diferentes reinos de la naturaleza, ya que cuando estamos preparados, en el plano astral podemos verlos. Se enseña como destruir egregores. Cómo protegernos de los ataques de las fuerzas oscuras, especialmente cuando irradiamos energías superiores y destacamos en el servicio, ya que para tales entidades representamos un peligro. Así mismo, si estamos preparados para llevar a cabo la Curación Esotérica, se nos enseñará la forma de invocar a los Devas. Nada de esto serán sueños, serán realidades vividas con plena consciencia, que iremos poniendo a la práctica a medida que prestemos servicio.
Probablemente muchos de vosotros habréis soñado con algún familiar u otro ser conocido que ha fallecido y quizás habréis mantenido una conversación con el/ella, aunque a no ser que se haya aprendido a diferenciar entre lo que es una persona real, de lo que es un cascarón astral, podéis equivocaros, pues esta alma quizás ya ha abandonado su vehículo astral para penetrar en el nivel superior o en el Devachan, pues a medida que ascendemos de un plano a otro (una vez fallecidos) vamos descartando los vehículos que hemos utilizado hasta el momento y entonces pueden ser ocupados por entidades no humanas que aprovechan la vibración y características que todavía desprende aquella forma y suplantar su personalidad mientras el vehículo no se descomponga. El plano astral está mucho más poblado que el plano físico. De ahí que en las aulas internas se enseñe a saber diferenciar entre los seres que lo habitan.
En el sueño nos podemos encontrar con almas que esperan que se les de entrada de nuevo al plano físico para reencarnar. Otras como hemos comentado anteriormente, habrán fallecido recientemente. Las habrá que esperan poder ascender más allá del plano astral, así como también nos podemos encontrar con seres humanos que estén soñando al igual que nosotros, entre ellos nuestros familiares más próximos. Esto refiriéndonos a almas humanas. Pero también en el plano astral existen entidades muy diversas que evolucionan en dicho plano, entre ellas a los devas astrales y en cada uno de los subplanos.
La mayoría de los sueños vividos en el plano mental, acostumbran a ser mensajes o experiencias de orden superior que deberían ser interpretadas como mínimo, simbólicamente. Podemos recibir algún mensaje del Maestro, si es así, entonces suele llegarnos telepáticamente o por vía intuitiva. Es la consciencia de los seres avanzados que al dormirse saben a donde se dirigen y viven la continuidad de consciencia durante las 24 horas del día.

Marta Parramon Elies.

Comentario
Siempre me ha fascinado el mundo de los sueños, desde joven me he preguntado su significado. Soy de las personas que recuerda muchos sueños, no todos y algunos muy raros, aunque tengo mucho que aprender sobre sus significados y origen.
Un fuerte abrazo

Respuesta
Desde muy jovencita a mi también me ha fascinado siempre el mundo de los sueños, al igual que todo aquello que me ha parecido misterioso y en lo cual he indagado y lo sigo haciendo, pues cuanto más descubres, más puertas ves delante de ti que esperan ser abiertas.
Adentrarnos en el mundo de los sueños es entrar en lo desconocido. En su interpretación interviene la mente, pero en gran parte es la capacidad intuitiva la que nos revela simbólicamente su significado.
Cuando desde muy antiguo los grandes filósofos decían que el hombre debe conocerse a sí mismo, no es porque sí. No se trata únicamente de conocer cuál es nuestro temperamento o nuestras actitudes personales frente a la vida, es mucho más que todo esto.
Existen sueños cuyo significado no es fruto del subconsciente, un significado que deberíamos indagar en nuestro interior, es aquí donde hallaremos todas las respuestas que están esperando ser descubiertas para revelarnos la verdadera causa de nuestra existencia.
Si recuerdas los sueños indica que posees continuidad de consciencia y este ya es un paso importante que te prepara para dar el próximo paso, la correcta interpretación. La forma como lo interpretes dependerá de los valores que predominen en tu vida y siempre reflejarán algo que tu ser interno está tratando de hacerte ver. Los sueños pueden no tener sentido para nosotros y a menudo según como están nuestros ánimos, no lo tienen, porque cuando nos dormimos nos estancamos en el inconsciente colectivo y al identificamos con lo que vemos allí al despertar no sabemos diferenciar nuestra realidad de la de este cúmulo de deseos y emociones que pueblan el espacio y que a menudo no se corresponden con lo que somos. De ahí la necesidad de conocernos a nosotros mismos, para saber diferenciar lo real de lo irreal.
Cuando queremos llegar a conseguir algo valioso nos tenemos que mover y empezar a andar hasta conseguirlo, si únicamente lo deseamos, pero no nos movemos, jamás lo lograremos. Estas son advertencias que a menudo nos llegan de los sueños, generalmente cuando nos sentimos frustrados, y sin embargo, no damos ni un solo paso para cambiar aquella situación.
Te pondré un ejemplo:
Podemos estar soñando que es de noche y vamos solos por una calle completamente solitaria y casi a oscuras. Sentimos miedo porque hemos oído unos pasos detrás de nosotros y pensamos que alguien nos persigue para hacernos daño. Cada vez lo tenemos más cerca y echamos a correr, pero tropezamos y nos caemos, queremos levantarnos y no podemos, queremos gritar para pedir auxilio y no nos sale la voz.”es angustiante”.
Al levantar los ojos vemos frente a nosotros a un hombre con mirada bondadosa que nos tiende su mano para ayudar a levantarnos. Nos transmite confianza y una paz que nos llena el corazón.
Una vez nos hemos levantado nos damos cuenta de que el hombre y el miedo han desaparecido y además se ha hecho de día.
Este sueño interpretado simbólicamente, te está diciendo que vives una etapa de tu vida en que te sientes sola y a oscuras, que crees que alguien o algo desconocido puede hacerte daño. Tu imaginación se desborda y el terror aumenta, quieres huir de algo que desconoces, pero el mismo miedo te paraliza. Sin embargo, cuando te sientes más atrapada, te ves obligada a mirar de frente a la causa de tus miedos y entonces descubres que lo que creías que para ti era un peligro es una bendición.
Los miedos son astrales, producto de la vida emocional del ser humano.
En vez de huir deberíamos mirar de frente lo que nos da miedo y no permitir que la imaginación se desbocara. Mientras huimos de los problemas nos estamos resistiendo a resolverlos y la angustia se hace eterna.
Todo tiene un significado simbólico y tendríamos que saberlo interpretar, no únicamente en los sueños, sino en cada cosa que vemos o nos ocurre cada día y estando despiertos.

Un fuerte abrazo.


La Teosofía en la Nueva Era !