(Traducción del Catalán al Español publicada en audio en este blog el 19/1/2014 )
Conferencia
a cargo de Marta Parraron
en
la Biblioteca Arús
de
Barcelona, Catalunya
(España)
13/10/2011
Querer
describir con palabras aquello que no tiene forma no es tarea fácil
porque
las
palabras tan solo
son
formas que ocultan la realidad interna.
Para
comprender el valor oculto de las cosas tendremos que ser muy
observadores de las formas de la Naturaleza, aunque no únicamente de
las formas físicas,
sino
también del mundo de los pensamientos y los deseos.
Cuando
hablamos de lo oculto estamos tratando de describir los aspectos
internos de la Creación de los cuales todavía no somos conscientes.
Las formas físicas, emocionales y mentales pertenecen a la materia,
incluso un perfume, un color, una nota musical que no tienen forma,
pero
que,
sin embargo,
son
perceptibles a nuestros sentidos físicos, siguen siendo formas.
Se
trata de llegar a ser conscientes de que detrás de las formas de
todos los reinos existe una Vida. Una Vida que lo compenetra todo e
impulsa la evolución en todo el sistema.
Al
hablar del alma generalmente lo hacemos en sentido de propiedad,
decimos mi alma o tu alma. En realidad,
el
Alma es Una y en el proceso de encarnar en las formas se divide a sí
misma
en infinidad de chispas de fuego, que al igual que semillas, son
introducidas en la mente instintiva del hombre-animal para producir
la individualización.
Al
paso de largo tiempo estas semillas germinarán e irán manifestando
su propia naturaleza al desarrollar el principio mental.
Cada
una de estas chispas penetra en una forma, que el Alma utilizará a
fin de llegar a ser plenamente consciente en la vida de los tres
mundos, el aspecto más denso y más concreto de la creación.
Al
hablar del espíritu y la materia,
nuestra
mente concreta está dividiendo lo indivisible y aunque la evolución
se desenvuelve en la dualidad,
deberíamos
recordar lo que H.P. Blavatsky
decía:
"La
materia es Espíritu en su nivel más sutil y elevado y el Espíritu
es materia en su manifestación más densa y concreta", por lo
cual, únicamente existe la Unidad,
manifestándose
en una infinita diversidad de formas y en distintas frecuencias
vibratorias.
Durante
el largo caminar evolutivo,
el
ser humano ha creado infinidad de formas en sus distintos niveles de
consciencia. Una civilización, una cultura y todo cuanto se
desarrolle en ella es obra del ser humano. Entonces podemos afirmar
que la analogía puede ser aplicada entre el Creador y el hombre,
pues así como el Logos crea a Su imagen y semejanza, el ser humano
en su propio nivel hace lo mismo, pues siendo nosotros una de Sus
creaciones, somos dioses en potencia, aunque en general,
inconscientes.
Cuando
el ser humano ha desarrollado la mente concreta a niveles avanzados y
tiene la capacidad de visualizar correctamente la forma mental que ha
proyectado al espacio, con el tiempo los devas constructores lo
llegarán a concretar; sin embargo,
detrás
de cualquier forma siempre habrá la entidad angélica que la ha
construido y la vivifica, siendo su vibración idéntica al nivel de
consciencia del ser que la ha creado
con
el pensamiento.
Al
introducirnos en lo oculto no podemos dejar de investigar sobre el
Propósito del Creador, un propósito que está muy por encima y más
allá del Plan evolutivo que los grandes Maestros llevan a cabo por
medio de Sus discípulos.
El
Logos decide manifestarse a través de las formas a fin de llegar a
ser plenamente consciente de Su creación, desde los planos más
sutiles hasta los más densos, naciendo la Consciencia al producir la
fusión entre Espíritu y materia.
Cuando
nuestra mente se enfoca en la cualidad que ocultan las formas y no en
la apariencia, se está introduciendo en lo oculto. El contacto con
el Alma o Yo superior, que puede experimentar de vez en cuando el
aspirante espiritual, le produce un relámpago de intuición y en
este instante su mente superior se ilumina, revelándole algo de lo
cual hasta aquel instante no era consciente, En el plano de la
intuición no existen las formas, aunque la mente concreta intentará
darle forma para comprender su significado.
Cuando
hablamos de las causas internas, estamos hablando de los niveles del
alma. Si somos impersonales significa que estamos practicando el
olvido de nosotros mismos, no en el sentido de rechazar y reprimir la
naturaleza física, emocional o mental, no se trata de esto, se trata
de cultivar los valores superiores, pensar y actuar en términos de
humanidad y no permitir que el egoísmo marque la pauta de nuestras
vidas.
Cuando
un ser humano siente el Amor, no únicamente por sus familiares y
personas queridas, sino que surge de su corazón como algo natural y
espontáneo, entonces sabe que el Amor está en todo, lo es todo, él
es Amor y al mismo tiempo está dentro y fuera de sí mismo. El Amor
no es un sentimiento, es un estado del Ser que lo incluye todo y, sin
embargo, no retiene nada.
Una
vez se ha llegado a este estado de consciencia significa que el Alma
ha tomado posesión de sus vehículos y a partir de entonces servirá
desinteresadamente al Plan del Creador, a su Maestro y a la
Jerarquía.
En
estos momentos de grandes crisis mundiales la mayoría de seres
humanos tan solo percibe la oscuridad y esto es debido a que
únicamente se ve la forma, los efectos de unas causas internas.
Sin
embargo, existen en el mundo muchos grupos de discípulos y
aspirantes que están sirviendo al Propósito de los Maestros,
tratando de materializar el Plan del Señor del Mundo, pudiendo ser
aplicada aquella frase de;
!
