domingo, 20 de septiembre de 2020

La Alquimia de la Geometría.

 


La ciencia moderna en sus avances científicos está introduciendo a la humanidad en zonas antes ocultas e insospechadas para los científicos del pasado.

Sabemos que el universo está regido por las matemáticas y que todo cuanto existe en la creación, desde las galaxias más lejanas hasta el ser humano que somos una minúscula parte e incluso el átomo, formamos parte de este gran Todo. Desde el macro hasta el microcosmos nos hallamos dentro de un gran sistema de características fractales evolucionando en el tiempo sumergidos en el espacio.

Benoid Mandelbrot fue quien expuso por primera vez la teoría fractal. Es a partir de este descubrimiento que podemos conocer que existen los arquetipos de la creación, algo que está más allá de las formas aparentes y del movimiento constante de la naturaleza y su multiplicación fractal. Todas las formas de la Naturaleza forman parte de la geometría fractal, incluso aquello que pueda parecernos más insignificante y extraño.
Cuando un ser humano crea imágenes fractales se adentra en la geometría, cada persona proyecta su propia creatividad haciendo combinaciones geométricas hasta que se identifica con las imágenes que va formando, haciéndole sentir dentro de sí algo especial al ver aparecer ante sus ojos imágenes a veces increíbles que interpreta según su inclinación y estado de consciencia.
De esta maravillosa combinación entre arte y ciencia es posible extraer del Depósito Universal de Energía formas de todos los reinos gravados en los éteres, pudiendo ser del presente o de un remoto pasado quizás de civilizaciones perdidas y también entidades del mundo espiritual, además de muchas otras formas y muy variadas.
En realidad al crear fractales surge lo que atraemos según nuestro estado de ánimo u orientación personal y espiritual. Cuando se pone gran atención al hacerlos, generalmente no se tiene intención de crear nada en concreto, tan solo se está atento a lo que va surgiendo al manipular las formas geométricas.
En la atención desaparece todo a nuestro alrededor, incluso la mente deja de pensar. Viene a ser como estar en meditación.
Esto no significa que a todas las personas que se dedican a crearlos lo vivan de la misma forma ni lo interpreten como lo haría otra, porque cada cual se siente atraído o identificado con aquello que va con su forma de ser.
Lo que sí es innegable es que el arte fractal estimula la creatividad y que la consciencia se ve reflejada en nuestras creaciones.
El nuevo arte y la nueva ciencia" corazón y mente" se unen para dar a conocer la belleza de la creación

Marta Parramon Elies

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