El número 4, el Centro de Equilibrio !

Desde hace tiempo los discípulos en probación y aspirantes avanzados están siendo entrenados internamente en la práctica del Agni Yoga tratando de incorporar en sus vidas la consciencia acuariana, a fin de trascender lo que les resta de aquellas tendencias devocionales de 6º Rayo que caracterizaron la era de Piscis e inclinaron e inclinan todavía a un gran sector de la humanidad hacia el deseo desmesurado y al fanatismo religioso, (o de otra índole), a los dogmas y a la devoción ciega hacia todo aquello que les brinde seguridad, interfiriendo con sus apegos al avance planetario y a la fraternidad mundial que ha de dar vida a la nueva era.

El ser humano que practica Agni Yoga está aprendiendo a vivir y a dar respuesta al presente inmediato de instante en instante y a sintetizar su mente y su corazón en lo esencial de la existencia. Ha construido el Antakarana, lo cual significa que desde su corazón está alcanzando el plano Budico, el plano de la Unidad, la Intuición y la Razón pura, donde la mente concreta e intelectual no tiene cabida. En los subplanos inferiores desarrolló la personalidad por medio de la mente concreta, mezclándose en un principio con la consciencia astral, produciendo aquel estado que esotéricamente definimos como kama-manas. Sin embargo, nosotros sabemos que nuestro universo es septenario, por lo cual, existe un 4º plano, el Búdico, el punto central o intermedio entre los cuatro inferiores y los tres superiores. Budi pertenece a la Triada Espiritual, la cual está formada por los vehículos que utiliza la Mónada para manifestarse. A una octava superior, viene a ejercer una función similar a la que realizan los vehículos de la personalidad. Atma es = al cuerpo mental... Budhi = al cuerpo astral y Manas,= al cuerpo físico. Por correspondencia con el n.º 4, el plano Búdico está estrechamente vinculado con el plano astral en la vida de la personalidad humana. De ahí que a algunos místicos del pasado cuyo cuerpo mental no estaba formado, aunque si despierto su corazón, su consciencia astral era sublimada de tal forma que accedían directamente (sin pasar por el plano mental) a algún subplano del plano Búdico, siendo considerada su consciencia “astral-búdica”. Sin embargo, en alguna de sus posteriores reencarnaciones estos discípulos tendrán que desarrollar su cuerpo mental a fin de poder acceder a los niveles de Manas donde mora el Alma y así liberarse del reino humano. Todo cuanto esté relacionado esotéricamente con el n.º 4, está vinculado al plano Búdico y al Centro Cardíaco Solar, planetario o humano. La finalidad que persigue el discípulo iniciado que ha desarrollado la intuición, (lo cual significa que ha accedido a algún nivel del plano Búdico), consiste en unir el Espíritu con la materia, re-unificar la dualidad inherente en este universo y hallar aquel estado de paz y equilibrio dentro de su corazón donde los opuestos se unifican al recibir la 4ª Iniciación, alcanzando la plena Consciencia de Unidad Universal y la Liberación del 4º reino.
Agni Yoga es el 4º yoga, el que la humanidad avanzada tendrá que desenvolver en las etapas finales de su desarrollo a medida que la sexta raza vaya apareciendo en el planeta.
Todo septenario posee un centro de equilibrio que siempre se corresponde con el cuarto nivel o nº 4. Agni Yoga pertenece por derecho de jerarquía espiritual al 4º Reino, el Humano, cuya misión divina consiste en convertirse en Mercurio, el "Mensajero de los Dioses" haciendo de puente de unión entre los reinos sub humanos y los reinos superiores.
El chacra cardíaco es el 4º dentro de un sistema de siete chacras. Es el asiento del Amor- Sabiduría, que sintetizará la consciencia humana al final de esta 4ª ronda.
Agni Yoga se asienta en el corazón, es de aquí de donde surge la intuición y la consciencia monádica, siendo el motor que mueve las energías, distribuyendo la Vida por todo el cuerpo a través de la sangre. Por analogía lo podemos relacionar con la misma función que realiza nuestro Logos solar al expandir Su Vida por todo el sistema.
La 4ª Iniciación, en que el ser humano se libera de las ataduras de la materia para entrar en el 5º Reino como un Alma liberada.
El 4º Rayo, de entre los 7, es de importancia capital para impulsar la evolución del cuarto reino, el humano. Representa el centro de equilibrio entre la razón y el amor. Sin embargo no podemos llegar a este punto central de perfecta armonía sin haber pasado antes por el conflicto inherente en la vida de los tres mundos: físico, emocional y mental concreto. La Tierra es un planeta de 4º orden.
La 4ª Jerarquía Creadora de Mónadas humanas.
La 4ª ronda planetaria.
Podemos hallar correspondencias con los 7 colores del espectro solar. Con las 7 notas musicales y con los 7 días de la semana. En todo podemos hallar un significado oculto y espiritual, pero para ello tendremos que ser muy observadores y ver más allá de las apariencias. Todas las correspondencias que podamos hallar sobre el nº 4, nos conducirán a Agni Yoga y al centro mismo de nuestro corazón.
Saber aplicar la analogía desarrolla la intuición y nos da una comprensión mucho más amplia de la relación que existe entre el macro y el micro cosmos. Las respuests que se hallan más allá de la forma no pueden ser halladas por razonamientos mentales, sino por vía intuitiva.
La consciencia mística y devocional que el aspirante cultivó en el pasado ha sido trascendida con la práctica del Raja Yoga. Este nuevo estado de consciencia mental también quedará relegada al pasado cuando se inicie en el camino de evolución superior con la práctica de Agni Yoga, el Yoga de la Nueva Era.
A partir de entonces todo cuanto el ser humano inicie en su vida se habrá gestado en su corazón.

Marta Parramon Elies