viernes, 26 de febrero de 2016

Consciència de grup - Relació i Comunicació !



(Resum de dues reunions de grup)

Reunió de grup a la Associació d'Amics de l'Índia de Barcelona,Catalunya (España)1995
A càrrec de Marta Parramon Elies

domingo, 21 de febrero de 2016

Reencarnación y Karma !



Traducción del Catalán al Español publicado en audio en este blog el 19/01/2015 

 Reunión grupal en la asociación de Amigos de la India de Barcelona, Catalunya (España) 2000 


Reencarnación y karma son dos leyes inseparables en la vida de la Naturaleza, nos dan la oportunidad de evolucionar encarnación tras encarnación, de manera que podamos aprender de los errores cometidos en el pasado y poder así seguir expandiendo la consciencia. 
En los tratados esotéricos al referirse a la  encarnación se dice que, "lo que para el ser humano es Vida para el Alma es muerte" Mientras los seres humanos ignoremos que la realidad está mucho más allá de las experiencias que vivimos en los tres mundos, seguiremos temiendo a la muerte, porqué para muchas personas el plano físico es lo único real y para ellos la muerte significa aniquilación, o si son religiosos temen el castigo de sus pecados.
La razón del porqué un ser humano corriente reencarna, no es la misma que la de quien se halla en el sendero del discipulado. Un hombre común encarna porqué tiene la necesidad de adquirir experiencia y por la atracción que siente hacia la materia. Cuando reencarna un discípulo cuya encarnación anterior la dedicó a servir, lo hace porqué ama a sus semejantes y sabe que que de esta forma está contribuyendo a liberar a la humanidad  de la ignorancia y la desdicha que sufre todo ser humano que no sabe el porqué de su existencia. 
En cada encarnación establecemos unos vínculos karmicos con otros seres humanos y si anteriormente la relación ha sido muy intensa (para bien o para mal) al reencarnar nos volveremos a encontrar, hasta que dicha relación se armonice, se diluya o se fortalezca en un vínculo espiritual.

Todo aquello a lo que estamos apegados genera karma y nos mantiene atados a la materia. No podemos retener nada en absoluto sin que tarde o temprano se produzca el conflicto, la evolución es movimiento constante y las energías (que constituyen todo cuanto existe) no pueden ser retenidas sin crear fricción y sufrimiento. La resistencia al cambio y a abandonar lo caduco e inservible, genera karma y esto es evidente en cualquier sector; político, económico, religioso, social e individual. Donde exista apego e inmobilismo se creará tensión y sufrimiento. El karma nos da la oportunidad de renovación constante, nos pone de frente con la causa que lo ha generado para que nos veamos tal cual somos y podamos rectificar o mejorar las relaciones establecidas en esta o en vidas anteriores. 

Venimos a la encarnación unidos por vibración similar a ciertos grupos o personas con los cuales establecimos un intenso vínculo en el pasado, el cual se refuerza o diluye en cada encarnación en algún nivel de consciencia. El encuentro se producirá como atracción o repulsión y según su intensidad nos indicará si existe una relación kármica. 
La necesidad de volver a encarnar es debida al karma generado en el pasado que nos mantiene atados a la materia y nos impone la ley de retribución hasta que hayamos pagado nuestras deudas. 

Cuando un ser querido o alguien conocido deja el cuerpo físico, muchas personas creen que lo que les unía se ha roto para siempre, sin embargo no es así, pues de una encarnación a otra existe una continuidad, lo único que cambia son las vestiduras externas (el cuerpo físico) y la personalidad que se renueva en cada encarnación, sin embargo al volver a encarnar, la consciencia de aquella alma será exactamente la misma que era antes de dejar la vida anterior, trayendo consigo todas sus tendencias materiales y espirituales. 

