*Sanat Kumara* ! La Venida del Señor del Mundo !

  

 

Empezaremos hablando de tiempos inmemoriales alternando hechos y acontecimientos de gran trascendencia espiritual que ocurrieron hace aproximadamente 20 millones de años y que marcaron la trayectoria que tiene que conducir a la perfección a todos los reinos de la naturaleza y a convertir la Tierra en un planeta sagrado.

Este es un tema muy complejo y difícil de comprender cuando no se ha desarrollado en profundidad la intuición superior, pues es muy fácil confundir la realidad que nos muestra la Sabiduría Eterna con la fantasía. Sin embargo trataremos de exponerlo de forma muy simplificada presentando una breve introducción de la forma más comprensible que sepamos. 
Si lo deseáis podéis ampliar la información en el libro: "La Doctrina Secreta" de H.P Blavatsky , en "Tratado sobre Fuego Cósmico" de Alice Bailey o en el libro de Vicente Beltrán Anglada sobre "Shamballa". 

Tal como acostumbramos a hacer aplicaremos la ley hermética de la analogía, a fin de que podamos comprender la estrecha relación que existe entre el macro y el microcosmos, pues nos regiremos por los mismos principios y las mismas Leyes divinas.

*

Escrito en los Archivos de la Gran Logia Blanca del planeta se cuenta que hace aproximadamente 20 millones de años, a que antes hemos aludido, se produjo una vinculación planetaria trascendente entre Venus, Júpiter y la Tierra, que iba a producir cambios sustanciales en la evolución de nuestro planeta. En el momento exacto en que los tres planetas  formaran un triángulo equilátero perfecto, sería el momento idóneo para que Sanat Kumara y Sus Discípulos (Los Señores de la Llama) y Sus acompañantes, descendieran a la Tierra.
Este acontecimiento planetario era observado atentamente por el Logos solar y centrando Su atención en activar la evolución planetaria, convocó a algunos de los esplendentes Seres que pertenecían a la cadena de Venus y  a otras Entidades espirituales que deberían constituir "La Gran Fraternidad Blanca del planeta Tierra"
Algunas de estas entidades, entre ellas el propio Sanat Kumara, habían alcanzado la novena iniciación Solar, la tercera Iniciación cósmica, conocida en términos jerárquicos como "Los Aprendices de Logos", éste es el grado místico más elevado que se puede alcanzar dentro de un esquema planetario.
Por razones kármicas ocultas que escapan a nuestra comprensión, Sanat Kumara está muy íntimamente vinculado desde tiempos remotos con el Logos planetario que Guía los destinos de la Tierra, por lo cual, era el Ser más idóneo para cumplir tal misión. Entonces se dispuso Su Venida, acompañado de Sus Discípulos y un selecto grupo de Entidades venusinas y angélicas.
Teniendo en cuenta que nuestra Tierra es el planeta más denso dentro del sistema solar, podemos hacernos una idea aproximada del gran sacrificio que realizó Sanat Kumara, (una Gran Entidad próxima a convertirse en Logos) al encarnar en los niveles físico-etéricos de la cadena terrestre al descender de niveles cósmicos de los cuales no tenemos ni la más mínima noción de su excelsitud y distancia evolutiva del reino humano.

El Logos planetario, análogamente (la Mónada espiritual del planetaria) iba a tomar forma físico-etérica a través de Sanat Kumara, el Señor del Mundo, que desde los Altos niveles logoicos dentro del sistema solar daba Vida y existencia a nuestro esquema terrestre, aunque no podía descender y tomar cuerpo físico denso debido a su propia evolución cósmica. 
Así pues, de acuerdo a la decisión del Logos solar fue designado Sanat Kumara, un exaltado Rishi, Maestro en el Arte de Crear.  
En un párrafo de los tratados más ocultos que se guardan celosamente en los Archivos de la Gran Fraternidad Blanca del planeta y a los cuales únicamente tienen acceso los iniciados se dice; 

" El Gran Kumara que debería regir los destinos de la Tierra, fue escogido de un grupo selecto de Hermanos, todos ellos Adeptos en la Gran Logia de Sirio"
Se habían ofrecido al Logos solar para someterse al gran sacrificio de la Encarnación. El Logos  designó a Sanat kumara como el más idóneo para el cumplimiento de la sagrada misión, observando la estrecha vinculación kármica que unía misteriosamente las vidas de Sanat Kumara con el Logos planetario del esquema terrestre.
Una vez decidida su Encarnación, Sanat Kumara el futuro Señor del Mundo, eligió a tres de sus más avanzados Discípulos a fin de que secundaran Su trabajo. También designó a un grupo de Entidades humanas y dévicas de Venus para que proporcionaran las condiciones necesarias e iniciales del contacto con la Tierra, de forma que fuera más idóneo el sistema de adaptación a la nueva situación material del planeta.
Estos Seres humanos y dévicos que iban a preparar Su Venida, tenían que señalar en el planeta, el punto más idóneo sobre el cual pudieran converger las energías magnéticas provenientes triángulo cósmico, de forma que les sirvieran de vehículo para poder descender y establecerse en la Tierra. 
Había un "lugar" extraordinariamente magnético sobre el planeta que reunía las condiciones más propicias, junto con dos puntos magnéticos menores, formando una réplica del gran Triángulo producido en el Cielo. Se trataba de una frondosa y paradisíaca isla rodeada de blancas montañas, que se elevaban sobre un mar tranquilo, muy parecido al Mediterráneo. Este "lugar" es el que la tradición antigua denomina.. *la Isla Sagrada o Isla Blanca*, situada en el Asia central donde se estableció el Gran Señor y que los tratados ocultos denominan ! Shamballa! cuya ubicación se sitúa en el desierto de Gobi.
Cabe recordar que Shamballa no se halla en el plano físico denso sino en los niveles etéricos. Vemos pues, que este gran acontecimiento fué una encarnación físico-etérica de Sanat Kumara y Sus excelsos acompañantes.  

Este conocimiento profundamente esotérico sobre la instauración de la Gran Fraternidad Blanca en el planeta, cuyos miembros más avanzados forman el Ashrama del Señor del Mundo en Shamballa, no hace mucho tiempo era un secreto iniciático, sin embargo hoy en día se considera que la presión de los tiempos ha preparado a un grupo de discípulos lo suficientemente avanzados para que puedan ir desvelando sus Misterios y dar a conocer al mundo el Reino de Dios.  

                                                        Marta Parramon