viernes, 13 de septiembre de 2019

El discípulo y la responsabilidad!



(Traducción del Catalán al Español publicado en audio en el blog "La Teosofía en la Nueva Era"  el  31/01/16)

Reunión grupal en la Asociación de Amigos de la India de Barcelona, Catalunya (España) 1995


Siguiendo con el estudio sobre el trabajo grupal que estamos llevando a cabo, hoy trataremos sobre como afecta a los demás el conocimiento que les transmitimos por medio de la enseñanza y muy especialmente con nuestra actitud ya sea en nuestras relaciones familiares o sociales.
Cuando estamos bien integrados grupalmente todo cuanto hagamos o dejemos de hacer afectará al conjunto y aunque tengamos que prestar un servicio individualmente, la energía del grupo siempre estará presente en nosotros formando parte del servicio. Esta sensibilidad y capacidad de comunicación interna grupal se produce cuando las consciencias se hayan fundido en Una.  

Hemos hablado en diversidad de ocasiones que el conocimiento es necesario, la mente concreta lo necesita para irse formando en sus valores, para aprender a discernir y a separar lo útil de lo inútil, para tener la oportunidad de hacernos preguntas sobre el significado profundo de las cosas y hallar por nosotros mismos las respuestas que yacen ocultas en nuestro interior. También para conocernos a nosotros mismos, a la humanidad y a todo cuanto nos rodea, pues como hemos repetido en varias ocasiones todo lo que  vemos o percibimos con nuestros sentidos físicos, emocionales y mentales no son más que símbolos, vestiduras que esconden realidades internas.
Cuando la mente concreta se expande y penetra en lo abstracto descubrimos algo que siempre ha existido, siempre ha estado presente y sin embargo la mente concreta por si misma no nos permitía ver ni comprender su causa. 

Cuando tomamos la decisión de ayudar a liberar a la humanidad de su ignorancia para despertar aquella semilla divina que todos llevamos dentro, generalmente nos lanzamos a prestar servicio con unas ansias enormes de ser útiles, de servir para construir una nueva consciencia mundial. Esta decisión es muy buena señal, pero no hay que precipitarse, es mejor..."ir sin prisas pero sin pausa". 
Dejarnos llevar por un corazón amoroso abierto y compasivo y una mente despierta. Cuando estemos preparados internamente para servir  al Maestro, el servicio se presentará ante nosotros sin necesidad de buscarlo, ni siquiera nos tendremos que preguntar... qué debo hacer? 

Al cabo de un cierto tiempo después de haberos introducido en los estudios esotéricos habréis adquirido una nueva y mayor comprensión de la realidad que hay detrás de los conocimientos, porqué vuestra consciencia se habrá expandido e iluminado. 
A medida que se avanza en el Sendero cambia la perspectiva y la comprensión de lo que significa ser espiritual, porqué nos situamos fuera de nosotros mismos para fundirnos con la totalidad. Entonces os daréis cuenta que lo que va a cambiar al mundo en sentido positivo no serán los conocimientos sino la radiación emitida por los seres que aman verdaderamente  y lo demuestran  con su ejemplo. 
Las palabras que puedan salir de vuestros labios o la enseñanza que podáis impartir pueden hacer reflexionar a las personas que están buscando la liberación, pero lo que revelará al Ser interno no serán las palabras sino lo que despierten en su interior. Esto es lo importante y esta es la forma como nos vamos descubriendo a nosotros mismos,  cual es nuestro origen y cual nuestro destino.
En múltiples ocasiones lo hemos repetido...debemos conocernos a nosotros mismos si queremos ser conscientes de  de todo cuanto nos rodea y ver con nitidez la realidad de las consciencias que evolucionan detrás de las formas.  