Según cual sea la perspectiva desde donde se observe el proceso, para la gran mayoría de personas el hecho de nacer será la entrada en la vida, para otros seres más avanzados que actúan como almas, el cuerpo físico será una prisión que limitará grandemente su libertad de expresión, al no poder manifestarse plenamente.
Cuando un alma humana deja el cuerpo físico significa que ha llegado el momento de retirarse a los niveles internos. En este proceso el doble etérico empieza a retirarse del físico denso empezando por las extremidades hasta situarse en en punto de salida, que, según el estado de consciencia de aquella alma, será por el plexo solar, si está muy poco evolucionada; por un centro situado cerca del cardíaco para las personas devocionales más avanzadas y los aspirantes o por el centro coronario para los intelectuales, los discípulos e iniciados. 
Antes de retirarse de cada uno de sus cuerpos el alma humana sigue un proceso de recapitulación de lo que ha sido su vida en los tres mundos y la esencia o memoria de cada uno de ellos es recogida por el Ángel solar en los átomos permanentes y
guardados en la periferia de Su aura, de manera que cuando llegue el momento de volver a encarnar los devas constructores tengan toda la información necesaria o"código genético de la consciencia" para construir los nuevos cuerpos, de esta forma la vibración será exactamente la misma que aquella alma dejó en suspenso cuando desencarnó. 
Una vez el cuerpo etérico se ha desprendido totalmente del físico denso, el ser humano queda inconsciente hasta el momento en que el Ángel de la Liberación corta el hilo de la vida. Entonces el alma humana entra en el plano astral y posteriormente (a su debido tiempo) en el mental. 
Cada vez que se descarta uno de los cuerpos y se entra en el superior, viene a ser como un nuevo nacimiento en cada uno de los cuerpos, pero a la inversa de cuando descendemos para encarnar en el plano físico. Depende del plano (o cuerpo) donde hayamos tenido enfocada la consciencia de forma preferente, allí "viviremos" más o menos "tiempo" hasta haber agotado aquel estado de consciencia. Cuando entramos en el cuerpo mental, el astral  también muere, al igual como antes ocurrió con el físico-etérico. En el plano mental estaremos un tiempo proporcional a la intensidad en que hayamos utilizado la mente. Cuando el proceso haya terminado y el cuerpo mental tenga que ser abandonado y los átomos permanentes hayan recogido toda la información, se entra en el Devachán, (el cielo de los cristianos) esperando que llegue el momento de volver a encarnar. Este proceso puede variar según el estado evolutivo, el karma o el servicio que el Maestro le tenga asignado, en el caso de ser un discípulo.  
Cuando un discípulo está preparado internamente y ha alcanzado cierta sensibilidad Egoica, antes de desprenderse del cuerpo mental y entrar en el Devachán, se produce un contacto consciente con su Ángel solar, produciéndose (según nos dice el Maestro Tibetano) como una explosión atómica, una ráfaga de luz radiante que permite al discípulo ver lo esencial de su futura encarnación. Este hecho es muy interesante porqué al morir y antes de descartar cada uno de los cuerpos, hemos hecho una recapitulación de lo que ha sido la vida que estamos abandonando o sea que nos hemos centrado en el pasado, siendo plenamente conscientes de quienes somos en el presente y al mismo tiempo se nos ha permitido ver nuestro futuro. En estos instantes el discípulo comprende lo que significa el Eterno Hora de la Consciencia.    

Si queréis obtener más información sobre el proceso de la muerte y renacimiento y el trabajo que realizan los devas constructores partiendo de la información que obtienen de los átomos permanentes, lo podéis hallar en varios artículos de este mismo blog.


Marta Parramon

miércoles, 17 de febrero de 2016

jueves, 11 de febrero de 2016

V.B.A. El Camino hacia Shamballa. !




