Lo único que desaparece permanentemente son las formas
La muerte es una entidad psicológica, un Ángel de Luz y gran Poder que depende directamente de los Señores del Karma. Posee el poder del Primer Rayo y su misión consiste en destruir todas las formas gastadas de la naturaleza a fin de darles la oportunidad de renovarse a todos los seres vivientes y puedan volver a poseer nuevas vestiduras físicas en ciclos posteriores. Cuando los astros estén en la posición adecuada aquella alma podrá reencarnar y seguir respondiendo kármicamente a las influencias planetarias similares a las que lo regían en el momento en que dejó su encarnación anterior. De esta forma se establece la continuidad y la opción de seguir evolucionando con las mismas tendencias y estados de consciencia recogidos por el Ángel solar en los átomos permanentes.
La muerte no es la terrible imagen que a través de los siglos se ha creado de ella. La Muerte es un Ángel benévolo y compasivo que libera de la enfermedad, el dolor y la decrepitud a todos los seres que vivimos y evolucionamos en este planeta.
La
Vida es lo único que no muere, es el símbolo del Ave Fénix que
renace constantemente de sus propias cenizas. No tiene principio ni
fin porqué es eterna, lo único que desaparece son las
formas.
Sin embargo en cada nueva encarnación la vibración de los cuerpos seguirá siendo la misma, incluso físicamente puede existir un gran parecido. Lo que no podemos saber es si encarnaremos en cuerpo masculino o femenino, depende de si en la encarnación anterior hemos finalizado el ciclo de 7 años en el mismo sexo, entonces en la próxima se producirá el cambio, ni tampoco sabemos si encarnaremos de nuevo en este planeta o en que país.
Siguiendo con el proceso de restitución después de abandonados los vehículos etérico y astral según el subplano del plano mental donde se haya tenido enfocada la consciencia, así será el Devachan, *el Cielo* pues el estado de consciencia que se vive en el Devachan podemos decir que es el reflejo de la propia imagen, constituyendo todas las cualidades positivas de aquella alma con las cuales construirá su cielo particular hasta que haya sido colmada su ansia de felicidad y el Ángel solar decida que el alma humana está preparada para volver a encarnar. La estancia en el Devachan nos permite sanar muchas heridas, frustraciones, falta de amor y tantos otros deseos insatisfechos de orden elevado.
Sin embargo existen casos de muertes por suicidio o por otras causas fortuitas que no están previstas en el destino de aquellos seres humanos, cuyas consecuencias son muy distintas a lo que se cree cuando piensan que quitándose la vida acabarán con su dolor o la desesperación.
Aunque
quizás alguna vez hemos dudado de que exista un libre albedrío para
el ser humano en realidad sí que existe!
Sin embargo
esta libertad de decidir sobre nuestra vida o la de los demás,
cuando se transgrede crea un karma terrible por haber
atentado contra las Leyes divinas.
Desde el mismo
instante en que el Ángel solar decide que un ser humano debe volver
a encarnar, los Señores del karma entran en actividad preparando el
futuro nacimiento de aquella alma designándole unos padres que le
proporcionaran las circunstancias y la herencia necesarias, a fin de
poder recuperar de nuevo la consciencia de la vida anterior.
Son
loa Señores de karma quienes deciden el momento del
nacimiento y también el momento de la muerte en que el Ángel solar
cortará el hilo de la vida de aquel ser.
En el proceso
de construcción y conservación de los vehículos también entra el
trabajo de los devas elementales en sus distintas funciones durante
todo el tiempo que dure aquella vida, a los cuales también les
facilitamos su propia evolución.
*Todo este
proceso de volver a encarnar lo desarrollaremos en la próxima
publicación. Sin embargo esta explicación preliminar es necesaria
para comprender la gravedad de la infracción cometida por el ser
humano que se suicida*
El cuerpo físico denso y el etérico unidos forman una unidad.
El etérico es el molde del físico denso, el verdadero cuerpo humano. Cuando el hilo de la vida es cortado por el proceso natural, los dos cuerpos se descomponen a la vez.
En el caso del suicidio el hilo de la vida no puede ser cortado por el Ángel solar. El ser humano que realiza tal acto únicamente se deshace de su cuerpo físico denso y la consciencia cerebral, pero no del cuerpo etérico, el que hacía de conductor de la vida hasta su centro cardíaco.
Entonces aquella alma queda presa entre dos mundos, sigue padeciendo la causa de su desesperación y no puede regresar a su cuerpo físico porqué lo ha destruido ni ascender a los niveles astrales porqué no se ha producido el proceso de recapitulación cuando el Ángel solar corta el Hilo de la Vida. Deseaba encontrar la paz que tanto anhelaba pero el camino que ha escogido lo lleva a un mayor desasosiego.
Mientras el cuerpo etérico esté intacto seguirá sintiendo el dolor y los efectos de sus sentidos físicos y desdichadamente tendrá que vivir el proceso de descomposición del cuerpo sin vida, o si es incinerado sentirá el dolor que produce el fuego y todas las sensaciones que el cuerpo etérico le está transmitiendo, pues los Nadis, que son la contraparte etérea del sistema nervioso siguen intactos.
El cuerpo etérico como sabemos pertenece al plano físico sutil, siendo el transmisor de las energías y el que conecta la vida y la consciencia al cuerpo físico denso.
Una vez liberada aquella alma de su cuerpo físico ya sea por la descomposición o por la cremación, encarnará de nuevo inmediatamente y además en esta encarnación se le habrá añadido a su propio karma el que generó con su acción equivocada en esta anterior encarnación.
Puede que haya sido una buena persona pero todo el dolor que causó a sus seres queridos con el acto del suicidio, todas las relaciones karmicas que debía haber vivido y que hubieran cambiado la vida propia y la de aquellas personas con las que se hubiera relacionado, quedaron truncadas.
Los años que le restaban de vida a quien se suicidó los deberá vivir en esta nueva encarnación sobreviniéndole la muerte cuando el tiempo que le faltaba se haya cumplido, sean muchos o pocos años.
Entonces el Ángel podrá cortar el hilo de la vida recogiendo la consciencia de aquel ser en los átomos permanentes después de la recapitulación y disolución de los vehículos.
Entonces aquella alma humana podrá entrar en su Deva-Chan y a su debido tiempo iniciarse en una nueva encarnación con nuevas oportunidades de seguir evolucionando.
Marta Parramon