2ª parte
El curador debe aprender a limpiarse el aura antes de curar, a fin de convertirse en un canal totalmente puro y libre de ninguna influencia personal o problema que pudiera entorpecer el servicio que va a prestar.
Os daré una meditación qué además de limpiaros el aura a vosotros mismos, también la podáis utilizar como un acto de servicio hacia los demás sin peligro alguno de contaminaros. Pero utilizadla únicamente cuando hayáis aprendido a limpiaros a vosotros mismos y la meditación surja su efecto. Entonces, si se da el caso, visualizad a la persona en cuestión dentro de la Luz y no dejéis de hacerlo hasta verla totalmente limpia e iluminada por fuera y por dentro. Hacedlo diariamente hasta que veáis los efectos externos en la persona.
Esta visualización también es útil para quienes no habéis meditado nunca y deseáis aprender. Es muy efectiva y nos prepara para cualquier servicio que debamos prestar.
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Sentaos cómodamente en un lugar tranquilo y en silencio con la espalda derecha pero sin forzar la posición.
Relajad el cuerpo y cerrad los ojos.
Mantened la cabeza con la barbilla ligeramente caída.
Una vez cerrados los ojos mirad hacia arriba, hacia el entrecejo, y manteneos relajados.
Respirad profunda y lentamente.
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!Meditar en la Luz!
Visualizad o (imaginad) que estáis sentados cómodamente debajo de un árbol en medio de un verde prado.
Es la hora del alba y el sol está empezando a salir por detrás de una alta montaña que tenéis frente a vosotros.
Mirad como sale el sol.
Sentid el suave calor de sus rayos que os empiezan a iluminar.
A medida que el sol se eleva os sentís invadidos con gran fuerza por su Luz.
Cada vez estáis más cerca del sol, entre la Luz y vosotros no existe distancia. Habéis penetrado en la Luz y os habéis fundido con ella.
El sol y vosotros sois un solo cuerpo que irradia en todas direcciones.
Dentro de esta Luz bendecid a la humanidad en nombre del Maestro.
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Mantened este estado de conciencia todo el tiempo que os sea posible.
( para empezar cinco minutos en la Luz son suficientes)
Al principio seguramente os distreran pensamientos que irán y vendrán. No os desaniméis y seguid intentándolo cada día y si es posible en el mismo lugar y a la misma hora.
Los resultados los veréis pronto si sois constantes.
Marta Parramon Elies