(Ciclo de conferencias sobre Shamballa)

Conferencia a cargo  de Vicente Beltrán Anglada en la Asociación de Amigos de la India de Barcelona, Catalunya (España) 
1988

domingo, 7 de febrero de 2016

La dualidad Humano-Dévica ! 2ª parte


"El hombre piensa y el deva construye"


Esta es una máxima esotérica muy conocida por los esoteristas que se han adentrado en el estudio sobre la evolución humano-dévica y la misión que les corresponde llevar a cabo en la Obra del Creador.
Los Devas son la Energía de la Creación, los moradores del espacio atentos a las vibraciones emitidas que ellos reciben como una nota armónica o inharmónica que resuena en el plano donde tiene enfocada la consciencia el ser humano que la ha emitido. Únicamente los devas que vibran en misma sintonía acudirán para dar forma al pensamiento.
En la capacidad de observar atentamente la causa y los efectos que producen nuestros estados de consciencia nos daremos cuenta que cada vez que emitimos un pensamiento, experimentamos un deseo o emitimos una palabra, estamos lanzando una invocación a los éteres del espacio y los devas siempre responden acudiendo de inmediato dispuestos a construir.
Dentro de la evolución elemental al igual como ocurre en el reino humano, existen distintas jerarquías evolutivas cada una con una misión específica que cumplir dentro del Plan, todos ellos han de aprender a construir en cada uno de los reinos de la naturaleza, desde el mineral, pasando por el vegetal y el animal, hasta alcanzar la oportunidad de construir los cuerpos del ser humano.
Así es como los elementos moleculares van tomando forma y como evolucionan a medida que aprenden y van incorporando en sí mismos la esencia de todos los reinos que han construído con su propio elemento.
Vemos pues que nuestros tres cuerpos están constituídos por todos los elementos o elementales, desde los inferiores hasta el superior al cual le atribuímos el Rayo de la personalidad integrada.
*La Entidad Personalidad* es un deva elemental que surge de la síntesis de los tres cuerpos, adquiriendo un poder extraordinario sobre la consciencia humana. Cada cuerpo es la forma que el deva ha construído para si mismo con el fin de evolucionar, basándose en las energías que la entidad humana le ha proporcionado con sus estados de consciencia. Al principio evolucionan como señores y dueños de la materia, que en sí son ellos mismos y luego en etapas más avanzadas como servidores del Yo superior humano.
Cuando hablamos de los elementales de nuestros cuerpos que han construído en todos los reinos, estamos haciendo mención a la expresión de nuestra propia consciencia personal. Esto significa que nuestra constitución física y psicológica contiene en su interior la sintesis de todos los reinos por los que los elementales constructores han ido ascendiendo en evolución, manipulando y absorviendo la substancia de todos ellos.
Cuando al entrar en contacto con los reinos de la naturaleza sentimos una atracción e identificación especial e incluso un amor compartido con cualquiera de los reinos, esto es posible porqué en nuestro interior llevamos impresa la consciencia adquirida de etapas precedentes de cuando fuimos vegetales, animales o minerales.
La palabra *Identificación* significa *ser idéntico* también nos ocurre de vez en cuando con el reino humano verdad?...
Cuando el ser humano se libere también lo hará el deva que ha dirigido la construcción. El ser humano se habrá convertido en un Arhad, en un Maestro de la Jerarquía próximo a recibir la 5ª Iniciación y el constructor saldrá definitivamente del reino elemental para entrar en el reino Dévico y convertirse en un Ángel.
Dentro del reino dévico los elementales son los menos evolucionados, así como lo es la humanidad más primitiva dentro de la familia humana.
Los devas elementales que dirigen la construcción de cada uno de los cuerpos del ser humano avanzan en sentido evolutivo, mientras que los constructores obreros aunque también evolucionan, primero tendrán que ocupar el cargo que tenía el deva que los dirigía a ellos y al mismo tiempo, los que formaban parte de la substancia o elementos con los que construían las formas, se convertirán en obreros. Su proceso evolutivo los impulsa a ascender para acabar dirigiendo la construcción de las formas de todos los reinos de la naturaleza hasta llegar a la construcción del cuerpo humano.
Durante las tres cuartas partes de la evolución, el ser humano se identifica con los elementales de sus cuerpos, siendo la vibración que emiten prácticamente la misma, porquè ellos están formados de nuestra propia consciencia. Es por esta razón que llegados a cierta etapa evolutiva a los seres humanos nos cuesta tanto desapegarnos de las tendencias materiales que hemos cultivado durante miles de encarnaciones.
La misión del Ángel solar consiste en redimir la materia y la materia como sabemos la constituyen los elementos/les. Redimir significa iluminar, transformar lo denso en sutil y el egoísmo magnético propio de la materia en expansión y capacidad de compartir. Cuando el ser humano empieza a ser consciente de su divinidad inicia la redención de los elementales de sus cuerpos atrayéndolos hacia niveles superiores de consciencia. De esta forma la materia se va convirtiendo en Espíritu y el Ángel y el Hombre pueden seguir llevando a cabo conjuntamente el Plan y el Propósito del Creador.
Una vez el hombre ha entrado en el reino superior de las Almas se ha reencontrado a si mismo, ha liberado a su Ángel solar, el que lo convirtió millones de años atrás en un ser humano al infundir en su mente instintiva el Principio mental y ha permanecido a su lado durante toda su existencia hasta liberarlo de la prisión de la materia.
Ahora el que fué humano se ha transformado en un ser Andrógino, es mitad Hombre y mitad Ángel, al igual que lo son los Maestros de Sabiduría que en tiempos lejanos también pasaron por el reino humano. Para ellos la dualidad humana pertenece al pasado. Han entrado con pleno derecho en el 5º Reino y en una nueva y divina dimensión del espacio. Espíritu y materia, el principio masculino y femenino de la creación se han unificado surgiendo de esta fusión "El Divino Hermafrodita"
Una vez se han liberado del mundo de la materia, el ser Andrógino que ha sido humano, recupera su consciencia Monádica y sigue colaborando paralelamente con el reino Angélico hasta convertirse en un Logos Creador y el Ángel en un Arcángel Constructor de planetas, sistemas solares y de universos.

