Al recordar eternizamos el karma ! 2ª parte

Recordar  hechos y circunstancias de un pasado reciente o lejano nos lleva a prolongar el karma  de  forma interminable y no se trata únicamente de atraer un recuerdo a nuestra mente sino que al hablar de ello hacemos retornar el pasado al presente.

Todo cuanto existe se origina en la mente ya sea logoica o humana. Al expresar una idea  en palabras la precipitamos a la encarnación y a su exteriorización concreta. Somos magos inconscientes de nuestro poder. 

Sabemos que la energía (los devas consctructores) sigue al pensamiento y que todas nuestras acciones pasadas están escritas en el inconsciente colectivo como formas mentales, algunas de ellas con un enorme poder por el hecho de que las estamos vitalizando constantemente al recordarlas.

Observemos al mundo, al país donde hemos nacido, al pueblo o a la familia con quienes nos ha tocado compartir el karma en esta encarnación.  

¿Nos hemos dado cuenta que somos el fruto del pasado,?  que todo cuanto la humanidad hemos llegado a ser es el producto de nuestros pensamientos y acciones anteriores?

¿Porqué existen de forma interminable tantas fricciones entre pueblos y naciones o entre los seres humanos

individualmente, acaso no es porqué estamos trayendo a la memoria de forma continuada lo que ocurrió en un pasado cercano o lejano?.

Seamos o no conscientes de ello nos negamos a abandonar los resentimientos y el odio que nos unieron a otros seres desde tiempos inmemoriales. Esta actitud negativa en vez de ser  trascendida atrae cada vez con más fuerza a estas formas mentales a quienes nosotros mismos les hemos dado vida. Son entidades, formas psíquicas negativas que se precipitan con un enorme poder sobre el planeta y hacen que se repitan una y otra vez las mismas circunstancias vividas en un lejano pasado y esta actitud nos ata a la Tierra durante millones de años.  

Si aprendiéramos a vivir olvidando el pasado habiendo asimilado sus lecciones y empezáramos a hacernos responsables de la parte que nos corresponde como seres humanos de buena voluntad, las relaciones correctas en este mundo serían inevitables.   

¿Porqué la evolución de la gran masa humana es tan sumamente lenta? 

Podríamos dar respuesta a muchos de estos interrogantes y siempre llegaríamos a la misma conclusión. La humanidad somos el fruto del karma, que es lo mismo que decir que somos el fruto de nuestras acciones (buenas y malas) es por esta razón que está en nuestras manos contribuir a cambiar el mundo, creando a cada instante nuevos y más humanos valores que incluyan a la mayoría y no únicamente a una pequeña parte.
La humanidad común vive pendiente del pasado, esto significa que el karma condiciona sus vidas. Cuando en astrología convencional se dice que..."los astros inclinan pero no obligan", no es así con las personas cuya tendencia está orientada únicamente a satisfacer sus deseos. Es necesario haber desarrollado la mente superior para que esto se cumpla. No significa que utilizando la mente nos libremos del karma, sin embargo la actitud que tomemos frente a las circunstancias nos mantendrá serenos, sin desequilibrarnos porqué habrá un discernimiento que nos permitirá ser objetivos y hallar la causa de lo acontecido. Reconociendo las causas surgirá la comprensión y a la vez la solución, entonces nada de lo que pueda ocurrirnos podrá alterar el estado de paz y serenidad que habremos alcanzado.  

Las crisis del presente son debidas a los recuerdos de las vivencias pasadas o a las esperanzas puestas en el futuro, condicionados siempre por lo que se ha vivido anteriormente ya sea para evitarlo o para poder revivirlo y esta es la razón de que el karma nos impulse a encarnar constantemente,  pues la memoria es un potente imán que nos atrae a la Tierra y a nuestras vivencias casi siempre insatisfechas. 

La pregunta más importante para la gran mayoría podría ser esta...¿Podemos trascender el karma?.

Formamos parte del mundo compartiendo el karma que hemos generado entre todos. Como reino de la Naturaleza somos un organismo que debe funcionar en armonía y bien coordinado y aunque cada órgano cumpla la función que le corresponde, todo lo que pueda ocurrirle a una parte de este cuerpo repercute en el resto. 
Si queremos cambiar al mundo antes tendremos que cambiar cada uno de nosotros individualmente, haciéndonos responsables de la tarea que nos corresponde realizar en esta encarnación. Es urgente un cambio radical de actitud, libres de los apegos, de todo cuanto nos condiciona y nos mantiene presos del karma. Los recuerdos no son más que apegos al pasado. Nuestros pensamientos deberían ser creativos, totalmente nuevos sin prejuicios ni condicionamientos preconcebidos. Si nuestra mente retorna al pasado que sea para alimentar las formas mentales de los recuerdos positivos que nos han hecho crecer conscientes de nosotros mismos. 

Es necesario centrarnos en todo cuanto a contribuido a unirnos y no a separarnos de los demás, sabiendo que el pensamiento tiene un gran poder de atracción para los devas constructores y que cuando pensamos estamos poniendo en sus manos la substancia que ellos van a utilizar para materializar nuestros pensamientos. 
Empecemos por construir en vez de destruir, seamos los artífices de una nueva cultura y civilización dedicada a levantar la estructura que habrá de acoger a una nueva raza de seres humanos, cuya consciencia futura se habrá liberado del pasado y aunque siga generando karma los efectos serán instantáneos, porqué nuestra consciencia se enfocará únicamente en el presente. Habremos aprendido a vivir en el  *Eterno Ahora* libres de recuerdos y de esperanzas  habiendo experimentado por nosotros mismos que cada instante de nuestras vidas es *presente*. El ayer fué el presente del pasado y el mañana será el presente del futuro.

   

Dejar de ser lo que somos es algo muy árduo y difícil para la gran mayoría. Hemos construído una personalidad  por medio de las experiencias vividas en infinidad de encarnaciones kármicas que nos han permitido crecer y desarrollar la consciencia. Ha llegado la hora de dejar lo aprendido relegado al pasado, esto significa cambiar la perspectiva de  lo que significa la  evolución, ser uno mismo y al propio tiempo abrir la consciencia al mundo.

Pertenecemos al cuarto reino de la Naturaleza, el intermediario entre lo humano y lo divino, sin embargo al principio de la evolución nos identificamos únicamente con lo humano ignorando que existe el cordón umbilical que nos une con nuestro Padre en los Cielos. Es por esta razón que el karma gravita con toda su fuerza debido a la ignorancia de nuestros orígenes divinos. 
Cuando invertamos la dirección y seamos conscientes de lo importante que es el reino humano para la evolución planetaria en su cometido de tender el puente que unifica  la materia con el Espíritu, nos convertiremos en servidores de los Grandes Seres y el karma personal disminuirá grandemente porqué conoceremos y acataremos las Leyes divinas en vez de transgredirlas. En esta etapa se es consciente de que lo único real es el Presente y esto indica que para nosotros ha cambiado el concepto que teníamos del tiempo. 
Mientras el discípulo iniciado está encarnado sigue compartiendo el karma mundial contribuyendo a liberarlo, sin embargo para él lo importante es cumplir el compromiso que ha adquirido con su Ashrama interno, lo cual consiste en llevar a cabo el Plan que Los Maestros Conocen y Sirven.
  

 

Marta Parramon