Un ejemplo nos puede servir para darnos cuenta de lo equivocados que podemos estar cuando al observar juzgamos al mundo: 
Quien posee clarividencia y puede ver las auras, al observarlas ve a la persona envuelta de la energía que desprende su cuerpo etérico, lo cual le revela el nivel de consciencia. Generalmente hay un color que predomina, puede ser el del cuerpo astral, el de la personalidad o el de su Alma. 
Las auras cambian de color y transparencia según los estados de ánimo que posea el individuo a cada momento. Hay un color que generalmente predomina en las personas corrientes y es el de su cuerpo astral al estar focalizados en su vida de deseos. En personas intelectuales  cuya vida de deseos aún predomina bastante se produce un efecto doble denominado (kama-manas) deseo y mente fusionados, una mezcla de colores no definidos.  
Quienes tienen su conciencia centrada en niveles superiores  como supondréis tienen un aura mucho más expandida y luminosa. Sin embargo en épocas de grandes crisis aún siendo seres avanzados, en sus auras pueden observarse  trastornos en el color y la transparencia, aunque sea algo puntual y no permanente como en la humanidad menos avanzada.  

Esto os lo he explicado porqué aunque no veáis las auras  estamos envueltos y compenetrados por ellas y cuando miramos fuera de nosotros siempre lo hacemos a través de la  propia. O sea, que lo que observamos no es la auténtica realidad sino que la vemos matizada o teñida por el color de nuestra propia consciencia. Podemos decir que en lo observado estamos viendo una parte de nosotros mismos.
Sin embargo cuando nos conocemos bien y dominamos nuestra personalidad sabiendo a cada instante de que cuerpo surgen nuestras reacciones frente a los acontecimientos, entonces podremos empezar a conocernos a nosotros mismos y al observar al mundo sabremos diferenciar lo que nos es propio y lo que no.
Nuestra forma de observar cambiará sensiblemente, ya no juzgaremos como lo hacíamos antes porqué sabremos que al hacerlo, en parte nos estamos juzgando a nosotros mismos. 

Centrándonos en la humanidad común, es evidente que en la gran mayoría predomina su vida de deseos, el plexo solar está excesivamente congestionado por las energías que retiene, y la mente que debería discernir y discriminar, lo cual los convertiría en seres independientes de las influencias establecidas por una sociedad de deseo insaciable, se convierten en esclavos de si mismos sin darse cuenta.
Cuando os dediqueis a servir y hayais alcanzado cierto grado de sensibilidad espiritual tened muy en cuenta que no todas las personas que están viviendo crisis de tipo emocional pertenecen a la gran masa humana. Os daréis cuenta de la diferencia por su capacidad de amar y de servir y también por su intelecto desarrollado. Es posible que se trate de un discípulo en probación que esté pasando por las pruebas de la 2ª Iniciación. 

Estamos inmersos en una época trascendente en que nos vemos forzados a vivir cambios radicales en nuestras vidas y aunque de momento nos parezcan negativos son necesarios para poder implantar la nueva consciencia mundial y el Nuevo Orden que ha de inaugurar la era de Acuario. 
A medida que pasen las décadas la humanidad será más consciente y reconocerá a las Almas pertenecientes a la Jerarquía que ya están encarnando desde hace mucho tiempo para instaurarse de nuevo físicamente en el planeta y así preparar una Nueva Tierra para la Venida del Instructor del mundo.  

Los grupos de seres humanos"almas"que contribuyen a despertar las consciencias para introducirlas bajo la influencia de la nueva era tienen una gran responsabilidad que cumplir. No son momentos para relajarse y decir: cuando acaben nuestros problemas personales nos pondremos a servir, pues la vida en este planeta es kármica y hasta que no nos hayamos liberado de la oscuridad que envuelve gran parte del planeta seguiremos teniendo problemas que resolver. 
La vida del servidor mundial no es nada fácil porqué debe "vivir en el mundo sin ser del mundo" pero el Amor y la Compasión que siente un discípulo por los seres que sufren y la ignorancia que padece un gran sector de la humanidad no puede dejarnos indiferentes.   

 
 
Marta Parramon

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