Marta Parramon

viernes, 5 de febrero de 2016

La dualidad Humano-Dévica ! 1ª parte


( Servei i redempció de la matèria)
Traducción del Catalán al Español subido en audio en este blog 11/6/2014


Reunión grupal en la Sociedad Teosófica Rama Armonía de Barcelona, Catalunya (España) 1999

! ÁNGELES Y HOMBRES AVANZAMOS EN EL ESPACIO PRODUCIENDO CREACIÓN Y AL FINAL DE LOS TIEMPOS UNIDOS FORMAREMOS UNA SOLA UNIDAD !
*
Dentro de las Aulas internas de la Jerarquía y desde que el ser humano entra en el Sendero espiritual se le imparten dos enseñanzas de suma importancia. Una de ellas es el Servicio y la otra el conocimiento del reino Dévico.
En las primeras etapas de estudiantes no se nos permite conocer la naturaleza de los devas superiores, este conocimiento y contacto vendrán más adelante cuando hayamos alcanzado un estado superior de consciencia. Pero sí que se nos instruirá a fin de que podamos conocer lo que son los devas elementales que en sí, constituyen la Naturaleza.
Quienes habéis entrado en el esoterismo o incluso recordáis haber leído los cuentos de hadas de cuando érais pequeños, sabéis que los Gnomos son los espíritus de la tierra , las Ondinas de las aguas, las Salamandras del fuego y las Sílfides del aire.
Sabemos que la Naturaleza y todo cuanto existe dentro del marco evolutivo está constituido de elementos y nuestros cuerpos no son una excepción. Nuestra estructura ósea y todos los minerales que contiene el conjunto de la forma física pertenecen al elemento Tierra y las entidades que componen dichas células pertenecen a la categoría de los Gnomos.
El elemento líquido y los fluidos que contiene el cuerpo forman parte del elemento Agua, siendo las Ondinas las entitades que lo componen.
Las Salamandras pertenecen al elemento Fuego asentado en la base de la columna vertebral y que conocemos con el nombre de kundalini, proporciona el calor a nuestro cuerpo y lo vitalizan.
Finalmente existen los Silfos del Aire, los elementales más evolucionados dentro de su reino, que realizan una función específica y forman parte de los gases que contiene el cuerpo físico.
Daros cuenta que no estamos hablando de la consciencia en este apartado sino de los vehículos hechos de materia.
Vemos pues que nuestros cuerpos están constituidos por los cuatro elementos o cuatro entidades dévicas elementales, siendo su nivel evolutivo similar al nuestro.
Este preámbulo ha sido necesario para comprender el porqué en las Aulas internas de la Jerarquía se enseña a los aspirantes a conocer al reino elemental.
Sabemos que poseemos tres cuerpos sutiles además del físico denso, un cuerpo etérico (o cuerpo de energías) uno astral perteneciente al elemento agua y un cuerpo mental constituido del elemento fuego.
Cuando por las noches al dormirnos entramos en una Aula, el Instructor que enseña a los aspirantes les dice : "Tened presente que si vosotros como personalidades estáis constituidos de elementos, si queréis ser admitidos dentro de la Jerarquía, tenéis que aprender a controlaros y controlaros a vosotros significa controlar a los elementales"
La enseñanza esotérica parte del conocimiento de que todo cuanto existe surge de la Unidad Esencial, sin embargo en este universo de 2º Rayo el Propósito de nuestro Logos solar consiste en adquirir Consciencia y ésta no puede desarrollarse si no es por medio de la Dualidad.
