La búsqueda interna y el sentimiento de soledad !

Todo ser humano llegado a cierta etapa evolutiva siente en su interior un llamado, una voz muy íntima que al principio no reconoce y, sin embargo, se deja guiar por ella. Es la voz de la consciencia que le invita a despertar..

Esta es la etapa del aspirante al discipulado avanzado que siente la inquietud interna de dar respuestas a las preguntas trascendentes que empieza a plantearse, y aunque él no es consciente de su estado evolutivo, con esta actitud da señal de haber entrado en el Sendero espiritual. No sabe que debe hacer para alcanzar el estado superior de consciencia del que hablan los libros, se llena de conocimientos esotéricos y exotéricos que hablan de ocultismo, pero aún no sabe diferenciar lo real de lo irreal.

Por los estudios que ha realizado imagina que el Alma lo va conduciendo, aunque él todavía no es consciente de su presencia. Duda de si está en el camino correcto, porque las personas que lo rodean no lo comprenden, lo quieren atraer hacia ellos y a sus tendencias superficiales, porque temen que su mente pierda el norte, no están interesadas en lo que él siente y además lo temen. Durante un tiempo cede a los requerimientos de los demás, volviendo a la forma de ser y de pensar de la persona común, que en parte parecía haber trascendido. Sin embargo, él ha despertado y no quiere volver atrás. Los intentos son cada vez más provechosos y su voluntad de persistir más firme, aunque se siente solo y rechazado incluso por aquellos que más ama, siendo su soledad cada vez mayor. Los demás lo ven como alguien extraño, fuera de lo normal, pues ya no responde tan ciegamente a la superficialidad de la persona común. Se siente aislado de los demás aún sin quererlo y esto ocurre porque sus valores han cambiado.

Él no lo sabe, pero internamente se le está poniendo a prueba y la crisis se precipita dentro y fuera de sí mismo.

Sigue sintiendo con fuerza el tirón del Alma y también el de la personalidad y la indecisión le hace sufrir porque se da cuenta de que se halla en una bifurcación del camino balanceándose de un extremo a otro, hasta que siente en su interior que debe decidir quien toma las riendas de su vida. Todavía no sabe con certeza el lugar que ocupa en la escala evolutiva, aunque lo presiente, porque se identifica con las enseñanzas que le hablan del camino del discípulo y del servicio, las cuales le están diciendo algo importante sobre el significado de las pruebas a que está siendo sometido.

En medio de una profunda crisis, cuando la presión es más fuerte, invoca al Alma en demanda de Luz para ver con claridad hacia dónde debe dirigir sus pasos. La respuesta le puede llegar de distintas direcciones y distinta forma, ya sea por medio de un pensamiento que le llega durante la meditación, por la conversación con alguien (que puede o no haber entrado en el sendero) pero que, sin embargo, lo que le dice despierta en el algo especial, o al abrir un libro donde halla la respuesta que necesita.

A partir de aquel momento sabe cuál es el próximo paso que debe dar. No ve todavía con claridad cuál es su Sendero ni el servicio que le corresponde realizar porque desconoce el Propósito de su Alma. La atracción que había sentido hacia la satisfacción de sus deseos personales va perdiendo fuerza rápidamente, ocupando su lugar las ansias de servir y compartir sus experiencias y conocimientos espirituales. Entonces encuentra al grupo sin necesidad de buscarlo, porque se ha producido un cambio en su orientación interna y cuando esto ocurre, se produce un cambio en su entorno, en las relaciones y en el propio carácter.

A medida que se relaciona con ambientes altruistas dedicados a servir, cada vez es más consciente del compromiso que ha adquirido con su Alma y con el grupo y aunque en su vida familiar y de relaciones aparente ser la misma persona, la distancia entre las consciencias es cada vez mayor y también su soledad, porque la gran mayoría de seres humanos con quien se relaciona no comprenden ni aceptan su creciente impersonalidad.

Ahora sabe que se ha convertido en un discípulo en probación, que forma parte de un grupo de Almas que sirven, contribuyendo a la realización del Plan que los Maestros tratan de llevar a cabo por medio de Sus discípulos.

Cuando el grupo se integra después de mucha disciplina personal y servicio, el Maestro sabe que puede confiar en ellos y entonces les asigna un servicio de responsabilidad, pero antes les dice;

"Ahora estáis más cerca de Mi corazón, pero todavía no podéis entrar en Él hasta que hayáis aprendido a estar en silencio. Si queréis acercaros a Mí deberéis demostrar que sabéis lo que significa el valor de la palabra. No únicamente de la palabra hablada, sino de la voz que surge de vuestros pensamientos y vuestros deseos"

La Palabra Creadora siempre debe ser precedida de un profundo Silencio, porque el discípulo que se está preparando para recibir la iniciación, debe convertirse en un mago consciente y la regla de la Magia es la Palabra.

Finalmente, les dice el Maestro, .

“Cuando hayáis aprendido a estar en silencio, escucharéis Mi Voz, pero no con vuestros oídos, sino, con vuestro corazón”

Marta Parramon Elies