Hacer
descender el Cielo a la Tierra!.
¿Nos
hemos preguntado alguna vez la causa de tantas cosas cotidianas, que
por ser tan evidentes nos pasan desapercibidas?.
Existen
dos preguntas que sería interesante formularse y que son de gran
trascendencia, porque atañen a todo ser viviente: ¿el porqué de la
vida? Y el porqué de la muerte?
¿Quién
soy yo realmente? Si yo no soy estos cuerpos que tan solo son
formas, si estos vehículos que utilizo no son la causa real,
entonces ¿Quién soy yo?.
Cuando
vivimos épocas de oscuridad, de pruebas que nos hacen sufrir, nos
parece que hemos retrocedido en el camino que nos estaba conduciendo
a la luz. Sin embargo, esta oscuridad es aparente, es una oscuridad
de la personalidad, ya que el Alma no tiene conflictos. Llega una
etapa en que el Alma necesita que la vibración de sus vehículos
aumente en intensidad, pero para que se produzca deberán ser
liberadas gran cantidad de células y átomos de vibración inferior,
estas células están impregnadas de los estados de consciencia del
individuo que mantienen una parte de nuestro ser en la oscuridad y no
nos permiten manifestarnos plenamente como almas.
Cuando
logramos salir de la crisis vuelve la Luz a nuestra consciencia y
quizás con un nuevo y mayor resplandor, pues las crisis nos han
abierto la consciencia a una comprensión superior y la oscuridad ha
sido substituida por células de luz procedentes del plano búdico.
De esta forma, la radiación y la Luz aumentan significativamente
porque nuestra consciencia se ha expandido. En las etapas en que a
nuestra personalidad le parece estar en un pozo sin salida, - aunque
no seamos conscientes de ello, - el alma sigue recibiendo enseñanzas
en las aulas internas y la consciencia sigue progresando en sentido
ascendente.
Cuando
ocurre una desgracia a un amigo o a cierto sector de la humanidad, es
natural que lo compadezcamos, aunque seguramente no nos afectará
gravemente. Pero en el momento en que pensamos: si esto ocurriera a
mis hijos o a cualquier otro ser querido, sería terrible
verdad?).
En
estos momentos nos damos cuenta de que cuando nos ponemos en el lugar
de los demás somos más capaces de comprender el sufrimiento de la
humanidad, porque sentimos el dolor del mundo como propio. Entonces
empezamos a sentirnos más integrados con el género humano y en
nuestra consciencia superior surge la comprensión de la existencia
de los lazos que siempre nos han unido a ella. Todos sufrimos, todos
amamos, todos tenemos ilusiones y buscamos la felicidad, aunque
también podemos ser crueles en ciertas circunstancias.
Formamos
parte de una unidad que es la Humanidad, somos el reino de la
Naturaleza que se ha individualizado para desarrollar la mente. Pero
por si sola, cuando el amor no se ha desarrollado a la par, la mente
es egoísta y en vez de unir separa. Separados, lo estamos
externamente como personalidades, pero internamente formamos una sola
unidad.
Estamos
intentando ver la realidad, las causas de las cosas, lo interno y es
en estas causas que los grupos orientados al servicio, las
organizaciones humanitarias o los seres humanos individualmente
tienen puesta su consciencia, con la finalidad de servir a una causa
justa y en despertar las consciencias que todavía están
adormecidas.
Cuando
se forman grupos el servicio es mucho más efectivo que si se presta
individualmente. Cada uno de nosotros lleva su propia lamparilla para
iluminar el camino,
sin embargo,
cuando
se unen muchas lamparillas se crea un gran resplandor. Simbólicamente
ésta
es
la Luz del Alma grupal
cuya
potencia atrae la atención del Maestro y la utiliza como canal de
energías superiores que habrán de preparar al mundo para la
Reaparición de Cristo.
Gracias Marta por esta nueva traducción de una de tus conferencias. El esfuerzo realizado será muy útil para los hispano parlantes interesados en estos temas.
ResponderEliminarLa unión hace la fuerza.
Un fuerte abrazo
Las gracias te las tengo que dar yo a ti Dani por tu interés y apaoyo constantes.
EliminarEs cierto, ! La unión hace la fuerza !
Aunque físicamente no nos conocemos con los amigos que seguis estas enseñanzas, internamente estamos unidos por un mismo objetivo; conocer las leyes ocultas de la Naturaleza, conocernos a nosotros mismos y contribuir al bien de la humanidad .
Un fuerte abrazo
Muchas gracias Marta por esta primera parte de tu conferencia. Siempre viene bien repasar estos temas con las palabras de otra persona, siempre viene bien y alegra el alma :)
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y voy a por la segunda parte.
Gracias Marcos,
ResponderEliminarA mi también me alegra el alma tenerte por aquí .
Un fuerte abrazo
Para poder comprender lo que hay detrás de la forma hay que meterse en su núcleo vibracial... En su célula madre y observarvar los milagros que se producen.
ResponderEliminarUn Abrazo.
Para desvelar lo que las formas ocultan hay que abrir el corazón de par en par.
ResponderEliminarEs de aquí de dónde surge la comprensión de lo verdadero, con la mente no es suficiente, aunque a su debido tiempo no diré que no sea necesario desarrollarla.
Al principio vemos las formas, luego intentamos hallar el alma de las cosas en su interior, pero hay un más allá, y este más allá es la Mónada, el verdadero Ser que somos en esencia, y a éste Ser le damos el nombre de ! Vida !.
Un fuerte abrazo