En el corazón místico del Logos solar habitan dos tipos de Mónadas, (humanas y dévicas) siendo de suma importancia para poder llevar a cabo Su creación. La función que realizan (análogamente) es similar a los glóbulos rojos y blancos de la sangre en el cuerpo humano.
La dualidad es una Ley inherente en nuestro universo.
Las Mónadas humanas son el aspecto positivo o masculino de la creación, las Mónadas dévicas el aspecto negativo femenino, en el sentido de, Mente y Sentimiento.
Cuando un deva elemental construye una forma, se une a la consciencia de la entidad humana que la ha de ocupar, sin embargo cada cual sigue su propia evolución hasta etapas muy avanzadas en que se unifican. La evolución humana y dévica son paralelas e inseparables, la una sin la otra no podrían evolucionar, ni el Logos podría llevar a cabo Su creación, porqué no habría quien le construyera las formas ni intermediarios humanos que hicieran de puente y por medio de los cuales adquirir consciencia.
Toda forma existente está constituida de elementos, moldeada y construida por devas elementales de distinta categoría espiritual.
En la construcción de las formas intervienen tres tipos de elementales de distinto grado evolutivo;
En primer lugar existen los elementos que constituyen la materia con la que será construida la forma.
En segundo lugar los constructores menores que densificarán y moldearán la materia hasta haber llevado a cabo su obra.
Y en tercer lugar, el Deva elemental constructor de una evolución muy superior que es quien dirige a los obreros en la construcción.
Una vez finalizada su obra en que la forma está terminada, dicho Deva la habitará.
Todos los elementales que han intervenido en la construcción seguirán formando parte de los cuerpos, construyéndolos y reconstruyéndolos a medida que la entidad humana vaya evolucionando, hasta llegado el momento de la muerte.
Cuando el ser humano integra la personalidad indica que los tres elementales se han desarrollado lo suficiente y han adquirido cierto poder, El Ángel solar que hasta entonces había permanecido al margen, ve que el alma humana empieza a emitir destellos de luz y a partir de entonces empezará el proceso que le dará paso a manifestarse a través de aquella personalidad, pero antes de poder hacerlo tendrá que someter a los elementales a Su voluntad.
A partir de aquí empieza la lucha y el conflicto dual al negarse los devas elementales a perder su poder sobre los cuerpos que ellos mismos han construido.
Cuando la personalidad integrada se orienta hacia el camino superior y es consciente de que el y sus cuerpos no son lo mismo (y aquí volvemos a lo dicho anteriormente), entra como aprendiz en las Aulas internas de la Jerarquía, se le enseña a conocer a los elementales y la forma como podrá volverlos dóciles a su voluntad, de manera que al paso del tiempo como Alma en encarnación pueda manifestarse plenamente a través de aquellos vehículos que se hizo construir por ellos.
En esta etapa se encuentran actualmente muchos aspirantes al discipulado sometidos a prueba, de ahí las crisis que se producen debido la rebelión de los elementales y porqué en parte todavía se identifica con su yo personal.


Marta Parramon

La Teosofía en la Nueva Era !