lunes, 11 de febrero de 2019

El camino del aspirante espiritual y los elementos!



(Traducción del Catalán al Español publicado en audio en el bloc de "La Teosofía en la Nueva Era" el 17/11/17)

Conferencia a cargo de Marta Parramon en la Asociación de Amigos de la India de Barcelona, Catalunya (España) 2001


Últimamente hemos tratado el tema de los Ángeles, de las fuerzas ocultas de la Naturaleza y del ser humano, siendo éste el que tiene la misión de conducir a la perfección a los demás reinos de la Naturaleza.
En realidad esta cosa tan maravillosa como es la Naturaleza no es más que la manifestación densa del Espíritu, o sea, la  Materia, la cual está constituida de todos los elementos con que los devas  constructores moldearán las formas.
La evolución consiste en la expansión de consciencia de todos los seres creados pues siendo universal la consciencia  todo se reproduce de forma similar desde lo pequeño hasta  lo más grande. 

Generalmente, incluso entre los estudiantes esotéricos existe la creencia de que únicamente posee consciencia el ser humano, sin embargo no es así. Toda entidad que vive y evoluciona en nuestro sistema posee un tipo y grado de consciencia, sino no evolucionaría.  

Todo cuanto existe tiene vida. Observad los elementos, el aire, el fuego, el agua, la tierra, en sus distintas manifestaciones, todo son entidades elementales y además forman parte de nuestros cuerpos. Existe otro elemento superior y es el éter, el quinto elemento, el que nos compenetra, nos vitaliza y hace de conductor de las energías que permiten llevar a cabo la evolución planetaria.

Cuando surge en nuestro interior las ansias de investigar,  cuando buscamos la respuesta a preguntas que no hallamos en las enseñanzas que hemos recibido, empezamos a indagar en los misterios que para nosotros todavía permanecen ocultos. Pero cuando llega el momento  en que estamos preparados descubrimos algo nuevo y de suma importancia, es entonces cuando se presenta ante nosotros un inmenso campo de investigación porqué nos hemos iniciado en una nueva etapa del camino que nos ha abierto la visión interna a un estado de consciencia superior.

Llegados a este punto en  las escuelas internas donde nos dirigimos por la noche cuando nos dormimos, se nos instruye sobre la influencia que ejercen sobre nuestras tendencias personales los devas elementales, especialmente los del plano astral porqué es el cuerpo más activo en esta etapa en la vida del aspirante. Ellos constituyen la materia  de nuestros cuerpos y se manifiestan a través de la personalidad cuando todavía no es el Alma quien dirige nuestras vidas. 
Sabiendo que los cuatro elementos forman parte de nuestros cuerpos, físico, etérico, astral y mental concreto, podemos entender el porqué se nos enseña a conocer a este reino elemental, puesto que conocerlo significa conocer nuestras tendencias personales.

Cuando en las enseñanzas esotéricas se aconseja al estudiante que debe conocerse a sí mismo, no se trata únicamente de conocernos como Almas encarnadas en cuerpos físicos, aunque esta es la meta. Sino que lo primero consiste en conocer a las entidades a las cuales hemos estado alimentando con nuestras tendencias materiales y han ido construyendo nuestros cuerpos dándoles más consistencia y poder. Ellos gobiernan nuestras vidas hasta que el Yo superior - que somos nosotros mismos- podemos tomar posesión de ellos y mostrar en el plano físico nuestra naturaleza divina.  
Conocer a los elementales y su naturaleza nos permite conocernos a nosotros mismos y la forma como hacerlos sumisos a las decisiones superiores que fluyen de la propia Alma.

El ser humano y los devas evolucionan conjuntamente, cuando el hombre tiene una idea les proporciona material para construir una forma de deseo, un pensamiento o de palabras y los devas que son la energía, acuden para darles forma y concretarlo.  El deva es el constructor y el ser humano el creador, cada cual siguiendo la evolución de su propio reino, sin embargo nos mantenemos en estrecha colaboración desde el principio de la evolución hasta la total liberación de ambas partes. Si no existiera este dualidad y mutua  colaboración la creación no podría manifestarse tal como la conocemos.
A medida que el ser humano evoluciona las energías que proporcionamos a los elementales son más puras y de mayor cualidad. De esta forma los devas constructores evolucionan a la par del hombre porqué las formas que construyen son más perfectas.

Así pues, durante el largo tiempo evolutivo desde que el aspirante se inicia en el camino espiritual hasta llegar al discipulado consciente, deberá aprender a conocer a los elementales de sus cuerpos.  A partir de aquí empezará a descubrir su propia esencia y se dará cuenta que El no es los cuerpos que le han permitido formar su personalidad sino que está muy por encima, los cuerpos tan sólo son
vestiduras que utiliza como Alma encarnada en una forma material a fin de contribuir a elevar la consciencia elemental y redimirla. 
El Alma es la Embajadora del Espíritu y los Devas elementales son la Materia. 

Cuando el aspirante se convierta en discípulo aceptado por el Maestro y haya consagrado su vida al servicio recibirá la 2ª Iniciación. Esto indicará que su vida de deseos astral está controlada.Ya no serán los elementales astrales los que controlarán su vida sino que será su mente superior dirigida por el amor de su corazón, las energías del plexo solar serán elevadas al corazón. 
A partir de entonces será el Alma quien se manifieste a través de la personalidad y no los elementales físico y astral.
Aún quedará el elemental del cuerpo mental que dominará con gran fuerza la vida del discípulo iniciado hasta llegar a la 3ª Iniciación. Sin embargo aquella personalidad ya no será la manifestación egoísta de la personalidad humana  sino que la mente superior unida al corazón le abrirá de par en par las puertas de la intuición y del reino de las Almas liberadas.

Marta Parramon

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